El sistema de salud de España amenaza sus finanzas

julio 12, 2011 · Imprimir este artículo

El sistema de salud de España, otra amenaza para sus finanzas

Por Jonathan House

 

MADRID — El gobierno español prometió inyectar 8.000 millones de euros (US$11.600 millones), al alicaído sistema de salud pública el próximo año. La iniciativa resalta los peligros para las cuentas fiscales de un alza descontrolada en los costos de salud en los precisos momentos en que el país lucha por sanar sus finanzas y evitar un rescate internacional.

Los gobiernos regionales de España financian los servicios gratuitos de salud y subsidian los medicamentos, lo que representa el segundo mayor gasto del gobierno detrás de las pensiones. El gasto en salud ha crecido cerca de 10% al año desde 2002 y llegó a US$70.000 millones de euros en 2010.

Los déficits crónicos del sistema de salud estatal en España han empeorado debido a la pronunciada caída de la recaudación fiscal durante la crisis económica. Las compañías farmacéuticas, fabricantes de equipos médicos y otros proveedores dicen que se les adeuda alrededor de 12.000 millones de euros y que los periodos promedio de pago en algunas partes del país sobrepasan los 600 días. Funcionarios españoles no ponen en entredicho esos números.

«Algo está fallando en nuestro sistema que es necesario corregir», dijo Marcelino Iglesias, secretario de organización del gobernante partido socialista acerca de la ayuda, que fue anunciada el domingo. El gobierno central le ha otorgado a las regiones fondos de salud en varias ocasiones, que se han usado para pagar a los proveedores. La última vez fue en 2005, cuando les dio 1.700 millones de euros.

Los analistas, no obstante, consideran que se trata de una solución de corto plazo que el gobierno debe solventar cuando trata de reducir el déficit fiscal de 9,3% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2010 a 3% del PIB para 2013. Estos temores, acompañados de la crisis griega han causado el aumento constante de la prima que los inversionistas exigen para tener deuda española a 10 años en vez de los bonos referenciales alemanes.

En marzo, la clasificadora de riesgo Moody’s Investor Service rebajó la calificación de la deuda soberana española a Aa2 y le asignó una perspectiva negativa.

La rica pero altamente endeudada Cataluña es la primera región en intentar reformar su servicio de salud. Ha recortado el gasto de salud en 6% este año despidiendo a miles de trabajadores, cerrando muchas dependencias hospitalarias y alquilando otras instalaciones a clínicas privadas.

Las reducciones de gastos han desencadenado una aguda reacción, con manifestaciones sindicales casi semanales. También han atizado el movimiento nacional de protesta de jóvenes descontentos que a comienzos de mes bloquearon el acceso al Parlamento de Cataluña en el día que tenía previsto votar por el presupuesto de 2011. El presidente catalán, Artur Mas, y otros legisladores acudieron al parlamento en helicóptero.

Carmen Navarro, médica de familia y representante en Cataluña de las Comisiones Obreras de España, dijo que el gobierno local está «degradando la sanidad catalana, que era una de los mejores del mundo».

A pesar de las severas reducciones de gastos, Cataluña dice que no podrá cumplir su meta de déficit equivalente a 1,3% de su PIB. Las autoridades allí y en otras regiones dicen que se necesitan acciones del gobierno central para reducir más o incrementar la financiación para los servicios de atención médica, que representan 40% de sus presupuestos.

Aunque los gobiernos regionales son responsables de financiar la atención médica, el gobierno central en Madrid mantiene amplias facultades para dictar las normas de medicamentos y de servicio. Actualmente, todos los servicios son gratuitos y los medicamentos están subsidiados. Cualquier iniciativa para aumentar los ingresos con el cobro por algunos servicios o exigir un copago deben ser autorizados por Madrid. El gobierno central también controla en gran medida las políticas tributarias nacionales.

Sin una seria reforma de salud, muchas regiones a fin de año estarán obligadas a elegir entre pagar los salarios y cumplir las metas de déficit presupuestario, señala Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia, en el noroeste de España. En una entrevista, Feijóo indicó que varias regiones ejercen presión sobre el gobierno central para presentar un paquete de reducción de costos en una reunión de jefes regionales de finanzas programada para fines de julio. «El gobierno debería atender nuestra llamada para no tener que atender la llamada de Bruselas», dijo Feijóo en referencia a un paquete de medidas de austeridad que España implementó el año pasado por exhortación de la Unión Europea.
Fuente: The Wall Street Journal, 11/07/11.

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