Andalucía se rebela contra el ajuste

septiembre 1, 2012 · Imprimir este artículo


La desesperanzada Andalucía se rebela contra el ajuste
Por Adrián Sack

 

CÁDIZ – Con 34% de su población al margen del mercado laboral, Andalucía se ha convertido en el indeseado centro de la desocupación récord de España, y de la crisis europea. Sus paisajes no hacen más que exponer, en distintos rincones de la región, la fría estocada de ese índice.

Complejos «fantasma» escondidos entre los yuyales de Lebrija; vendedores ilegales de «coquines» (especie de berberecho) en las veredas de Cartaya; persianas de comercios bajas en Ayamonte, y obras en construcción carcomidas por el abandono en Sevilla son apenas algunas postales de cinco años de deterioro sin freno.

Pero el tiempo para vivir y soportar en este ambiente endurecido parece empezar a agotarse para los andaluces.

No por casualidad fue esta región con un 35% de pobreza la primera en mostrar, a través del titular del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Juan Manuel Sánchez Gordillo, el rechazo a la desocupación y la miseria generadas por los sucesivos recortes al presupuesto del Estado nacional.

A través de la toma y los saqueos de dos supermercados , a principios de agosto, el movimiento conducido por Sánchez Gordillo dio el primer aviso de que la lucha contra el gobierno y los bancos puede llegar más allá de las marchas y huelgas realizadas por los grandes sindicatos nacionales.

Este llamado de atención llevó a poner la lupa de los observadores españoles y europeos sobre Andalucía, contra la que llovieron críticas por la mala administración y el estado de abandono de una de las regiones más ricas por sus recursos agrícolas y atractivos turísticos.

Las quejas llegaron, incluso, desde el propio Palacio de la Moncloa, donde el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, acusó implícitamente al gobierno socialista de la comunidad más austral de España de ser víctima de la corrupción estructural.

«Andalucía no es transparente, y no sólo tiene un problema de transparencia, sino también de credibilidad», dijo el funcionario.

Cierta o no, la afirmación del ministro es difícil de desmentir en esta región, donde los más castigados por la crisis ya no creen en sus gobernantes, sino en tomar la iniciativa con sus propias decisiones para salir de la pobreza.

Éste también es el caso del fenómeno «okupa». La región fue pionera en la toma de viviendas construidas gracias al financiamiento de los bancos, que no fueron entregadas por falta de pago de las hipotecas o por la súbita cancelación de las obras.

En un alto de su última marcha a pie, con la que busca reclutar apoyo para su causa en toda Andalucía, Sánchez Gordillo dialogó con LA NACION luego de su almuerzo en una vereda céntrica de Cádiz.

«No vamos a parar. La nuestra es una lucha intensa, que durará lo que sea necesario. Estamos señalando con el dedo a los bancos y al gobierno, que son los principales culpables de esta crisis, y eso molesta mucho. Pero alguien tiene que decir estas verdades, y por eso estamos nosotros aquí, andando», afirmó el dirigente de Izquierda Unida (IU) y alcalde de la localidad sevillana de Marinaleda.

Aunque aquellas «expropiaciones» de alimentos fueron consideradas aisladas y temerarias por el gobierno central y los grandes medios, las autoridades de Andalucía y España le respondieron al caudillo con todo su poder.

El fin del buen humor

La artillería oficial incluyó fuertes denuncias contra el dirigente gremial, que fue acusado de delincuente por el gobierno de Mariano Rajoy, y también el lanzamiento de inmensos operativos de seguridad para custodiar supermercados al paso de sus huestes.

«Es un sarcasmo que se nos acuse de sustraer ilegalmente alimentos a nosotros, cuando de Bankia se roban miles de millones de euros. Y lo mismo hacen [el yerno del rey, Iñaki] Urdangarín y muchos bancos españoles a través de las hipotecas basura. Pero el peso de la ley sólo cae sobre nosotros», protestó.

No obstante, Sánchez Gordillo, protagonista de lo que parece el primer síntoma de estallido social en España, aún no encuentra un claro apoyo entre los ciudadanos de Andalucía.

«Los políticos y los empresarios, en especial los banqueros, nos han estafado a su antojo. Pero no me parece que a los ladrones haya que robarles, porque no estamos dando un buen ejemplo. En todo caso, hay que echarlos», dijo Gema Giménez Pardo, empleada administrativa de una fábrica de Sevilla.

En tanto, Isidoro Gómez, un agricultor que dijo no tolerar más su situación actual, tampoco cree en los métodos de Sánchez Gordillo.

