La crisis ahora envuelve a los mercados emergentes

septiembre 28, 2011 · Imprimir este artículo

La crisis ahora envuelve a los mercados emergentes

Por Nicholas Hastings

 

LONDRES (Dow Jones) — Los mercados emergentes están perdiendo su inmunidad.

De hecho, algunos la están perdiendo con tanta rapidez que sus bancos centrales han tenido que intervenir en los mercados para apoyar a sus monedas frente al dólar, en lugar de venderlas, como lo hacían hace sólo unas semanas.

Este importante giro se produce en momentos en que la crisis financiera mundial ingresa a una nueva, y más peligrosa, etapa.

Hasta hace poco, la mayoría de los mercados emergentes parecía ser inmune al problema.

A diferencia de lo que ocurrió en la mayoría de los principales países del occidente, sus bancos no estaban expuestos a la crisis financiera que se agudizó tras el derrumbe de Lehman Brothers en 2008 y su crecimiento económico pudo proseguir a un ritmo bastante acelerado.

De haber algún problema en los mercados emergentes, este consistía en que el dinero de los inversionistas extranjeros, quienes buscaban durante esa época alternativas de inversión a los principales mercados occidentales, daba un impulso excesivo a las monedas de esos mercados.

Muchos bancos centrales de Asia y América del Sur tuvieron que recurrir a intervenciones en el mercado para depreciar sus monedas y así asegurar la competitividad de sus exportaciones.

Ahora, sin embargo, ha surgido el problema opuesto.

A medida que la crisis de la deuda en la eurozona muestra pocas señales de una resolución y en momentos en que el panorama para el crecimiento económico mundial continúa deteriorándose, las economías de los mercados emergentes también están comenzando a padecer.

La crisis, que alguna vez se consideró circunscrita al mundo desarrollado, se está propagando ahora y los inversionistas están retirándose rápidamente de mercados de países menos desarrollados en los que alguna vez se sentían a gusto.

En lugar de mantener al menos cierta exposición al mundo en desarrollo, los inversionistas están retirando rápidamente su dinero y tomando nuevamente posiciones en dólares, donde se sienten más seguros. Eso obliga a los bancos centrales de algunos mercados emergentes a dar marcha atrás en sus recientes políticas de intervención y a reanudar, en su lugar, las compras de sus propias monedas.

En algunos casos, este giro ha sido impresionante. Los bancos centrales de India, Indonesia y Corea han ingresado al mercado para comprar sus monedas en detrimento del dólar.

Desde luego, ellos no son los únicos que enfrentan presiones.

Sólo en este mes, el real brasileño, el peso mexicano, el dólar australiano y el rand sudafricano han sufrido pérdidas de hasta un 16%, lo que refleja el abrupto deterioro del apetito por el riesgo entre los grandes inversionistas.

Existen pocas señales de que el apetito por el riesgo aumentará pronto.

Pese a los temores crecientes de una cesación de pagos en la deuda de Europa y la evidencia cada vez mayor de que la economía mundial podría ingresar a otra recesión, existe poco consenso político sobre qué hacer.

Se espera que este sea el mensaje más importante durante la reunión de este fin de semana en Washington de los ministros de Finanzas del G-20, quienes han mostrado poca convicción para presentar una solución coordinada.

En momentos en que la demanda mundial se está reduciendo e incluso el crecimiento económico de China se está desacelerando, los precios de los bienes básicos han seguido registrando descensos pronunciados, lo que demuestra que los inversionistas tienen poca confianza en una recuperación rápida.

El deterioro en los ánimos también es evidente en los mercados de acciones a nivel mundial. El índice mundial MSCI muestra una caída del 20% desde el máximo alcanzado en mayo, lo que sugiere como el interés de los inversionistas en los activos de mayor riesgo está desapareciendo con rapidez.
Fuente: The Wall Street Journal, 26/09/11.

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