Argentina: El Banco Central perdería US$ 6.000 millones de reservas
junio 8, 2011 · Imprimir este artículo
El Central perdería este año hasta US$ 6.000 millones de reservas
Por Ismael Bermúdez
Pese a los dólares excedentes que deja el comercio exterior, debido a los pagos de la deuda y la salida de capitales , la mayoría de los economistas prevé que este año las reservas internacionales del Banco Central pueden disminuir entre US$ 4.000 millones y US$ 6.000 millones : bajar de los actuales US$ 52.000 millones hasta US$ 46.000 millones. En consecuencia, ya vaticinan que tras las elecciones presidenciales el Gobierno deberá replantearse la política cambiaria ya que no podrá seguir pagando deuda con reservas y deberá endeudarse en los mercados internacionales.
Ya en lo que va del año, con un superávit comercial de más de $ 4.000 millones, y con el pie en el freno sobre las importaciones y los giros de utilidades al exterior, las reservas del BCRA tuvieron un ligero retroceso. Eso llamó la atención porque se descontaba que en la primera mitad del año las reservas deberían haber crecido por ser un período de fuerte liquidación de divisas de las exportaciones. Sin embargo, eso no pasó porque, en un contexto “de creciente inflación en dólares”, hubo una aceleración de la salida de capitales.
“El propio BCRA dejó de acumular reservas, aún cuando la economía está transitando el mejor trimestre en términos de oferta de dólares. Con una cosecha récord, precios de commodities agropecuarios significativamente mayores a los del año pasado y bajos vencimientos de deuda pública, las reservas del Banco Central presentan un escaso movimiento por la fuga de capitales que compensó el ingreso de los dólares comerciales y el financiamiento neto de la economía en un contexto donde las provincias, empresas e incluso el propio sector público a través de la venta de bonos por parte del ANSES colocaron deuda”, dice el último informe del Estudio Bein. Y precisa: “En particular, con una liquidación de divisas del agro que sumó casi US$ 7.420 millones desde principios de marzo, las reservas del BCRA se mantuvieron constantes”.
Para los próximos meses, Rodrigo Álvarez de Ecolatina estima que el panorama se acentúa porque se prevé una menor liquidación de divisas del comercio exterior, vence el grueso de la deuda de este año (como el Boden 2012 y el cupón PBI) y por las elecciones puede incrementarse la fuga de capitales. Ecolatina estima que “la fuga podría sumar este año entre U$S 16.000 millones y 18.000 millones, de los cuales hasta ahora unos 7.000 millones ya se fueron”.
Maximiliano Castillo Carrillo, de ACM consultores, estima que “el movimiento de divisas – entre el comercio exterior, préstamos y pago de deuda – podría arrojar un saldo positivo en torno de los U$S 10.000 millones y la salida de capitales ascendería a los U$S 16.000 millones. La diferencia -U$S 6.000 millones- implica caída de las reservas”.
Este escenario explica toda una serie de medidas que fue adoptando el Gobierno para “cuidar” las reservas, como las restricciones a las importaciones, el freno a los giros al exterior de utilidades y dividendos, el alargamiento de las negociaciones de pago de la deuda con el Club de París, los controles sobre la venta de dólares o las restricciones a los reaseguros en el exterior. Estas medidas podrían profundizarse en los próximos meses.
Sin embargo, si bien el margen de maniobra del Banco Central es grande y puede seguir manejando la paridad oficial del dólar como hasta ahora, esas medidas podrían realimentar las incertidumbres futuras sobre la política cambiaria que, como dice el Informe Bein, “no está asociada al proceso electoral en sí, sino más bien a la política para el día después”.
Fuente: Clarín, 08/06/11.
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El BCRA, “empapelado”
De tanto usar reservas para financiarse y pagar los vencimientos de la deuda, este año la deuda del Tesoro con el Banco Central aumentaría unos US$ 12.000 millones (39% más). Así, a fin de año, el Gobierno le estará adeudando al BCRA unos US$ 42.800 millones y casi la mitad de sus activos serían “papeles” del Gobierno.
De esto se desprende que hoy de los activos del BCRA, que respaldan los pesos en circulación y demás deudas del Banco Central, unos U$S 52.000 millones serían las reservas en divisas y U$S 30.000 millones “papeles” del Gobierno. Pero hacia fin de año, con la caída de reservas y la mayor deuda oficial, la proporción se acercaría al “fifty fifty” (50/50%) que el Gobierno pregona para la relación entre capital y trabajo.
Fuente: Clarín, 08/06/11.
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Más estrés para la política cambiaria
Por Hernán Lacunza
La política cambiaria enfrentará un estrés creciente, ya que la fuga de capitales y el pago de deuda con reservas podría provocar un faltante de unos US$ 5.000 millones. Nada grave, si se tiene en cuenta que dispone de US$ 52.000 millones de reservas. Es decir, tiene el músculo suficiente para subir al ring, aunque deberá demostrar pericia para boxear. Porque si pretendiera preservar la estabilidad cambiaria “sin sacrificar” reservas y sin tolerar subas en la tasa de interés, probablemente termine el año dando golpes al aire y con cicatrices en el rostro … y con menos reservas.
Descártense razones estrictamente coyunturales para explicar la sangría de capitales: la fuga era de US$ 3.000 millones anuales entre 2003-2006, y pasó a un promedio de US$ 16.000 millones entre 2008 y 2011. Hay que buscar las causas en la erosión de los “pilares del modelo” (superávits gemelos y tipo de cambio competitivo) y en la incipiente evidencia de atraso cambiario: estancamiento del empleo y US$ 25.000 millones de déficit comercial de la industria.
En ese marco de mayor estrés, no es inocuo el deterioro patrimonial del Banco Central: el financiamiento al Tesoro pasó de un promedio anual de $ 12.000 millones entre 2004 y 2009 a $ 60.000 millones anuales en 2010 y 2011; la paridad técnica del balance orilla los $ 7 por dólar; el respaldo de los pasivos monetarios bajó del 80% al 55%; el resultado cayó de $ 23.500 millones en 2009 a $ 9.000 millones en 2010, y sería nulo en 2011; sustituyó activos de alta calidad (reservas) por activos de dudosa “realización” (letras del Tesoro a 10 años, intransferibles, sin liquidez), que representan el 400% de su patrimonio neto; excluidos los activos del sector público, el patrimonio neto del BCRA es negativo en 6% del PBI.
En definitiva, en un momento de tensión cambiaria, el deterioro patrimonial del Banco Central no sólo limita su poder de fuego, sino que podría retroalimentar el estrés . Dicho desgaste no se produjo en una fase contractiva, donde es natural que el Central salga en auxilio del Tesoro, sino en una fase de auge, con el PBI creciendo un 9% y la recaudación tributaria aumentando al 35% anual. Sabemos que las crisis se incuban por gastar a cuenta en períodos de abundancia.
Fuente: Clarín, 08/06/11.
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