Acciones: ¿Comprar o Vender?

octubre 4, 2011 · Imprimir este artículo

Cuatro escenarios que podrían desencadenar un auge bursátil

Por Jonelle Marte

 

Eso puede parecer un consejo extraño, dadas las violentas oscilaciones del mercado en el último par de meses. Pero si la historia sirve de guía, un alza de fin de año puede no ser tan traída de los cabellos. El mercado bursátil de Estados Unidos tiende a rezagarse en el tercer trimestre antes de terminar el año al alza: desde 1945, el índice Standard & Poor’s 500 ha subido un promedio de 7,2% en el cuarto trimestre, tras una caída de 10% en el tercer trimestre. De hecho, las acciones han subido en el cuarto trimestre casi cuatro de cada cinco veces durante ese periodo, dice Sam Stovall, estratega jefe de inversión de Standard & Poor’s Equity Research.

Un aumento de cuarto trimestre, a menudo conocido como «el efecto Santa Claus», no podía ser más oportuno para los inversionistas. El Promedio Industrial Dow Jones ha caído más de 5% este año, y 14% desde abril.

Tratar de elegir el momento correcto para comprar y vender en este auge, si es que ello sucede este año, no será nada fácil. Los estudios muestran que a lo largo de los años, los inversionistas a menudo escogen el momento equivocado para comenzar a comprar o vender acciones. Compran caro y venden barato. La reciente volatilidad del mercado hace que estas decisiones sean particularmente difíciles, incluso para los profesionales. Desde el inicio de agosto, el Dow ha tenido 15 días con oscilaciones de 300 puntos o más durante la sesión.

¿Qué hace falta entonces para tener a la historia de nuestro lado? Analistas y profesionales de la inversión admiten que hay muchos obstáculos económicos, desde una Europa al borde de la recesión hasta la alta tasa de desempleo y el lento crecimiento económico de Estados Unidos. «No quiero endulzar las cosas: la mayor parte de la evidencia es mala», dice Larry Puglia, gerente de cartera de los fondos Blue Chip Growth de T. Rowe Price. «Pero eso puede cambiar». A continuación damos cuatro previsiones —algunas son muy poco probables, otras son más factibles— que podrían ayudar a desencadenar un alza de fin de año.

Europa resuelve sus problemas   ¿Probable?: Un poco

Los inversionistas han estado huyendo de las acciones en gran parte debido a los temores de que la crisis de deuda europea lastrará la economía global, y junto con ello las acciones. Este año hasta agosto, los fondos mutuos de acciones de EE.UU. han experimentado egresos de US$70.000 millones, según el Investment Company Institute. Pero las bolsas probablemente cobrarían ímpetu si los líderes europeos arman un plan de rescate para Grecia y otros países fuertemente endeudados de la euro zona, dice Alexander Godwin, jefe global de asignación de activos de Citi Private Bank. Los mercados han respondido incluso a novedades menores.

Un obstáculo grande: algunos funcionarios europeos e instituciones, entre ellos el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo, quieren que Grecia elimine empleos gubernamentales, aumente impuestos y reduzca salarios y beneficios, medidas que en el corto plazo empeorarían la situación en Grecia y Europa, dice Godwin.

Acción gubernamental   ¿Probable?: Improbable

No sorprende que los inversionistas se hayan vuelto escépticos sobre la capacidad del gobierno de darle un impulso a la economía. La medida de la Reserva Federal la semana pasada de alentar un mayor endeudamiento y gasto bajando las tasas de interés desencadenó una venta masiva de acciones. Pero algunos profesionales de las inversiones aún tienen la esperanza de que algunas medidas gubernamentales podrían ayudar. Por lo pronto, si la súper comisión especial encargada de la reducción del déficit en US$1,2 billones tiene éxito, los inversionistas pueden cobrar mayor confianza en la economía como para volver a comprar activos más riesgosos como acciones, dice Joseph Tanious, estratega de mercado de J.P. Morgan Asset Management.

Las compañías gastan su efectivo   ¿Probable?: Factible

Las compañías tienen una cantidad récord de efectivo: las que están en el índice Standard & Poor’s 500 cuentan con US$976.000 millones en efectivo e inversiones de corto plazo, calcula Standard & Poor’s. Si gastaran parte de ese dinero en expandir sus negocios o recompensar a sus accionistas, ello podría darle un aumento a las acciones, dicen analistas. Un aumento en las fusiones y adquisiciones, por ejemplo, probablemente llevaría a alzas de acciones conforme los inversionistas acumulan valores de compañías menores que creen que son buenos blancos de adquisición, dice Randy Bateman, director de inversiones de Huntington Funds. Pero las probabilidades de que la actividad de fusiones y adquisiciones repunte están mermando por cuanto toda la incertidumbre del mercado ha hecho que las compañías estén renuentes a hacer adquisiciones, dice Martyn Curragh, líder de los servicios de transacción de EE.UU. de PricewaterhouseCoopers.

