La sede de Mylan Inc. en Pensilvania.

LONDRES — Un estructura legal holandesa de varios siglos de existencia que se ha convertido en una popular herramienta de autodefensa para empresas y personas acaudaladas podría jugar un papel importante en una batalla de adquisición que se está desenvolviendo en estos momentos.

La empresa israelí Teva Pharmaceutical Industries Ltd. indicó el martes que lanzó una oferta de US$40.000 millones por Mylan NV, una farmacéutica con sede en Pensilvania, EE.UU., pero incorporada en Holanda. A principios de abril, un bufete de abogados holandés tomó medidas preventivas para frustrar tal oferta: presentó documentos a nombre de Mylan al registro de comercio de Holanda para crear un oscuro, pero poderoso vehículo legal llamado “stichting”.

mylan inc logoLa entidad, llamada Stichting Preferred Shares Mylan, es esencialmente un “cascarón” vacío. Pero posee poderes especiales, gracias una provisión aprobada por accionistas que se encuentra en los documentos de una anterior adquisición de Mylan: si Mylan recibe en cualquier momento una oferta de adquisición no solicitada, la stichting puede obtener derechos de veto sobre cualquier adquisición.

Las stichting, que traduce “fundaciones” en holandés, han existido por años en Holanda y son principalmente usadas por organizaciones de beneficencia holandesas. Durante la Segunda Guerra Mundial, las empresas holandesas transfirieron su propiedad a stichtings en las Antillas Holandesas para proteger sus activos de los alemanes.

Recientemente, las stichting se han convertido en una herramienta para que las empresas multinacionales se protejan ante una variedad de males percibidos, desde adquisiciones hostiles e impuestos no deseados hasta sanciones internacionales.

Su atributo clave es que las stitcthing no tienen propietarios legales. Eso quiere decir que pueden utilizarse para colocar dinero u otros activos fuera del alcance de las autoridades, competidores o accionistas. El propósito de la stichting y las responsabilidades de su junta directiva pueden diseñarse a la medida de las necesidades del vehículo.

Debido a su creciente popularidad y su estructura para evitar influencias externas, las stichting se están volviendo controversiales.

“Todo tipo de actividad engañosa y perversa ocurre mediante este tipo de estructuras”, apuntó Joshua Simmons, abogado de política en Global Financial Integrity, una organización de investigación con sede en Washington que estudio la evasión de impuestos y flujos financieros ilícitos. “Es emblemático del problema de crear ficciones legales como esta que te permiten… ocultar activos a plena luz del día a través de la operación del sistema legal de un país”.

Hay más de 125.000 stichting registradas en Holanda, según su registro de empresas. Sus creadores vienen de Europa, Estados Unidos, y otros sitios.

Las stichtings están siendo utilizadas cada vez más para combatir adquisiciones hostiles.

Así es como funciona en el caso de Mylan. En diciembre, la empresa les pidió a los accionistas que aprobaran su adquisición de un negocio farmacéutico que no incluía a EE.UU. de Abbott Laboratories. Insertados en un documento presentado a las autoridades de valores de casi 200 páginas había unos cuantos enunciados que le daban a Mylan el derecho a crear una stichting y darle el poder de obtener acciones especiales en caso de una adquisición hostil. El 3 de abril, la stichting fue creada con el objetivo declarado de proteger la estrategia, misión e independencia de Mylan. Su junta directiva, constituida por abogados holandeses y directores profesionales elegidos por Mylan, tiene el “criterio exclusivo” de recibir las poderosas acciones que derechos de veto en cualquier momento.

Esta fue solo una de las maniobras defensivas que lanzó Mylan. Varios días después, la farmacéutica lanzó una oferta de US$28.900 millones por su rival Perrigo Co.