La rentabilidad en la eurozona

junio 9, 2014 · Imprimir este artículo

Hay que preocuparse si no sube la rentabilidad en la eurozona.
Por Alen Mattich.

Las rentabilidades en la eurozona han caído más desde que el Banco Central Europeo anunció un conjunto de nuevas medidas monetarias. La experiencia de Estados Unidos sugiere que esta tendencia podría durar poco. Por otro lado, si las rentabilidades permanecen en niveles bajos, esto podría ser una señal preocupante para las perspectivas de la moneda única.

Aunque las grandes medidas monetarias adoptadas por la Reserva Federal estadounidense desde el estallido de la crisis financiera han incluido la compra de activos en el mercado -entre ellos valores del Tesoro-, la reacción del mercado ha sido, a primera vista, perversa. Normalmente, el aumento de las compras de bonos elevaría sus precios y, por ende, haría bajar las rentabilidades. Pero, pocas semanas después que la Fed anunciara su política monetaria, la rentabilidad de los valores del Tesoro estadounidenses a 10 años ha tendido al alza.

¿Por qué? Porque, según una postura ampliamente aceptada, aunque la intervención de la Fed aumenta la demanda a corto plazo de bonos, a largo plazo estas políticas aumentan las perspectivas económicas y, en consecuencia, aumentan la probabilidad de que aumente la tasa de inflación y de que la Fed endurezca su política más adelante. Dado que la actual rentabilidad de los bonos a 10 años representa la idea que tiene el mercado de cómo serán los tipos de media durante el periodo de vencimiento del bono, el incremento de las rentabilidades supone la previsión de más crecimiento e inflación.

En la teoría, el mecanismo debería funcionar de la misma manera en Europa. Cuantas más medidas aplique el BCE, más deberían aumentar las perspectivas económicas del euro y de inflación para los próximos años.

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Sin embargo, parte de la caída de las rentabilidades en la eurozona sin duda supondrá una mayor compresión de los diferenciales. Esto se debe a que los inversores están cada vez más convencidos de que el BCE respaldará estos bonos y por eso no se diferencian mucho de la deuda alemana. Así que, podría merecer la pena centrarse en la deuda alemana.

Sin embargo, si la deuda estatal alemana no repunta, podría estar sucediendo otra cosa. En este caso, el mejor modelo predictivo no serán los bonos estatales estadounidenses sino la deuda soberana japonesa.

Las rentabilidades de la deuda estatal japonesa han caído durante la mayor parte del último cuarto de siglo debido a la deflación. Algunos economistas creen que la eurozona avanza por el mismo camino, hacia un periodo de deflación. En este caso, las expectativas apuntarían a que las medidas monetarias del BCE no funcionarán y que la eurozona se dirige hacia sus propias décadas perdidas.

Fuente: The Wall Street Journal, 09/06/14.

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