Una escenario más probable, dice Godwin: las compañías comienzan a usar sus pilas de efectivo para recomprar acciones o aumentar los pagos de dividendos. Esas acciones también podrían desencadenar un alza, dice. Tenga en cuenta: el anuncio de Berkshire Hathaway el martes de recomprar lo que podrían ser decenas de miles de millones de dólares de las acciones de la compañía fue seguido de un alza de 272 puntos en el Promedio Industrial Dow Jones.

Fuertes ganancias corporativas   ¿Probable?: Factible

Como el sentimiento del inversionista está en mínimos sin precedente, cualquier noticia económica positiva podría tener un efecto desmesurado en las acciones. Un posible catalizador podrían ser las ganancias empresariales, que se espera aumenten en un 15% interanual.

Sin embargo, si el gasto del consumidor se hunde más y el desempleo sigue alto, los expertos dicen que las compañías podrían tener dificultades en aumentar sus ganancias. «Sin mejoras en la economía y en la creación de empleos, será difícil que las compañías mantengan el ritmo robusto de ganancias que hemos visto», dice Puglia.
Fuente: The Wall Street Journal, 03/10/11.
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Por qué es un buen momento para alejarse de las acciones

Por Simon Constable

 

Este no es el momento de dejarse engañar para volver a meterse en la bolsa.

Es cierto, los mercados tuvieron un par de días espectaculares la semana pasada, pero no por eso debemos creer que todo está bien otra vez.

Todavía hay muchísima incertidumbre por ahí. Sí, el Promedio Industrial Dow Jones cerró el viernes con un alza de 1,3% para la semana, uno de los mejores resultados del índice en meses. Sin embargo, la semana anterior fue una de las peores en muchos años y todavía se halla 5,7% en baja en 2011.

El Índice Compuesto Nasdaq también lleva una caída de 9% para el año, mientras que la baja del Standard & Poor’s 500 es de 10%.

Eso es exactamente por lo cual se necesita ser cauto ahora. Con toda probabilidad, las cosas se pondrán peor antes de que se acabe el año.

«Podrían pasar semanas –o incluso meses– antes de que veamos el final de la caída», opina Michael Woolfolk, estratega de divisas de BNY Mellon en Nueva York.

La relativa tranquilidad de la semana pasada en los mercados bursátiles oculta el hecho de que los problemas que causaron los problemas de los últimos meses no han desaparecido. Europa todavía es un desastre. Las economías se mantienen frías en todo el mundo. Y la deuda del gobierno de Estados Unidos no se reduce.

He aquí un resumen de los tres monstruos de la economía todavía amenazantes y cómo invertir de manera adecuada en relación con ellos.

1. La crisis actual en Europa.

El riesgo de que Grecia caiga en cesación de pagos tiene a algunas personas preocupadas por una repetición de la crisis financiera estadounidense de 2008. Woolfolk cree que la gente está negándose a creer lo obvio cuando habla de «si» eso sucederá. «Creemos que solo es cuestión de tiempo», sostiene.

Una cesación de pagos de Grecia y su rápida salida de la moneda única europea, el euro, sería bueno para la economía del país, que probablemente vería un gran impulso en el sector del turismo, añade.

Eso puede ser una realidad a largo plazo, pero si eso sucede podría desatarse un tsunami alrededor de los bancos ya en problemas.

Todos los activos riesgosos, incluyendo acciones, sentirán el efecto de la debacle. Sin embargo, irónicamente, los efectos se harán sentir lejos de Europa. En concreto, las economías emergentes se verán más afectadas cuando los inversionistas retiren sus capitales, probablemente en busca de un refugio seguro en los bonos del gobierno de EE.UU. o en dólares.

Eso significa que en el caso de una crisis descomunal del euro los inversionistas deberían evitar las acciones en los mercados emergentes, afirma Woolfolk. Además, puede que también quieran reducir sus portafolios en acciones de Europa y EE.UU.

Es probable que las bolsas mantengan su tendencia a la baja antes de volver a subir, sostiene Woolfolk, que sugiere que los que sigan interesados en las acciones deberían considerar invertir «por capas» a medida que disminuyen los precios –cuando el mercado cae, comprar acciones de a poco a la vez–. De esa forma uno paga un precio promedio por acción más bajo y se beneficia más cuando las acciones se recuperen.

2. Las economías se enfrían en todo el mundo.

La medición final del crecimiento de EE.UU. para el segundo trimestre fue de un magro 1,3%. Y las perspectivas para el tercer trimestre, que terminó el viernes 30 de septiembre no son muchos mejores. La verdadera preocupación es que EE.UU., Europa y China entrarán en recesión.

