J.P. Morgan sufre en su expansión global

julio 7, 2011 · Imprimir este artículo

J.P. Morgan sufre en su expansión global

Por Dan Fitzpatrick y David Enrich

 

El jefe de J.P. Morgan Chase & Co., James Dimon, es ampliamente considerado en Estados Unidos como el rey del sistema bancario. Sin embargo, está pasando apuros en su intento por conquistar otras partes del mundo.

En el primer semestre de 2011, su brazo de banca de inversión era el número uno en participación de mercado global, superando con creces a sus rivales. Una razón: cuando sus competidores se tambaleaban durante la crisis financiera, J.P. Morgan fue el único gran banco que permaneció en pie y eso atrajo a grandes compañías. Éstas esperaban que contratar al banco para sus negocios bursátiles y ventas de bonos sería visto como una señal de fortaleza.

Pero después de un año del lanzamiento de esta iniciativa para expandir sus operaciones internacionales y reducir la dependencia de su mercado local —altamente saturado y cada vez más regulado—, las ganancias de la entidad en el extranjero cayeron en 2010.

La presencia global de la entidad es pequeña comparada con la de Citigroup Inc., cuya estabilidad también sufrió durante la crisis financiera pero que cosecha casi el doble de ingresos fuera de EE.UU que J.P. Morgan. «Debería trabajar en un verdadero banco», dijo Dimon, en tono de burla, a un ejecutivo de Citigroup en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza, en enero, interrumpiéndolo cuando conversaba con un grupo de clientes.

Dimon dijo que hizo los comentarios en broma y ofreció disculpas. El incidente enojó a los ejecutivos de Citigroup, que ya estaban irritados por lo que interpretaban como intentos disimulados de robarles clientes al enfatizar las turbulencias que ha atravesado el banco, dijeron fuentes al tanto.

Poco después de asumir la presidencia ejecutiva en 2005, Dimon vetó acuerdos que le habrían abierto una puerta al banco de Nueva York a mercados emergentes de difícil acceso. El ejecutivo permitió que un debate sobre si J.P. Morgan debería plantearse una gran adquisición se volviera tóxico.

En una entrevista, Dimon, de 55 años, reconoció que hubo discusiones sobre grandes compras fuera de EE.UU., y que dejó que el debate continuara hasta que se tomó la decisión de no adquirir un banco minorista internacional. Dimon asegura que no se arrepiente de los negocios que dejó pasar. «Uno no puede hacer lo todo», señaló.

Los ingresos internacionales de J.P. Morgan cayeron 10% en 2010, mientras que las ganancias se redujeron 23%, a US$5.500 millones. Está rezagado frente a rivales que intervienen en el mercado global, tanto en cantidad de dinero generado fuera de sus países de origen como por el tamaño de sus operaciones globales. Los europeos HSBC Holdings PLC, Standard Chartered PLC y Banco Santander SA cuentan con redes internacionales que eclipsan las de J.P. Morgan.

El banco dijo que la precipitación de sus utilidades e ingresos internacionales durante 2010 se debió en gran parte a un incremento en los costos, conforme el banco se expandía en ciertas áreas. Aun así, J.P. Morgan obtiene más ingresos de fuentes internacionales que otros pares estadounidenses como Bank of America Corp. y Wells Fargo & Co., y está teniendo un desempeño mejor que otros rivales en ciertos negocios globales en los que tiene una presencia establecida.

Algunos analistas aseguran que el banco se benefició de haber pasado por alto algunas oportunidades fuera de Estados Unidos antes de la crisis. «Si uno hubiera comprado incluso las mejores compañías hace tres o cuatro años, ahora podría estar en una situación precaria. Podría haber sido demasiado pronto», dijo Glenn Schorr, analista de Nomura Securities.

La actual estrategia de expansión del banco, anclada en la inversión de hasta US$1.000 millones para contratar ejecutivos y abrir nuevas oficinas, ha generado polémica dentro de la institución. A algunos ejecutivos les preocupa que se esté asumiendo riesgos excesivos en demasiados mercados competitivos.

Con US$2,2 billones (millones de millones) en activos, J.P. Morgan es el segundo banco de EE.UU, detrás de Bank of America. Pero las oportunidades para un mega acuerdo que podría colocar al banco neoyorquino cerca de Citigroup y de los bancos europeos HSBS Holdings y Standard Chartered han ido y venido.

«Demasiado tarde, demasiado difícil, retornos demasiado bajos», dijo Dimon a los inversionistas a comienzos de este año.

Alrededor de 80% de los ingresos de J.P. Morgan provienen de Estados Unidos, donde tiene 5.268 sucursales. Ese poderío presenta un problema: el banco está chocando con las regulaciones federales que limitan el porcentaje de depósitos estadounidenses que un banco puede tener.

Fuera de EE.UU, J.P. Morgan tiene presencia en más de 70 países (incluyendo Brasil y México en América Latina), donde gran parte de su negocio consiste en la administración de fondos de clientes acaudalados y grandes operaciones que involucran a gobiernos y corporaciones.

Alrededor de 20% de sus ingresos de US$102.000 millones correspondientes a 2010 vinieron del extranjero. En comparación, Citigroup opera en más de 100 países y en torno a 60% de sus US$65.000 millones en ingresos provienen de operaciones internacionales.
Fuente: The Wall Street Journal, 06/07/11.

Más información: https://www.economiapersonal.com.ar/servicios/informes-especiales/

 

 

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