Argentina: El control de cambios entorpece la venta de inmuebles

noviembre 14, 2011 · Imprimir este artículo

Las compras de extranjeros, paradas

Por Carlos Manzoni 

 

Paul Reynolds está decepcionado y desesperado. El hombre es el dueño de Reynolds Propiedades, una inmobiliaria que trabaja desde hace 45 años con clientes extranjeros, y, según comenta, las últimas dos semanas se han convertido en una pesadilla: los controles para la compra de dólares impuestos por el Gobierno hacen caer una tras otra las operaciones de personas no residentes en el país.

Ocurre que con las nuevas disposiciones cambiaras es imposible concretar la operatoria tal como se estilaba hasta hace 15 días. Como la compraventa se asienta en pesos, lo normal era que el extranjero abriera una cuenta en un banco en la Argentina y transfiriera allí sus dólares, que luego eran convertidos en moneda local por la entidad y entregados «virtualmente» en el momento de firma de escritura al vendedor. Acto seguido, éste cambiaba en forma electrónica esos pesos por dólares y todos contentos.

«Todo se hacía en el mismo banco y de manera bastante ágil», dice Juan Sebastián Emiliani, a cargo de normativa cambiaria de la firma FDI Gerenciamiento Patrimonial. «Pero ahora todo cambió porque, como la AFIP rebota la mayoría de los pedidos para comprar dólares, no hay un solo vendedor que quiera aceptar los pesos», explica Emiliani.

Tampoco queda la posibilidad de que el propio extranjero se haga de esos dólares, ya que por disposición del organismo recaudador no está permitido a un no residente comprar más de 5000 dólares por mes.

Así las cosas, las inmobiliarias están desesperadas. «Esto me paraliza totalmente la oficina. Hoy tengo nueve inversiones de extranjeros que se quieren ir», se lamenta Reynolds.

«De 25 empleados, ahora queda la mitad porque no se mueven las operaciones de no residentes. Tengo que salir ahora a buscar más mercado local, donde tampoco se sabe qué va a pasar», agrega.

La desazón no es exclusividad suya. Carlos Sotelo, vicepresidente primero del Colegio de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires, confiesa que aún no está muy claro cuáles son los procedimientos por seguir. «Los bancos no tienen todas las instrucciones o las desconocen, con lo que se produce más desasosiego en la gente», señala el hombre.

Emiliani, por su parte, dice que conoce el caso puntual de dos inmobiliarias a las que se les cayeron cuatro operaciones en una misma semana. «Como está planteado el tema, muchas salidas no hay», dice. Mientras que Jorge Toselli, de JT Inmobiliaria, afirma que está todo muy paralizado.

¿Existe alguna luz de esperanza? Hay una, pero muy tenue: la AFIP sacó una circular que dice que hay que imprimir la desautorización en la web para comprar dólares y llevarla a ese organismo, junto con toda la documentación respaldatoria para habilitar el permiso. «Pero nadie se la va a jugar, porque en este caso el vendedor tiene que recibir igual los pesos y después arriesgarse a que se lo autorice o no», advierte Emiliani.

Ni salen ni entran

La paradoja es que el Gobierno impuso el control para contener la salida de divisas, pero lo que logra en estos casos es impedir su ingreso. Para Reynolds, éste es el último eslabón de una cadena que espanta las inversiones extranjeras y que incluye la estatización de las AFJP, la obligación de liquidar divisas en el país impuesta a petroleras y mineras, y la auditoría que hace la AFIP sobre las propiedades de los no residentes.

«Por eso todo el mundo se vuelca a Uruguay, porque allí hay reglas precisas y consistentes. Nuestro vecino se está comiendo todas las inversiones inmobiliarias que antes venían acá», se queja Reynolds.

«Doy disertaciones en el extranjero para atraer inversores inmobiliarios, y de pronto lo único que veo en este país es una traba tras otra», remata.
Fuente: La Nacion, 14/11/11.

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