El viernes, el Instituto de Investigación del Ciclo Económico (ECRI, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York, anunció que EE.UU. está cayendo en recesión y que no hay «nada que las autoridades puedan hacer para evitarlo». El ECRI asegura tener el impecable récord de no haber hecho jamás una declaración en falso sobre una recesión.

No es probable que la situación en Europa sea algo mejor. En un informe publicado recientemente, Saumil Parikh, director gerente de Pimco, afirma que ve una recesión el año que viene con una caída de la producción de entre 0,5% y 1%, o incluso más.

Por otra parte, la arrasadora economía industrial china se enfría rápidamente, como lo demuestra la caída del precio del cobre. El metal rojo es visto como un barómetro muy sensible de la economía industrial global. Hace unas semanas, el precio del cobre alcanzó los US$4 la libra, pero desde entonces ha caído a alrededor de US$3,15 por temor a que la demanda china se haya debilitado.

¿Qué significa todo esto para los inversionistas? Las acciones en general tienden a tener un mal rendimiento, pero en lugar de evitarlas por completo tal vez sería mejor poner atención en ciertas subcategorías de acciones que rindan menos mal, señala Fred Dickson, estratega de mercado de DA Davidson, con sede en Oregon.

En concreto, Dickson recomienda elegir acciones con altos dividendos. Los dividendos ofrecen un rendimiento efectivo que es a menudo mucho más alto que el cero interés recibido en efectivo o el escaso interés de los bonos del gobierno. Aunque todas las acciones tienden a bajar durante una desaceleración o recesión económica, «las acciones con derecho a dividendos con mayor rendimiento capean mejor el temporal», sostiene.

Uno de los lugares que podrían observar los inversionistas es el fondo negociado en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) Consumer Staples Select Sector SPDR (XLP), que sigue a una canasta de empresas con rentabilidad por dividendo superior a la media, de aproximadamente 2,7% frente a 2,1% para el más amplio índice S&P 500. En la última recesión, este ETF tuvo un mejor desempeño que el mercado en general.

Aunque elegir un ETF es una estrategia simple, Dickson tiene sus propios criterios para la selección de acciones con derecho a dividendos. Entre ellas, él escoge a aquellas con rendimientos por encima del promedio del S&P 500 y crecimiento constante en los dividendos anuales en los últimos diez años. De manera específica, señala AT&T, Procter & Gamble y Emerson Electric y Automatic Data Processing.

3. EE.UU. sigue en rojo.

Los políticos estadounidenses luchan para reducir el gasto público. A pesar de que en teoría podría ser algo noble, la medida podría conducir a un error monumental, afirma Hugh Johnson, asesor financiero en Albany, Nueva York.

Además sostiene que el enfoque para tratar de reducir el gasto es erróneo y señala que los niveles de aumento de la deuda son la consecuencia normal de una crisis financiera. Lo que Johnson opina es que los políticos no se han dado cuenta de que va a tomar mucho tiempo antes de volvamos a tener una economía «normal» de lo que cualquiera de ellos piensa. Cualquier intento de corto plazo para recortar el gasto o aumentar los impuestos podría empujar a la economía a una profunda recesión.

«Los riesgos de que los políticos cometan un error son anormalmente altos y esa es la razón por la que los mercados se hallan en dificultades desde abril», afirma.

Entonces, ¿qué significa esto para su dinero?

Uno esperaría que las acciones no tengan un buen rendimiento durante una recesión normal, pero podría estar preparado para superar el ciclo. Esta vez podría ser peor, y una situación en la cual se pudieran evitar las acciones por completo sería mejor.

El rendimiento de los bonos del Tesoro de EE.UU. a diez años es inferior al 2%, pero es seguro.

«Hay momentos –y ahora es un buen ejemplo– en los que es mejor tener una experiencia frustrante y no perder dinero», opina Johnson.

No todos los analistas son tan sombríos en relación con estos problemas principales. Marc Pado, estratega del mercado estadounidense de Cantor Fitzgerald, con sede en San Francisco, dice que los inversionistas podrían ser demasiado pesimistas y señala que el mercado bursátil anticipa una caída de 10% en los ingresos para 2012.

Hay una posibilidad real de una grata sorpresa, añade. En particular, señala apoyarse en los inventarios en EE.UU. Si hubiera algún aumento en la demanda, entonces las reservas estarán tan bajas que es probable que las fábricas tengan que aumentar la producción.

«Podría ser mayor de lo que muchos piensan», sostiene.
—Simon Constable es el author, junto a Robert E. Wright, de «The WSJ Guide to the 50 Economic Indicators That Really Matter: From Big Macs to ‘Zombie Banks,’ the Indicators Smart Investors Watch to Beat the Market.»
Fuente: The Wall Street Journal, 03/10/11.
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