Los problemas de Japón no afectarían a los bonos del Tesoro de EE.UU.

marzo 16, 2011 · Imprimir este artículo

Los problemas de Japón no deberían desestabilizar a los bonos del Tesoro de EE.UU.

Por David Reilly

 

Los tres mayores tenedores de bonos del Tesoro de Estados Unidos enfrentan problemas que podrían reducir su entusiasmo por la deuda del Tio Sam.

La Reserva Federal tiene programado desmontar su programa más reciente para comprar US$600.000 millones en deuda a mediados del año. China está tratando de enfriar su economía y domar la inflación, lo cual podría reducir las exportaciones y reducir el apetito por los bonos del Tesoro. Mientras tanto, Japón debe reconstruir después del terremoto, lo cual podría conducir a la venta de activos en dólares, especialmente ahora que las aseguradoras enfrentan cerca de US$30.000 millones en pólizas a pagar.

Cuando se trata de Japón, el riesgo que representa para los bonos del Tesoro no debe ser subestimado. En primera instancia, el Banco de Japón no desea que el yen se fortalezca aún más, lo cual se ha desprendido de las medidas iniciales para repatriar fondos. Los exportadores japoneses, que enfrentan una disrupción de su producción por el sismo, ya pasaban apuros con los niveles históricos del yen frente al dólar, pese a que a economía parecía estar regresando a la recesión.

Al anunciar planes de doblar el tamaño de su programa de compra de activos a 10 billones de yenes (millones de millones) o US$122.000 millones, el banco central de Japón también se ha asegurado de que las empresas «tengan una variedad de canales para recaudar efectivo en Japón, a parte de vender bonos del Tesoro», indica Ward McCarthy, economista financiero jefe de Jefferies & Co.

Si nos remitimos a la historia, el terremoto Gran Hanshin que afectó a Kobe en enero de 1995 nos da una razón para ser optimistas, dice Richard Gilhooly, director en EE.UU. de estrategias de tasas de interés de TD Securities. Cifras del Departamento del Tesoro de EE.UU. muestran que los inversionistas japoneses continuaron comprando más deuda estadounidense de la que vendieron en los meses posteriores a esa catástrofe y no se convirtieron en vendedores netos sino hasta septiembre y octubre de ese año.

Con los grandes déficit de EE.UU., una potencial alza de la inflación y el fin de la compra de bonos por parte de la Fed pesando sobre las perspectivas de los economistas, cualquier confirmación de que las empresas japonesas no se verán forzadas a vender serán una noticia de alivio para los que creen que los bonos del Tesoro seguirán subiendo.

Fuente: The Wall Street Journal, 15/03/11.

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