Los políticos y los bancos centrales tienen poco márgen de error

septiembre 11, 2011 · Imprimir este artículo

Los políticos y los bancos centrales tienen poco márgen de error

Por Kathleen Madigan

 

NUEVA YORK (Dow Jones) — Al parecer se esperaba demasiado del repunte en el segundo semestre.

Los economistas están reconsiderando sus expectativas para el crecimiento de la producción durante el tercer y cuarto trimestres y en forma posterior.

En las últimas semanas, han reducido sus proyecciones sobre el producto interno bruto de Estados Unidos de los próximos trimestres, una reevaluación posterior a los recientes recortes en las previsiones por parte de la Casa Blanca y la Reserva Federal.

Por ejemplo, J.P. Morgan ahora prevé que la economía estadounidense crecerá apenas un 1,0% en el tercer y cuarto trimestres y un 1,2% en el 2012. Las cifras son inferiores a las proyecciones anteriores de un crecimiento del PIB del 1,5% en el tercer trimestre, del 2,5% en el cuarto y del 2,2% en el 2012.

Los economistas de HSBC ahora creen que la economía mundial crecerá un 2,6% en todo el 2011 y un 2,8% en el 2012, un descenso desde el 3,0% y 3,4%, respectivamente, proyectados anteriormente.

Las revisiones no son sólo un ejercicio dirigido a recibir el premio al mejor pronóstico. Los recortes significan que los países generarán menos ingresos impositivos y crearán un número menor de empleos del que esperaban muchos economistas hace unos pocos meses.

El resultado final es una mayor presión sobre las autoridades para que tomen medidas que resuelvan los problemas que han afectado a los inversionistas, contribuyentes y a quienes buscan empleo.

La eurozona se podría haber beneficiado de mayores exportaciones o de una mejor recaudación impositiva si la economía mundial se hubiera expandido enérgicamente. Sin embargo, no se puede contar con una recuperación económica para ayudar a rescatar a países en problemas como Grecia o Irlanda.

Un crecimiento más lento también enturbia la política del Banco Central Europeo. La apuesta ahora es que el BCE dejará de endurecer su política monetaria a medida que un crecimiento económico más lento opaca a la inflación como la principal preocupación.

Para Estados Unidos, los efectos de un crecimiento más lento se hicieron claramente evidentes en agosto, cuando la economía no logró crear nuevos empleos. El empleo sigue siendo la mayor preocupación para los estadounidenses y se espera que el presidente Barack Obama anuncie planes para impulsar la creación de empleos durante un discurso el jueves por la noche.

Pero las encuestas muestran que la debilidad de la demanda es lo que está frenando las contrataciones en el sector privado. Las débiles proyecciones para el crecimiento del PIB son una referencia de que la debilidad de la demanda se extenderá hacia el futuro. Si el gasto de los consumidores y de las empresas no repunta, las empresas no incrementarán significativamente las contrataciones de personal, sin importar qué planes se estén discutiendo en Washington.

De hecho, cuando se piensa en los riesgos de una recesión, lo que preocupa a los economistas no son indicadores como el acceso al crédito o las presiones inflacionarias. En su lugar, lo que mantiene preocupados a los economistas es que los líderes políticos o las autoridades de los bancos centrales se equivoquen en sus decisiones cuando el margen de error es tan estrecho.
Fuente: The Wall Street Journal, 08/09/11.

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