Los nuevos problemas de los bancos europeos

septiembre 27, 2011 · Imprimir este artículo


Los nuevos problemas de los bancos europeos

Por David Enrich y Sara Schaefer Muñoz

 

LONDRES — Los problemas de los bancos europeos para acceder a financiación de largo plazo están intensificando la presión sobre las autoridades para encontrar una solución a la crisis del continente.

Durante los últimos tres meses, la mayoría de los bancos europeos no ha podido colocar deuda a precios razonables en momentos en que los inversionistas temen la exposición de las entidades a los bonos de los países de la periferia del continente y otros préstamos riesgosos.

La deuda no garantizada emitida por las instituciones financieras europeas asciende a US$34.000 millones en lo que podría ser el nivel trimestral más bajo en una década, según la consultora Dealogic. La mayoría de esos acuerdos son pequeños, de menos de US$500 millones cada uno. Tradicionalmente, este tipo de deuda ha sido una de las alternativas de financiamiento de largo plazo más populares entre los bancos.

A los observadores del mercado les preocupa que la situación continúe o empeore hacia 2012, lo que podría tener serias repercusiones para la banca.

La mayoría de los bancos dice que ha levantado el capital suficiente para los últimos tres meses del año, y tiene acceso a válvulas de seguridad como la liquidez del banco central para hacer frente a sus necesidades diarias de financiamiento.

Sin embargo los analistas estiman que los bancos enfrentan una montaña de deuda, que llega a un total de casi 800.000 millones de euros (US$1,08 billones), que vence en 2012. Gran parte de esa cantidad deberá ser refinanciada. Si los bancos no pueden hacerlo, podrían verse obligados a vender activos o limitar los préstamos que otorgan.

«Este es más o menos el momento del año en el que deberían estar consiguiendo los fondos para el año próximo», indicó Simon Samuels, analista de Barclays Capital en Londres. La sequía de financiación «obviamente no puede continuar por mucho tiempo» sin perjudicar a la industria.

Hasta hace poco, gran parte de la preocupación por el sistema bancario europeo se centraba en problemas en los mercados de financiación a corto plazo. Las fuentes tradicionales de fondos para los bancos, como los fondos de mercado de dinero en EE.UU. y otros bancos, se han vuelto renuentes a prestar dinero, excepto a muy corto plazo. Eso sembró temores de que grandes bancos europeos pudieran encontrar problemas de liquidez.

Aunque tales temores persisten, han disminuido un poco debido a la disposición del Banco Central Europeo (BCE) a servir como prestamista de última instancia. Analistas afirman que eso elimina en gran medida el riesgo de que un gran banco caiga de repente.

Ahora, sin embargo, analistas, inversionistas y algunos banqueros están cada vez más ansiosos por la incapacidad de los bancos de emitir deuda a mediano y largo plazo.

La situación está presionando a los gobiernos europeos. Una posibilidad sugerida por algunos expertos la semana pasada es que los países de la zona euro garanticen la deuda de la banca. Pero si bien un plan de esta naturaleza facilitaría la financiación de los bancos, los contribuyentes correrían el riesgo de absorber enormes pérdidas si la salud de la industria se deteriora.

El BCE tiene varias opciones para resolver los problemas de financiación a largo plazo, y algunas podrían ser consideradas durante la próxima reunión del 6 de octubre. Una opción es extender los vencimientos de préstamos que ofrece a bancos comerciales a un año para asegurar una fuente estable de financiación.
Fuente: The Wall Street Journal, 26/09/11.

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