Ciudades industriales norteamericanas fomentan la inmigración

mayo 24, 2013 · Imprimir este artículo

Las ciudades industriales de EE.UU. le abren la puerta a la inmigración
Por Mark Peters y Jack Nicas

ST. LOUIS — Las preocupaciones de que los inmigrantes podrían quitarle empleos a los estadounidenses de nacimiento son prevalentes en partes del país, pero algunas ciudades en Estados Unidos están tomando una perspectiva diferente: les están abriendo las puertas a los inmigrantes con la idea de revertir a largo plazo el descenso de la población.

Las ciudades, la mayoría en la región central norte y central atlántica de EE.UU., están apostando a que atraer personas nacidas en el extranjero puede impulsar la creación de empresas y reavivar vecindarios decaídos. Las medidas varían, desde proclamaciones para dar la bienvenida a inmigrantes, contratación de personal dedicado a atraer a nuevos residentes y traducción de sitios web del gobierno, hasta esfuerzos de conectar a estudiantes internacionales con empresas locales.

«Hemos tenido a vecindades decimadas por la pérdida de población, y la única forma de reconstruirlas es trayendo a nuevas personas aquí», indicó el concejal de la ciudad de Pittsburgh, Bill Peduto, un candidato a la alcaldía que en su plataforma de campaña incluye una propuesta para atraer a inmigrantes.

Los esfuerzos son más evidentes en los estados del llamado cinturón industrial de EE.UU., o Rust Belt, una región fuerte en la manufactura, que hace un siglo era un destino principal para inmigrantes. Sin embargo, durante el auge de la inmigración de décadas recientes, los recién llegados descartaron en buena parte a Detroit, Cleveland y St. Louis conforme la industrial fabril allí —y en otras ciudades de la región— se debilitó. Optaron en lugar por ciudades como Phoenix y Dallas.

Entre 2000 y 2011, el cinturón industrial, que se extiende desde el oeste de Pensilvania hasta el Río Mississippi, comprendió a 18 de las 25 ciudades con la reducción más rápida de población en el país. Su proporción de residentes nacidos en el exterior se mantuvo bastante rezagada comparada al promedio nacional de alrededor de 13%, con menos de 5% en algunas ciudades. Conforme Pittsburgh y Dayton, en Ohio, por ejemplo, registraron una reducción de sus poblaciones, también se perdieron del auge inmigratorio nacional caracterizado por un aumento de 25% de residentes nacidos en el extranjero en la última década, comparado con un incremento de 8% de los residentes nacidos en EE.UU.

En St. Louis, la agencia local de desarrollo económico contrató en marzo a Betsy Cohen, una ex ejecutiva de la división Purina, de Nestle SA, para que lanzara los primeros programas de la ciudad para atraer extranjeros. La población de la ciudad se ha reducido en casi dos tercios a 318.000 habitantes desde su punto máximo en los años 50.

En una mañana reciente, mientras escuchaba una lección de español en su auto, Cohen se dirigió a una reunión con líderes empresariales y gerentes locales en las afueras de St. Louis. «Imaginen esto: para 2020 —con su ayuda, con mi ayuda— tenemos la tasa más rápida de crecimiento de inmigración», les dijo a un grupo de líderes empresariales de origen asiático.

Estas iniciativas contrastan con las de Arizona, Alabama y otros estados, en donde las preocupaciones de que los inmigrantes indocumentados podrían quitarles empleos a los trabajadores nacidos en EE.UU. y aumentar los costos del gobierno han contribuido a impulsar una implementación más estricta de las leyes de inmigración. Demandas y acciones judiciales de líderes empresariales y activistas de derechos civiles han desacelerado la tendencia a nivel estatal, y ahora el debate se ha concentrado en gran parte a nivel federal, en donde el Senado sopesa una reforma a la política inmigratoria.

Los economistas difieren sobre el impacto de los inmigrantes sobre la actual fuerza laboral y los salarios. Los promotores de los esfuerzos de reclutamiento en el cinturón industrial dicen que deben tener cuidado de evitar la resistencia de los ciudadanos de nacimiento que podrían sentirse rezagados.

Según los investigadores, la decisión de los inmigrantes sobre el lugar donde se establecerán es definida en gran parte por vínculos familiares y la disponibilidad de empleo, lo que complica las iniciativas en lugares donde el crecimiento es lento. «Consiste principalmente en las oportunidades económicas, y una vez que los pioneros llegan y encuentren empleos, las redes sociales entran en acción», aseveró Jeanne Batalova, una analista del Instituto de Política de Migración, un centro de estudio con sede en Washington, D.C.

