Las mejores recetas del Fondo Monetario para la Navidad

diciembre 25, 2012 · Imprimir este artículo

Las mejores recetas del Fondo Monetario para la Navidad
Por Jorge Oviedo

No hay duda de que muchas de las habituales recetas del FMI son fuertemente rechazadas en los países a los que les son administradas. Pero eso es porque el organismo multilateral no aplica a los demás las recetas que guarda para sí mismo.

El diario The Washington Post acaba de revelar que el 15 de este mes el organismo realizó una colosal celebración para alrededor de 7.000 personas, entre el equipo actual y los jubilados, que costó nada menos que 350.000 dólares, según información oficial brindada al diario de la capital de los Estados Unidos. Sin embargo, una fuente mencionada por el artículo había valuado el festejo en unos 500.000 dólares.

No es para menos: entre las entradas había caviar, ostras, mousse de salmón ahumado y trufas. Sólo el menú ocupó cuatro páginas, y la celebración fue desde las 20 hasta la una de la madrugada del día siguiente, altísimas horas de la noche para Washington DC, aunque a los asistentes se les anunció que la comida se serviría sólo hasta las 23. Eso sí, para los tragos, según el artículo, hubo canilla libre.

La nota ironiza que no se especificó si había una política de «conductor designado» para el regreso o si la inmunidad diplomática de la que gozan los funcionarios del organismo podía servir para escapar de las multas por manejar con más alcohol que el permitido en sangre.

El festejo fue en los cuarteles centrales del organismo y había varias «estaciones» con distintos estilos de comida. Estadounidense, española, mexicana, india, francesa, tailandesa y vietnamita. Y en todas ellas a las 22.30 prometían baguettes, queso, frutas y variedad de galletitas. Una linda banda de música y pista de baile completaron el festejo, y el black tie fue optativo.

Un gasto polémico para un organismo que debe ayudar a conducir un fenomenal programa de ajuste en Europa y que hasta el comienzo de la gran crisis estaba realizando su propio ajuste y achicándose. En 2007 tenía 2678 empleados, de los cuales 2005 eran profesionales y directivos y 673, asistentes o de otras categorías.

Entonces, en medio del crecimiento mundial generalizado nadie parecía necesitar la asistencia del Fondo. Así prometió reducir sus gastos y su plantilla, lo que impulsó con retiros voluntarios. Una suerte de aplicación de las mismas medicinas que impulsa en los países en problemas. Pero ese año comenzó el cimbronazo financiero internacional con el desplome del banco británico Northern Rock. El plan de achique del FMI estaba en marcha un poco tarde. Para abril de 2008 reconocía 2586 empleados, pero en agosto de ese año caería Lehman Brothers. En abril eran 2478 y un año más tarde, 2412.

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Pero eso es sólo el saldo. Porque tal vez con poco sentido de la oportunidad el organismo vio cómo se acogían al retiro voluntario el doble del número previsto de empleados y debía salir de urgencia a contratar nuevos. En 2011 eran 2422 y en abril de este año, 2475. La crisis volvió a crear necesidades de empleo.

Remuneraciones

Algo parecido pasó con las remuneraciones del director gerente. Christine Lagarde tiene asignado para este año un sueldo 3,9% mayor que el que le habían reservado a su antecesor, el también francés Dominique Strauss-Kahn. Para este año son 467.940 dólares, que además se actualizan por el costo de vida. Para el número dos son 406.900 dólares. Todas las cifras mencionadas se encuentran en los informes anuales del organismo.

En 2011, a Strauss-Kahn le habían aumentado sólo 1,9%. En 2010 había tenido congelada su remuneración de 2009, un total de 441.980 dólares, con un plus por gastos de 79.120. En 2009, el aumento respecto de 2008 había sido de 5%, en medio de la fenomenal crisis.

El cargo de director gerente es renovable y dura cinco años si no se cae en conductas impropias como las que sacaron a DSK del cargo, lo llevaron un tiempo a la cárcel y redujeron a la nada su carrera política en el socialismo francés, que logró derrotar al derechista Nicolas Sarkozy.

Pero en vez de estar DSK en el lugar de Sarkozy, es la ex ministra Lagarde la que está al frente del FMI, organizando ajustes europeos y banquetes que encantarían al marido de Carla Bruni.

En total podrían haber asistido a la fiesta, calcula The Washington Post, unas 13.000 personas, entre activos y jubilados. Aunque según la información oficial brindada al diario sólo 7000 contestaron a las invitaciones con la confirmación de su presencia.

No es extraño que el número sea tan alto. Jubilarse joven es uno de los atractivos de trabajar en el FMI. Se puede lograr -con quitas, claro- con 50 años de edad y sólo tres de servicio. Aunque lo normal es hacerlo con 62 de edad y más de trabajo, para cobrar más, claro.

Fuente: La Nación, 24/12/12.

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