España sufre las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria

octubre 19, 2011 · Imprimir este artículo

España siente las consecuencias del estallido de la burbuja inmobiliaria

Por David Román

 

El estallido de la burbuja inmobiliaria en España no hace sino empeorar. Lo asombroso es que la economía y los bancos del país sean aún tan resistentes.

El gobierno español dijo el martes que los precios de la vivienda siguieron en caída libre en el tercer trimestre, con un descenso de 5,5% interanual, el mayor desde 2009.

Esto convierte el caso español, en muchos sentidos, en el peor estallido de una burbuja inmobiliaria en el mundo desarrollado, con el país ya metido de lleno en su tercer año consecutivo de descensos de los precios y sin ningún repunte.

El pasado año, el ritmo de descenso se desaceleró significativamente, lo que permitió ver algo de luz al fondo del túnel. Pero si se trata de hacer metáforas, también está esta otra: que el respiro del año pasado no fue sino el espasmo de un moribundo.

La buena nueva debería ser el tamaño global del descenso, ya que el gobierno español señala que los precios sólo han bajado 18%, en términos nominales, desde su pico de principios de 2008.

Pero eso no incluye el efecto de la persistentemente elevada inflación en España, una de las mayores de la eurozona, que acerca la caída real a 30%. El gobierno español no dio datos de precios reales en el informe del martes.

Después de verse frustradas las predicciones iniciales de una corrección a corto plazo, algunos analistas dicen ahora que los precios podrían seguir bajando los próximos dos años, erosionando la riqueza de los hogares españoles y los balances de los bancos.

Mientras, los bancos pugnan por soportar la pérdida de valor de las garantías para los créditos por 400.000 millones de euros otorgados a empresas constructoras e inmobiliarias, cantidad que permanece invariada desde 2008.

Para Luis Garicano, catedrático de economía y estrategia de la London School of Economics, esta cifra es quizá la más peligrosa de las vinculadas al estallido de la burbuja, ya que indica que la exposición del sector bancario a este tipo de préstamos no ha disminuido.

Estima que una posible explicación es que los bancos han cambiado algunos créditos morosos por inmuebles que ahora son de su propiedad, aunque no los suficientes para compensar el creciente interés de los préstamos.

Muchos de esos créditos, si no la mayoría, se están prorrogando para mantener a los promotores zombis en el negocio, con la esperanza de que el mercado se recuperará.

De todos modos, los bancos se han convertido en promotores inmobiliarios.

Si entran en cualquier sucursal bancaria en España en busca de una hipoteca, comprobarán que es mucho más fácil obtenerla si compran una de las muchas viviendas que el banco adquirió a alguna inmobiliaria quebrada. Pero muchos opinan que no hay prisa, porque la misma vivienda será aún más barata el próximo mes.
Fuente: The Wall Street Journal, 18/10/11.

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