Un grupo de profesores en las universidades de St. Louis también están preparando un estudio de las medidas que otras ciudades han tomado. Algunas incluyen programas de alcance diseñados para unificar a grupos étnicos existentes y la apertura de un centro de bienvenida con ofertas de capacitación y enseñanza de idiomas.

Jack Strauss, profesor de economía en la Universidad de St. Louis, dijo que los inmigrantes que la ciudad atrae tenderán a ser ya sea trabajadores altamente capacitados que las empresas no encuentran con facilidad o trabajadores con habilidades básicas dispuestos a aceptar empleos que la mayoría de los residentes nacidos en EE.UU. rechazan. «Nuestras empresas necesitan tanto a trabajadores como consumidores», indicó.

Detroit es la ciudad más avanzada con estas iniciativas. La ciudad cuenta con la organización sin ánimo de lucro Global Detroit, que ya ha recaudado US$5 millones, en su mayoría del sector privado, para programas destinados a atraer inmigrantes. Tres empleados están dedicados a convencer a estudiantes internacionales que se queden en la ciudad. También han organizando eventos en universidades y seminarios en la web para ayudar a posibles empleadores con el proceso de visas.

En Pittsburgh, la organización sin ánimo de lucro Vibrant Pittsburgh recluta extranjeros altamente capacitados en convenciones nacionales, envía con frecuencia emails sobre oportunidades de empleo a grupos comunitarios de inmigrantes y, desde junio, ha otorgado US$100.000 en subsidios a 25 grupos comunitarios locales que se enfocan en inmigrantes.

Teanna Medina, una joven de origen cubano de 25 años, ya había comprado su pasaje a Brasil tras obtener una maestría el año pasado de la Universidad de Pittsburgh. Pero Vibrant Pittsburgh le ayudó a encontrar trabajo en el área y decidió quedarse. Unos meses después, su primo de 41 años, Lázaro Rodríguez, cruzó la frontera con México como refugiado cubano con otras 20 personas. «Muchos fueron a Nueva York y muchos fueron a Miami», expresó Medina. «Pero él fue el único que se vino a Pittsburgh».

Fuente: The Wall Street Journal, 13/05/13.

Rust Belt

Estados del cinturón industrial:

Delaware (Wilmington).

Illinois (zona noreste, principalmente en torno a Chicago).

Indiana (zona norte).

Maryland (Baltimore).

Míchigan (zona sur)

Missouri (Saint Louis).

Nueva Jersey (zona norte).

Nueva York (principalmente en torno a Buffalo y Nueva York).

Ohio (zona norte).

Pennsylvania (gran parte de su territorio)

Virginia Occidental (zona norte).

Wisconsin (zona este, principalmente en torno a Milwaukee).

Historia

El surgimiento de esta área como centro industrial vino motivado por su cercanía de las minas de carbón de Virginia Occidental, Tennessee, Kentucky y algunas zonas de Pennsylvania. El gran flujo de inmigración que provocó el incremento poblacional del siglo XIX, así como el transporte fluvial a través de los Grandes Lagos facilitaron el desarrollo de la zona. La región fue de las primeras en dispones de servicio de ferrocarril en el país.

El declive de las manufacturas viene provocado por la globalización y por la generalización de tratados internacionales de libre comercio. Otros motivos posibles, pero menos comentados, son la progresiva integración del transporte y los patrones migratorios dentro de Estados Unidos; así, ya que actualmente la proximidad a las fuentes de energía y materias primas no es tan importante, parte de la inversión en manufacturas se ha desplazado dentro del país hacia estados con unos salarios más bajos, situados en la zona geográfica conocida como el Sun Belt. La crisis y decadencia del manufacturing belt ha provocado que el término rust belt (cinturón de óxido) sea mucho más empleado y conocido.

Efectos de la desindustrialización

El estado más afectado por la desindustrialización fue Míchigan. Detroit, una de sus principales ciudades, perdió la mitad de su población en los últimos 30 años con un gran incremento del crimen. Con un 7,4%, Michigan ostenta el peor índice de desempleo de Estados Unidos a fecha de agosto de 2007. En Detroit, el desempleo ronda el 14% y un tercio de su población vive en la pobreza.

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