Los estragos que produce la heroína

febrero 5, 2014 · Imprimir este artículo

La producción, uso y muertes por heroína se disparan en EE.UU.
Por Arian Campo-Flores y Zusha Elinson

La muerte del actor Philip Seymour Hoffman debido a una aparente sobredosis de heroína resalta el resurgimiento de esta droga en los últimos años, impulsado por un suministro creciente desde América Latina y mayores restricciones a la prescripción de narcóticos que llevó a los adictos a buscar alternativas.

La cantidad de usuarios de heroína en Estados Unidos aumentó casi 80% de 373.000 personas en 2007 a alrededor de 669.000 personas en 2012, según encuestas de la Oficina de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE.UU., parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Las muertes anuales por sobredosis atribuidas a la heroína fueron 3.094 en 2010, el año más reciente con datos disponibles, un aumento de 55% desde 2000, indicó el Centro de Control y Prevención de las Enfermedades.

A diferencia del flagelo de la heroína de entre fines de los años 60 y comienzos de los 80, que se concentró en centros urbanos, la epidemia actual también afecta suburbios y zonas rurales. Durante una reunión del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de EE.UU. el mes pasado, 17 de 20 investigadores de todo ese país reportaron que la heroína era su principal problema en alza, indicó James Hall, un epidemiólogo del Centro para Investigación Aplicada sobre Uso de Sustancias y Disparidades de Salud de la Universidad Nova Southeastern, en Miami.

«La heroína no tiene ningún tipo de límite geográfico o demográfico«, indicó Rusty Payne, vocero de la Administración para el Control de Drogas (DEA) en Washington. «Toca a casi todos los segmentos de la sociedad».

Un factor importante que está impulsando el regreso de la heroína son los adictos a las píldoras recetadas contra el dolor, los cuales adoptaron la droga debido a que las pastillas se volvieron «demasiado costosas o menos accesibles», indicó Gil Kerlikowske, el zar contra las drogas de la Casa Blanca. La heroína es más barata y sin embargo es parte de la misma familia de drogas que la oxicodona y otros opios, cuyo uso ilegal ha perseguido con énfasis por las autoridades.

Alrededor de 80% de la gente que prueba la heroína por primera vez anteriormente usó medicamentos contra el dolor, según un informe del año pasado realizado por la Oficina de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias. Los usuarios nuevos suelen comenzar fumando o aspirando el polvo, y a veces pasan a inyectárselo, lo que causa el efecto más rápido e intenso.

Otro factor es que los fabricantes de heroína en México aumentaron la producción en los últimos años, indican funcionarios anti drogas. Los traficantes distribuyen cada vez más heroína mexicana, no sólo en el occidente de EE.UU., donde está presente desde hace tiempo, sino en el oriente, que había estado dominado por los envíos desde Colombia.

Las confiscaciones de heroína en la frontera entre EE.UU. y México aumentaron 232% entre 2008 y 2012, a 1.855 kilos, según datos de la DEA.

Además, la droga en si es cada vez más potente, en parte debido a métodos de producción más sofisticados, indicaron funcionarios.

Mientras la heroína se diluye con otras sustancias conforme llega a las calles, los compradores minoristas suelen obtener un producto más puro que en décadas pasadas, sostuvo James Hunt, agente especial a cargo de la división de la DEA en Nueva York. Mientras una dosis de heroína en los años 80 podría haber tenido una pureza de 5%, hoy es habitual encontrar una bolsa al público con una pureza de 50%, lo que la vuelve potencialmente más letal, agregó.

Además, la heroína a veces se combina con otras drogas peligrosas, incluido el opiato sintético fentanyl. Esa combinación ha sido responsabilizada por una gran cantidad de muertes en los últimos meses en la costa Este de EE.UU., incluidas 37 en el estado de Maryland y 22 en Pennsylvania.

Los usuarios «creen que están obteniendo heroína corriente», sostuvo Thomas Carr, director de la Zona de Tráfico de Drogas de Alta Intensidad Washington-Baltimore. «En cambio, reciben algo que podría matar un caballo».

En el caso de Hoffman, los exámenes toxicológicos están pendientes. La policía encontró varios sobres en su apartamento de Nueva York con lo que se cree que es heroína.

El suministro de heroína en Nueva York aumentó desde 2009, afirmó Bridget Brennan, fiscal especial para narcóticos en esa ciudad. «Comenzamos a ver fábricas de producción que podían producir cientos de miles» de bolsas al día, dijo. La epidemia actual se asimila a la de los años 70 por su alcance, agregó Brennan. Pero «el cambio es el nuevo usuario», aclaró. «Ese usuario actual suele ser más joven y con más dinero».

—Pervaiz Shallwani contribuyó a este artículo.

Fuente: The Wall Street Journal, 05/02/14.

Comentarios

Algo para decir?

Usted debe estar logueado para escribir un comentario.