El eurobono genera polémica en Alemania y Francia

agosto 16, 2011 · Imprimir este artículo

El eurobono genera polémica en Alemania y Francia

Por Marcus Walker

 

BERLÍN — Alemania y Francia se están viendo forzadas a reconsiderar una idea difícil de digerir a medida que la crisis de deuda en la zona euro se propaga a sus principales economías: hacer que el bloque se haga responsable de las obligaciones de los países que lo integran.

La idea de una obligación colectiva, a la que frecuentemente se denomina «eurobonos», ha salido a colación en varias ocasiones desde el año pasado. Políticos conservadores en Alemania y otros países del norte de Europa la han rechazado de plano como una violación del ideal europeo, que supone que los países cooperan pero siguen siendo responsables de sus asuntos fiscales.

No obstante, los acontecimientos de las últimas semanas, incluyendo la fuga de capitales desde los bonos italianos y las acciones de los bancos franceses, han reanimado el debate. Los funcionarios en Alemania y Francia reconocen que se están agotando las alternativas para enfrentar la crisis. La estrategia seguida hasta el momento— recortes en los presupuestos nacionales y préstamos de rescate europeos— no ha restaurado la confianza de los acreedores en la zona euro.

A las autoridades les preocupa la posibilidad de que, si la crisis se extiende, tengan que optar entre acabar con el euro o concretar una unión fiscal total, apuntalada por los eurobonos.

Berlín y París públicamente le restaron importancia al creciente clamor por la creación de los eurobonos antes de la cumbre que se realizará el martes 16 de agosto entre la canciller alemana Ángela Merkel y el presidente francés Nicolás Sarkozy. Pero poco a poco se empieza a percibir en ambos países que Europa podría necesitar un cambio radical para salvar su moneda común.

La desintegración del mercado italiano de bonos, que podría haber generado un descalabro financiero en Europa y socavado la recuperación global, solamente fue evitada la semana pasada cuando el Banco Central Europeo intervino para apuntalar la deuda soberana del país.

El domingo, uno de los principales diarios alemanes, Die Welt, dedicó su primera página a plantear los argumentos a favor de los eurobonos para impedir el colapso de la zona euro. Los medios de comunicación germanos se han apoderado del tema, obligando a los políticos de todas las tendencias a adoptar una posición al respecto.

La asociación de exportadores alemanes llamó el lunes al gobierno a hacer lo que sea necesario para proteger el euro, diciendo que la rebaja de la calificación de la deuda estadounidense ha intensificado los temores de que la crisis de la deuda podría golpear a cualquier gobierno. «Todas las alternativas a los eurobonos nos costarán al final más dinero», dijo el influyente grupo de presión empresarial.

Merkel reiteró su oposición el lunes. «Los eurobonos no eran la solución correcta en el pasado y no lo son ahora», dijo su portavoz Steffen Seibert a los periodistas.

Una vocera de Sarkozy manifestó que los eurobonos «no están en la agenda» del encuentro del presidente con Merkel. Se espera, en cambio, que la cumbre se centre en una mejora de la coordinación de las políticas económicas de los miembros de la zona euro, dijeron funcionarios alemanes y franceses.

Pero la oposición de izquierda tanto en Alemania como en Francia apoya ampliamente los eurobonos. Y la creciente crisis ha forzado repetidamente a Merkel a cruzar fronteras que consideraba prohibidas para salvar el proyecto europeo.

Terminar con el euro sería ruinosamente caro para Alemania, dicen los funcionarios en Berlín, dado que los cambios en los tipos de cambios resultantes arrasarían con las exportaciones germanas y con el sector bancario.

Una unión fiscal implicaría construir alguna autoridad central que maneje las políticas impositivas y de gasto, incrementando los subsidios de los países ricos a los más pobres y endeudarse en forma colectiva en los mercados de bonos.

Una modificación de tal magnitud todavía no está planteada y requeriría tortuosas negociaciones políticas y cambios en los tratados de la Unión Europea.

«Es una buena noticia que estemos viendo esta discusión en Alemania, porque la zona euro no puede continuar sobrellevando una situación que vemos ahora que está contagiando a su corazón», dice Simon Tilford, economista principal en el Center for European Reform, un centro de estudios londinense.

Las preocupaciones de los inversionistas se han movido más allá de las crisis de deuda locales en Grecia, Irlanda y Portugal de los últimos meses hacia una cuestión más amplia. ¿Hay algún garante de los pagos de las deudas de economías grandes y de crecimiento lento como Italia y España?

La emisión en conjunto de bonos permitiría al bloque de 17 países sumar la fortaleza colectiva de sus economías que reúnen US$13 billones (millones de millones), aliviando la presión de los mercados financieros sobre países como Italia y España, que no pueden ya financiarse de manera barata.

Pero el gobierno de Merkel teme que esto quitaría la presión a los países para mejorar su disciplina fiscal y subiría los actuales intereses bajos que paga Alemania para llevarlos al promedio europeo.
Fuente: The Wall Street Journal, 15/08/11.

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