Argentina: Cayó 41% la inversión extranjera directa

mayo 28, 2015 · Imprimir este artículo

Por el cepo y la nacionalización de YPF, cayó fuerte la inversión extranjera

Por Martín Kanenguiser.  

La inversión extranjera directa (IED) en la Argentina registró un estrepitoso descenso el año pasado, según la Comisión Económica para América latina (Cepal), que lo atribuyó a la nacionalización de YPF, aunque los analistas locales creen que la principal razón tiene que ver con el cepo cambiario en particular y la falta de incentivos en general.

devaluacion argentinaLa caída, muy superior al promedio regional, fue del 41%: de US$ 11.301 millones en 2013 a US$ 6612 millones en 2014, cifra que, según la organización de Naciones Unidas, «representa el nivel más bajo recibido desde 2009». La Cepal, que mantiene un excelente vínculo político con el Gobierno, a diferencia de otros organismos extranjeros, recordó que el pico de IED durante el kirchnerismo se produjo en 2012, con US$ 15.324 millones, mientras que el promedio 2003-2007 fue de US$ 5350 millones.

El resultado local del año pasado representó la cuarta baja más importante de la región, después de Venezuela (-88%), Bolivia (-63%) y México (-49), según el informe difundido ayer desde Santiago de Chile, que precisó que, en promedio, la caída en la región fue del 16 por ciento. Según el informe «la razón principal es la nacionalización de YPF, que tuvo lugar en 2012, pero no terminó de resolverse hasta 2014; el Gobierno pagó 5000 millones de dólares a la empresa española Repsol como compensación por la expropiación del 51% de YPF. Posteriormente, Repsol vendió el 12% que aún poseía. Dado que la mayoría de las acciones volvieron a manos argentinas, en la práctica esto supuso una entrada negativa en la balanza de pagos».

 

El reporte aclaró que «al margen de esta operación, la inversión extranjera directa en el país se habría mantenido en un nivel similar al de años anteriores. La mayoría de las entradas correspondieron a utilidades reinvertidas, que llegaron a 7365 millones de dólares».

Justamente esta reinversión se debe a la razón que brindaron a LA NACION los expertos para explicar la situación de las IED: solo se invierte lo que no se puede sacar del país, a través de decisiones informales o normas poco transparentes de las diferentes áreas del Gobierno.

Dentro de las 10 operaciones más grandes de desinversión registradas el año pasado por la Cepal, dos correspondieron a la Argentina: una fue la de Repsol y la otra la de Apache en el sector de gas.

Dante Sica, director de la consultora Abeceb, dijo que «más que por Repsol, la caída se debe al efecto del cepo; lo único que queda adentro es lo que no puede salir. Casi no hay flujo nuevo; algo por Chevron y poquito más». Según el experto en temas industriales, «hasta que no haya un cambio de ciclo político y se levante el cepo con una unificación cambiaria, no cambiarán estas condiciones. Y más allá de quien gane, cualquiera deberá corregir estas distorsiones, aunque después cada uno colocará su impronta en términos de shock o gradualidad».

El economista de la corriente oficialista La Gran Makro Agustín D’Attellis también admitió que «la caída tiene que ver con cuestiones vinculadas a las restricciones cambiarias y la restricción del giro de dividendos al exterior; ambas medidas se tornaron necesarias, ya que las alternativas a no implementarlas hubiesen tenido efectos peores sobre la dinámica macroeconómica, pero es importante de aquí en adelante avanzar en un esquema legal que establezca una regla con porcentajes de reinversión y posibilidad de giro de dividendos, para el flujo futuro de estas inversiones».

En tanto, el analista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, aclaró que «lo relevante es que, más allá de extranjera o nacional, el nivel de inversión de la economía es baja: está en el 19% del PBI a precios constantes. En cuanto a la extranjera, en 2012 y 2013 hubo subas por reinversión de utilidades y eso perjudica la comparación con 2014». Por otra parte, opinó que «la situación cambiará solamente si el nuevo gobierno hace algo respecto del tipo de cambio, el cepo y la inflación, entre otras cuestiones relevantes».

Por su parte, el economista jefe de la consultora Ferreres & Asociados, Fausto Spotorno, sostuvo que «en el caso de inversiones y adquisiciones no hay ningún proyecto, sólo gente mirando, nada más. Para que esa situación cambie debe haber una política mucho más clara en términos de utilidades y dividendos, desregular mucho la operatoria cambiaria para facilitar la compra de empresas desde el exterior y brindar perspectivas de crecimiento económico». El economista afirmó que «hay tres sectores con mucho potencial: energía, sobre todo en gas; la minería, donde se invirtió mucho, pero que ahora requiere otra política de dividendos y utilidades y estabilidad impositiva, y el sector agropecuario, que podría estar produciendo 30% más para 2022 si se le sacaran las restricciones que tiene. Y también los bancos, si bajara la inflación».

FRENO AL INGRESO DE DIVISAS

Desplome inversor

La inversión extranjera directa (IED) en el país cayó 41% el año pasado, hasta los US$ 6612 millones, el nivel más bajo desde 2009.

Estatización y cepo

La Cepal cree que el desplome de la IED se debe a los efectos de la estatización de YPF. Pero los especialistas locales lo atribuyen al cepo cambiario, a las restricciones al giro de dividendos y a la falta de incentivos en general.

Entre los peores

El resultado representó la cuarta baja más importante de la región, después de Venezuela (-88%), Bolivia (-63%) y México (-49). El país también registró algunas de las desinversiones más grandes.

Fuente: La Nación, 28/05/15.

 

 

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