Estados Unidos y Europa: inflación idéntica, políticas diferentes

abril 16, 2011 · Imprimir este artículo

Estados Unidos y Europa: inflación idéntica, políticas diferentes

Por Brian Blackstone

 

No todos los 2,7 son iguales.

La inflación en Estados Unidos y la eurozona fue idéntica en marzo, 2,7% a tasas anualizadas, según sus respectivos organismos estadísticos en informes publicados el viernes. La inflación básica es más o menos la misma (1,2% en EE.UU., 1,3% en el bloque del euro). Hasta el mes pasado, la inflación había estado subiendo a un ritmo más veloz en la eurozona.

Aun así, con el mismo conjunto de dinámicas inflacionarias, el Banco Central Europeo ya ha subido una vez las tasas de interés y, basado en el informe del viernes, probablemente lo haga nuevamente en junio. La Reserva Federal de EE.UU. (Fed), en contraste, sigue inyectando dinero a la economía por vía el programa de relajación cuantitativa 2, y no se espera que suba la tasas de interés de casi cero por varios meses más.

En gran medida, es una diferencia de énfasis. Los funcionarios de la Fed creen que los mayores precios de las materias primas son temporales y que la inflación básica es una mejor medida de las tendencias subyacentes de precios. Los funcionarios del BCE apuntan a la inflación general, y les preocupa que los mayores precios de la energía y los alimentos se filtrarán a través de la economía por vía de efectos de «segunda ronda», es decir, mayores salarios y precios minoristas.

También actúan otras fuerzas. EE.UU. tiene un mayor potencial de crecimiento, lo cual significa que la recesión creó una mayor brecha de producción allí de lo que hizo en Europa. Ello supuestamente otorga a la Fed más tiempo para ver cuánto durará el auge de los precios de las materias primas.

La Fed también tiene un mandato dual de inflación y empleo (el BCE es sólo responsable de mantener la inflación por debajo de 2%). Aun cuando el desempleo en la eurozona es mayor que en EE.UU., funcionarios del BCE creen que es más una cuestión estructural para los gobiernos que un problema de política monetaria.

Cualesquiera sean las razones, los dos mayores bancos centrales del mundo no pueden tener puntos de vista tan divergentes sin consecuencias más adelante.

Si el BCE está en lo cierto y la mayor inflación, impulsada por los commodities, tiene que resolverse rápidamente, entonces puede mantener las expectativas de inflación bajo control sin alzas de interés de gran escala. Si la Fed se equivoca al esperar demasiado, podría verse obligada a tratar de compensar con aumentos de las tasas de interés más pronunciadas, y perjudiciales, en el futuro.

Si, empero, la BCE se está espantando innecesariamente por precios de materias primas que están en gran medida fuera de su control, puede perjudicar innecesariamente la economía, especialmente su ya frágil periferia.

Ello puede estar ocurriendo ya. En una nota en la que explica la rebaja de la calificación de Irlanda, Moody’s Investors Service dijo, «la fortaleza financiera del gobierno irlandés puede sufrir como resultado de lo que puede ser la primera serie de aumentos de tasas por el Banco Central Europeo para moderar el alza de la inflación en la eurozona».
Fuente: The Wall Street Journal, 15/04/11.

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