El “shock de pesos”, ¿la fórmula que viene?

agosto 16, 2012 · Imprimir este artículo

El “shock de pesos”, ¿la fórmula que viene?

Por Daniel Fernández Canedo

 

Dos de cada tres días, la presidenta Cristina Kirchner destaca que el norte de su política económica es favorecer el consumo para expandir el mercado interno.

Frente a eso, muchos economistas esperan lo que denominan un “shock de pesos” para esta segunda parte del año.

El concepto “shock de pesos” surge de la nueva capacidad de emitir billetes que tiene el Banco Central a partir de la modificación de su Carta Orgánica.

Uno de los objetivos de los cambios en la Carta Orgánica fue que el Gobierno pudiese disponer de las reservas de dólares para pagarle a los acreedores privados. Otro, ampliar en forma considerable la posibilidad de emitir pesos para asistir al Tesoro de la Nación.

Hasta el cambio, el Central podía darle pesos al Gobierno por el equivalente al 10% de la recaudación impositiva más el 12% de la base monetaria (uno de los indicadores sobre el dinero líquido que tiene una economía). Con la reforma, puede otorgarle al Tesoro adelantos por otro 10% de la recaudación.

Así, en lo que resta del año el Central podría emitir para darle al Gobierno entre 50 mil y 60 mil millones de pesos adicionales, una cifra enorme.

Como el Gobierno avanza con la idea de que o bien la inflación no existe, o bien es buena para favorecer la reactivación, dentro y fuera del Ministerio de Economía se espera un uso intensivo de esa masa de fondos desde ahora hasta diciembre.

Buena parte del dinero servirá para cubrir un resultado que se viene dando desde hace meses: el gasto público crece al 30% anual mientras que la recaudación lo hace al 25%.

Tan fácil como en cualquier casa: si sale más de lo que entra, es necesario buscar financiación o se aumenta la deuda.

Lejos quedaron los tiempos en que el Gobierno tenía superávit (también los del dólar alto) y ahora el rojo fiscal necesita pesos y el Central está presto a brindárselos .

La segunda parte del año encuentra a la economía con algunas particularidades interesantes.

La desaceleración del primer semestre fue muy fuerte; sin embargo, la inflación no cedió .

El año pasado, la Argentina creció 9,2% y el aumento de los precios que midieron las provincias superó el 20%.

Este año, el crecimiento sería cero pero la inflación seguiría flameando por encima del 20% . No se crece pero los aumentos estarían lejos de ceder.

Frente a ese resultado sería que el Central decidió acelerar el ritmo de devaluación del peso y el dólar oficial terminaría aumentando este año 17% para evitar que se retrase más.

Entre los hechos curiosos está que, con inflación superior al 20% y el dólar subiendo a un ritmo del 17%, los depósitos en pesos tengan un aumento importante ( 40% ) a pesar de que la tasa que le pagan a los ahorristas por los depósitos a plazo fijo ronda el 13% anual .

Así, a diferencia de lo que ocurría en el pasado reciente cuando la tasa de los plazos fijos perdía frente a la inflación pero le ganaba a la variación del dólar oficial, hoy los tipos de interés pierden frente al dólar y a los precios.

En ese sentido, el cepo cambiario oficial muestra efectividad aunque el fuerte aumento de la circulación monetaria (crece al 35% anual) estaría indicando que una parte de los ahorristas podría estará pensando en comprar dólares en el paralelo.

Entre la buena noticia de la suba de los depósitos en pesos, los pronósticos de lluvia para el momento de la cosecha y el precio de la soja estabilizado con comodidad por encima de los US$ 600, el panorama para 2013 va tomando color .

En 2013, hay menos vencimientos de deudas que este año y las exportaciones del campo podrían ser mayores, con lo que al Tesoro no debería faltarle dólares.

¿Con más dólares en el bolsillo, aflojará el Gobierno el cepo cambiario ?.

Economistas cercanos al oficialismo arriesgan que si hay cambios, el año que viene, serán pausados y limitados a la autorización de importaciones y al giro de ganancias de algunas empresas.

Ese es el resultado que también esperan los ahorristas que creen que el dólar oficial de $ 4,62 es una de las pocas perlas baratas que quedan en la Argentina y adelantan el pago de vacaciones en el exterior o algunos viajes postergados en la creencia de que se puede tratar de la última oportunidad de conseguir dólares al precio más bajo del mercado.

El Gobierno consiguió taponar la salida de divisas y pudo juntar los dólares de la exportación que, en la primera parte del año, le permitieron pagar la deuda.

Lo hizo a costa de aplicar un fuerte freno a la economía y sin lograr un descenso de la inflación por la desconfianza que desataron el cepo cambiario y la idea de que el Gobierno puede tomar casi cualquier medida para conseguir fondos en el mercado interno con el objetivo de que el Estado siga aumentando su gasto.

La posibilidad de que entren más dólares del campo vuelve a prolongar el horizonte económico.

Frente a eso, el Gobierno parece decir que con dólares para la deuda y pudiendo emitir generosamente, de la inflación y sus costosas consecuencias que se ocupe el común de la gente, los economistas y los malditos medios.
Fuente: Clarín, 16/08/12.

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