La difícil tarea diaria del vendedor ambulante

diciembre 7, 2014 · Imprimir este artículo

Ganarse la vida en un tren, la difícil tarea diaria del vendedor ambulante

Por Tomás Carrió.

Como si fuera un actor condenado a repetir una y otra vez una misma escena, Abel finaliza su representación con la esperanza de haber causado un impacto. No será la última función que deba ofrecer hoy, pero espera haber logrado persuadir a quienes se convirtieron, por un breve instante, en sus involuntarios espectadores.

argentina-bandera-botonPero a diferencia de quienes se dedican a interpretar papeles con fines artísticos, Abel sabe que el público al que se dirige no está allí para verlo trabajar. Y es por eso que en cada intervención debe redoblar sus esfuerzos para llamar la atención, ser notado y convencer. Porque, a fin de cuentas, de eso vive un vendedor ambulante.

Con 28 años próximos a cumplir, pasa todos los días de su vida en la plataforma de trenes de Retiro buscando vender «alfajores en invierno y helados en verano». Recorre durante 12 horas diarias los vagones de los trenes que llegan a la terminal, con el único objetivo de agotar su stock.

Padre de dos hijos, trabaja entre los trenes desde los cinco años. Recuerda que comenzó cantando por monedas, pero con el tiempo se convirtió en vendedor. Y estima que su oficio le permite recaudar alrededor de $ 150 por día, y que lo hace «porque de algo hay que trabajar».

De acuerdo con las cifras estimadas por el Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina (Sivara), Abel es uno de los 2,5 millones de vendedores informales que trabajan día a día en el país.

Claro que esta cifra no representa únicamente a quienes ofrecen sus productos en el transporte público. El número proyectado incluye a todos los involucrados en el proceso de venta informal, como pueden ser los manteros, que trabajan en ferias informales como La Salada, o aquellos que venden bebidas en los estadios.

Todos ellos pertenecen a una marginada porción de la sociedad que lucha cada día por sobrevivir en tiempos de ajustes de cinturón, inflación e incertidumbre económica.

Un informe presentado en julio último por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) estimó que, en 406 ciudades de todas las provincias relevadas entre el 1° y el 26 de junio, las ventas informales habían ascendido hasta generar más de $ 2227 millones por mes.

Consultados respecto al crecimiento de la industria y a la proliferación de «Saladitas» (539 sólo en las 406 ciudades relevadas por CAME, lo que supone un nuevo récord), dos jóvenes vendedores que recorren diariamente la terminal de colectivos y trenes de la estación Retiro coinciden en que la situación para ellos no cambia: «La competencia es dura y siempre lo fue, pero nosotros sólo pensamos en vender».

Y es por eso que las estrategias persuasivas son muy importantes para cualquier vendedor. Hay quienes memorizan y entonan monólogos, otros que extienden la mano en forma de saludo para llamar la atención, otros que simplemente exhiben el producto que ofrecen, y quienes lo anuncian de viva voz.

Entre estas últimas dos estrategias alterna Maia, de 19 años. Muestra y anuncia su colección de libros titulados Mis primeras 1000 palabras en inglés. Maia lleva tres años como vendedora ambulante en los trenes de la Capital y el conurbano, oficio que aprendió de su padre. Y cree que pocos productos le han rendido tan bien como los que trae consigo hoy.

«Hago alrededor de 10 trayectos diarios entre Retiro y Tigre. A veces todos los días de la semana, pero cuando no lo necesito no», dice. Confiesa también que sueña con que sea un trabajo pasajero, ya que en un futuro tiene la ilusión de estudiar Historia en la Universidad de Buenos Aires.

La joven dice que logra recaudar $ 250 por día, y que los libros y revistas educativas son los productos que mejor rédito le dieron.

La mayoría de los vendedores ambulantes consultados por la nacion coincide en que no hay una receta mágica a la hora de elegir el producto que van a comercializar. «Es a prueba y error», argumenta un joven que prefiere no dar a conocer su identidad. También concuerdan en que la competencia es férrea, y que el mejor lugar -en términos económicos- para conseguir su mercancía son los mercados mayoristas del barrio porteño de Constitución, y que por lo general, recaudan entre $ 150 y $ 250 por día.

Cada día, los vendedores ambulantes recorren lo largo y ancho del país con la necesidad de subsistir en tiempos en los que los vientos parecieran soplar en la otra dirección.

Números de la proliferación

2,5

Millones

Es la cantidad de vendedores informales que trabajan en el país, de acuerdo con el Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina

116

«Saladitas porteñas»

Registró un estudio publicado en junio pasado. La CABA es la ciudad con mayor concentración.

Fuente: La Nación, 07/12/14.

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