«Yo no podría llevarme algo de un supermercado, ni de ningún lado, sin pagar. Me parece inaceptable. Pero tampoco se puede tolerar que a un campesino como yo le paguen 30 céntimos de euro el kilogramo de aceitunas que cosechamos, y luego en los grandes supermercados se venda a 4 o 5 euros ese mismo kilo. Eso también es un robo», dijo el agricultor.

En sintonía con él, Cristina, una joven que atiende un quiosco de la localidad rural de Lepe, dijo que «algo hay que hacer» para cambiar la realidad en Andalucía.

«Los políticos ponen la cara en los afiches durante las elecciones, pero después no aparecen más. A mí no me gusta mucho lo que hizo Sánchez Gordillo, pero no le tengo miedo. Miedo sólo me da el otro barbudo, el que está en Madrid [por Rajoy] porque cada vez que habla anuncia un nuevo ajuste», observó la chica, quien confesó estar «cansada» de que decaigan la clientela y el buen humor en su pueblo.-

 

Contrastes a la española

Las diferencias crecen en el país y con el resto de la UE.

Jóvenes a la deriva.

Si bien el desempleo juvenil golpea con fuerza a toda España, en el Sur el flagelo se acentúa y alcanza a cerca del 60% de los jóvenes

Lejos del norte europeo.

Ocho de las diez regiones europeas con más desocupación son españolas. Austria y Holanda, en cambio, son los países con zonas con menos desempleo.

Rescates frecuentes.

Cada vez son más las regiones que piden ayuda, incluso algunas antes ricas.

 

Números de la desigualdad

34%

Desempleo andaluz

Encabeza el listado de regiones europeas con mayor desocupación.

15,2%

La desocupación vasca

Además de Baleares, el País Vasco tiene el menor número de desempleados de España.

Fuente: La Nación, 01/09/12.

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Andalucía

Es la comunidad autónoma más poblada de España (8.424.102 habitantes a 1 de enero de 2011) y la segunda más extensa, lo que explica su peso en el conjunto de España. Se encuentra situada al sur de la península ibérica; limitando al oeste con Portugal, al norte con las Comunidades Autónomas de Extremadura y Castilla-La Mancha, al este con la Región de Murcia Y al sur con el océano Atlántico, el mar Mediterráneo y Gibraltar. A través del estrecho de Gibraltar, separado por 14 km en su parte más estrecha, se encuentran Marruecos y Ceuta en el continente africano. En 1981 se constituyó en comunidad autónoma, al amparo de lo dispuesto en el artículo segundo de la Constitución Española de 1978, que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones españolas. El proceso de autonomía política se cursó a través del procedimiento restrictivo expresado en el artículo 151 de la Constitución, lo que hace de Andalucía la única comunidad española que accedió a la autonomía a través de dicho procedimiento. El preámbulo del Estatuto de Autonomía de Andalucía de 2007 dice que la Constitución de 1978, en su art. 2, reconoce el espíritu de la asamblea de Córdoba de 1919 que definió a Andalucía como una «realidad nacional» . Posteriormente, en su articulado, habla de Andalucía como nacionalidad histórica. En el anterior estatuto de autonomía, el Estatuto de Autonomía de 1981 o Estatuto de Carmona, era definida en el art. 1 como «nacionalidad».

El marco geográfico es uno de los elementos que da singularidad y personalidad propia a Andalucía. Desde el punto de vista geográfico, podemos distinguir tres grandes áreas ambientales, conformadas por la interacción de los distintos factores físicos que inciden sobre el medio natural: Sierra Morena –que separa Andalucía de la Meseta–, los Sistemas Béticos y la Depresión Bética que individualizan la Alta Andalucía de la Baja Andalucía.

La historia de Andalucía es el resultado de un complejo proceso en el que se fusionan a lo largo del tiempo diferentes pueblos y culturas, así como diferentes realidades socioeconómicas y políticas. A pesar de la contemporaneidad de la formación del Estado Autonómico Andaluz, no se puede olvidar la impronta que han dejado por el actual territorio andaluz pueblos como el íbero, el celta, el fenicio, el cartaginés, el romano o el musulmán.

La realidad económica andaluza actual está marcada por la desventaja de Andalucía con respecto a los marcos globales español y europeo, básicamente por la tardía llegada de la revolución industrial, dificultada por la situación periférica que adoptó Andalucía en los circuitos económicos internacionales. Como consecuencia, queda el menor espacio relativo de la industria en la economía y el gran peso que aún posee la agricultura e hipertrofia del sector servicios.

La cultura andaluza es fruto del paso de diferentes pueblos y civilizaciones que, con el tiempo, han ido conformando una identidad cultural particular. Estos pueblos, algunos muy diferentes entre sí, han ido dejando una impronta lentamente asentada entre los habitantes.

Fuente: Wikipedia.

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