La muerte de la Bolsa de Valores y de los Seguros argentinos

octubre 27, 2012 · Imprimir este artículo

Una pelea por el funeral de la Bolsa argentina
Por Federico Tessore

El mercado de capitales argentino está muerto. Todo estaba preparado para que los familiares más cercanos «entierren a la Bolsa». Pero sorpresivamente apareció una familia nueva para llorar al muerto. Pero eso no es lo peor. La nueva familia quiere hacerse cargo de la organización del funeral.

La realidad nos da sorpresas todos los días. El anuncio de nuestra Presidenta el martes pasado es una ratificación más de que siempre la realidad supera la ficción.

El Gobierno anunció una virtual intervención del mercado de capitales argentino. Las medidas estuvieron relacionadas esta vez con el funcionamiento de la Bolsa argentina y del mercado asegurador local.

Estamos hablando de dos sectores de la economía argentina que son muy débiles si los comparamos con mercados iguales en otros países. Se trata de dos sectores que viven una larga y sostenida decadencia.

Desde esta columna hablamos varias veces de la triste realidad de la Bolsa argentina. En la nota que llamamos «La Bolsa de Buenos Aires en un proceso de muerte lenta», que publicamos cuatro meses atrás, mostrábamos la irrelevancia de la Bolsa local al ser comparada con sus pares regionales.

Describíamos cómo los mismos dirigentes de la Bolsa desempeñaron un papel mediocre y gris durante la última década. Estamos hablando de dirigentes con miedo de comunicar su verdad. Estamos hablando de una Bolsa, que representada por su presidente Adelmo Gabbi, siempre prefirió ocultar sus verdaderos puntos de vista.  Una dirigencia que nunca quiso incomodar al Gobierno.

Nunca quisieron ser claros con el Gobierno Nacional y decirle que sus políticas estaban matando la Bolsa argentina. No sé realmente qué esperaban con esta estrategia. Tal vez esperaban seducirlos. Tal vez esperaban que el Gobierno pudiera cambiar de opinión en algún momento y favorecerlos. O tal vez tenían miedo realmente de enfrentar al poder. No lo sé.

Y, a esta altura, ya no importa.

Con esta nueva ley el Gobierno se encargó de terminar de aniquilar a la Bolsa. Algunos pueden decir que el Gobierno está defraudando la confianza que la Bolsa puso en sus manos en algún momento.

Puede ser también. Pero poco importa.

Lo único que importa es que esta novela que fue la relación entre la dirigencia de la Bolsa argentina y el Gobierno Nacional nos ratifica que esconder los puntos de vista, las opiniones, es siempre un camino que termina mal.

¿Qué hubiera pasado si la dirigencia de la Bolsa argentina se posicionaba como una entidad independiente que comunicara siempre en forma clara y potente su punto de vista? ¿Hubiera terminado de la misma forma? Tal vez no. O sí, no lo sabemos. Pero por lo menos hubiese tenido una muerte digna.

Con el sector asegurador pasa algo similar. La industria del seguro, más allá de los seguros más tradicionales y menos sofisticados, como el automotor, no existe. Nadie saca un Seguro de Vida en la Argentina. Nadie saca un Seguro de Salud. Estamos hablando de otra industria en estado vegetativo.

Y estamos hablando de otra industria donde sus dirigentes eligieron callar y otorgar. Una dirigencia empresaria que no dijo nada cuando el Gobierno los obligó a dejar de invertir en el exterior unos meses atrás.

No dijeron nada de esta medida, a pesar de que todos sabían que claramente era una que perjudicaba a los asegurados argentinos. Era una medida que aumentaba el riesgo de las inversiones de las aseguradoras. Por lo tanto, aumentaba el riesgo de los asegurados.

Hablo de una dirigencia que en vez de defender a sus clientes de los atropellos del Gobierno, se ocupó de perseguir a los inversores argentinos que no confiaban en el sistema asegurador argentino. Personas que buscaban protección para ellos y sus familias en compañías aseguradoras del exterior.

Sí, leyó bien: los últimos comunicados de prensa que nos llegaron a InversorGlobal por parte de la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro de la Argentina (AVIRA) fueron descripciones de cómo esta asociación multaba y perseguía a argentinos que cometían el «delito» de contratar seguros de vida en el exterior. [Nota de Gustavo Ibáñez Padilla: en realidad sólo se trata de operaciones con compradores ficticios, cuyo único objetivo es perseguir a los agentes que venden estos servicios. Una muestra más del servilismo de las cámaras empresarias, enemigas del verdadero libre mercado. Todos los operadores financieros saben que la Ley 12.988 es contraria a la Constitución Nacional y es un mamarracho jurídico nunca aplicado en la realidad.]

