La Fed mantiene el dedo en el gatillo
noviembre 5, 2011 · Imprimir este artículo
La Fed mantiene el dedo en el gatillo
Por David Reilly
No se trata de si sucederá o no, sino de cuándo. Al menos, eso es lo que piensa el mercado respecto a las nuevas compras de bonos por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos para impulsar la economía.
Pero aún queda una interrogante sin responder: Tras fracasar hasta ahora en reducir significativamente el desempleo a través de extraordinarias medidas previas, ¿puede o debe la Fed seguir intentándolo?
Ciertamente, las proyecciones económicas revisadas que la Fed publicó el miércoles tras su reunión de dos días, como también los comentarios de su titular, Ben Bernanke, parecieron preparar el terreno para más flexibilización. La Fed espera ahora que el desempleo se ubique entre un 7,8% y un 8,2% en el 2013, frente a la proyección de junio de entre un 7% y un 7,5%. También difundió proyecciones para el 2014, que muestran una tasa de desempleo de entre un 6,8% y un 7,7%. Por otra parte, el crecimiento económico en el 2012 probablemente se ubique entre un 2,5% y un 2,9%, lejos de la proyección de entre un 3,3% y un 3,7% emitida en junio.
Así que, si bien la inflación parece estar bajo control, las cosas no son muy satisfactorias «en términos de la tasa de crecimiento y el desempleo», dijo Bernanke. Señaló además que debido a que el moribundo sector de la vivienda es una gran razón por la cual la economía no se recupera con más rapidez, las compras de valores respaldados con hipotecas son una opción viable para el banco central.
Esto llevó a muchos a preguntarse porqué la Fed simplemente no presiona el gatillo ahora.
Por supuesto, hubo una disensión en el comunicado de la Fed: el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, conocido por su postura de relajamiento monetario, quien se opone a la falta de acción.
Pero hay buenas razones para que la Fed haga un alto al fuego. La economía crece, aunque no a la tasa que la Fed quisiera y la deflación no es un riesgo inminente.
Tan recientemente como agosto, la Fed tomó una medida sin precedentes al decir que mantendría las tasas de interés a corto plazo cercanas al cero hasta mediados de 2013. En septiembre el banco central dio pasos para reducir las tasas a largo plazo al cambiar sus títulos del Tesoro por valores a mayor plazo. Por lo que era hora para una pausa y ver el impacto que tuvieron estas medidas no convencionales.
La Fed también podría haber querido mantener su pólvora seca mientras observa cómo evoluciona la crisis de deuda soberana europea y se mantiene atento a la posibilidad de que las batallas por el déficit de Estados Unidos lleven a recortes de gasto que actúan como lastres sobre la economía.
Un mayor motivo de vacilación podría ser que la Fed no está muy segura sobre hasta qué punto una política monetaria extrema puede directamente afectar el desempleo. Es una realidad que las medidas previas de la Fed parecen haber evitado la amenaza de deflación además de contribuir a frenar el desplome del mercado de la vivienda.
Pero, aunque la Fed haya expandido su hoja de balance a cerca de US$2,8 billones mediante la compra de bonos respaldados por hipotecas y títulos del Tesoro, el desempleo se mantiene sobre el 9%. Y aunque la Fed ha ayudado, a través de sus decisiones más recientes, a reducir los tasas hipotecarias a cerca del 4%, esto aún no parece revitalizar el sector vivienda.
Así que, por ahora, es justifica la actitud de esperar y observar, si bien la Fed tiene el dedo listo en el gatillo, sobre todo si los mercados accionarios se vuelven volátiles de nuevo.
Fuente: The Wall Street Journal, 03/11/11.
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