Lectura recomendada:  Mayo, un mes negro para invertir en la Bolsa argentina

¿Cómo una asociación empresaria puede ocuparse de perseguir y denunciar a sus potenciales clientes? ¿No encontraron una mejor forma de competir con sus pares del exterior que prohibiendo y delatando? ¿No pensaron estos dirigentes que, por ejemplo, si un argentino opta por tomar un seguro de vida en el exterior  es porque las empresas argentinas no le dan confianza?

¿No pensaron estos dirigentes en pedir una reunión con las autoridades y hablarles de frente y con la verdad sobre los obstáculos que les imponían? Porque no tenga la más mínima duda de que la mayoría de los dirigentes del mercado de capitales de la Argentina piensan de la manera en que estoy relatando esta nota. El problema es que nadie se anima a transmitir esto de una manera clara y sin miedos.

Como verá, estamos ante un mercado de capitales muerto. Y lo más lógico hubiese sido que los mismos protagonistas «entierren al muerto». Pero no, es el Gobierno, que no tiene nada más divertido que hacer, quien dijo que lo iba a enterrar él mismo…

No tiene mucho sentido hablar de la reforma en sí. Por más que algunas medidas puedan ser buenas y tener sentido, si son mal aplicadas o, mejor dicho, si son aplicadas por autoridades que no son confiables, no sirven de nada.

Esta ley le da un control casi total del mercado de capitales a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Este organismo que depende del Estado Nacional va a ser el encargado de manejar los hilos del nuevo mercado. El problema es que a esta autoridad no le interesa ni un poco el futuro de los inversores argentinos.

Este organismo es el mismo que destruyó los fondos de inversión que invierten en el exterior unos meses atrás. En la nota «El espectáculo continúa y el desprecio por los inversores aumenta» relatábamos como esto ocurrió de un día para el otro sin siquiera tiempo para prepararse.

Estamos ante un organismo que sólo busca satisfacer las necesidades de caja y el deseo de poder del Gobierno actual. Su presidente, Alejandro Vanoli, no busca que los inversores argentinos tengan más y mejores opciones de inversión para proteger sus ahorros. Eso no le importa. Sólo le importa satisfacer los intereses del Poder Ejecutivo. Es un organismo que no genera ni la más mínima confianza.

¿Y sabe cuál es la palabra clave para el desarrollo de los mercados de capitales? Sí, CONFIANZA es la palabra clave. Sin confianza no hay mercado que pueda subsistir.

Este organismo, que no genera confianza, va a ser el que va a manejar el mercado de capitales de aquí en más. ¿Tiene sentido discutir si las medidas que reforman la Bolsa son buenas o no? Creo que no… creo que hay cosas más básicas antes que discutir esto.

La otra medida que anunció el Gobierno, esta vez respecto a los seguros, es obligar a las empresas aseguradoras a invertir en obra pública un promedio del 10% de sus inversiones. Es decir, estas empresas estarán obligadas por ley a destinar un 10% de sus inversiones al Estado. El propio Estado decidirá en qué obra pública se utiliza ese dinero.

¿Y sabe por quién estará compuesto el comité de funcionarios que decidirá las mejores inversiones para nuestras pólizas de seguro? Entre otros «notables», Guillermo Moreno y Axel Kiciloff

Es decir, esta reforma es una forma elegante de confiscar los fondos que utilizaban estas empresas aseguradoras para pagar sus futuras obligaciones. Por supuesto se trata dinero que difícilmente vuelva a la cartera de inversiones de las aseguradoras. ¿Si el Estado tiene un déficit incontrolable, cómo va a pagar estas deudas adicionales?

En definitiva, esta medida sube el riesgo de los Seguros argentinos, ya que baja el respaldo de los mismos. Por lo tanto, es una forma de encarecer las primas de los seguros. Por lo tanto, una forma de acelerar la muerte de la Industria Aseguradora en la Argentina.

No tenga duda que todas estas medidas lo único que lograrán es achicar aún más el mercado de capitales argentino. Lo único que lograrán es darle el privilegio al Gobierno argentino de enterrar al muerto…

Fuente: Inversor Global, 27/10/12.

Comentarios

Una Respuesta para “La muerte de la Bolsa de Valores y de los Seguros argentinos”

  1. La muerte de la Bolsa de Valores y de los Seguros argentinos | TravelSquare on octubre 27th, 2012 11:13

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