Los viejos hábitos de los bancos centrales

septiembre 30, 2011 · Imprimir este artículo

Los viejos hábitos de los bancos centrales

Por David Wessel

 

Adam Posen, economista estadounidense que es uno de los nueve miembros que conforman el comité de política monetaria del Banco de Inglaterra, afirma que sus pares británicos y algunos bancos centrales en Europa y EE.UU. son renuentes a inyectar más crédito en la economía de forma enérgica debido a viejos hábitos y errores de percepción sobre la recuperación actual.

En una entrevista telefónica desde Londres, Posen —quien fue el único que votó a favor de más compras a gran escala de deuda gubernamental a largo plazo en la reunión del Banco de Inglaterra del 7 y 8 de septiembre— ofreció un crítica de cuatro partes del proceder convencional de los bancos centrales:

1. Los banqueros centrales están demasiado preocupados de que el público y los mercados vayan a esperar más inflación. «Ese temor es exagerado», indicó. «La probabilidad de que suceda en el escenario económico actual parece extremadamente baja».

2. «Hay una mentalidad entre los banqueros centrales… en la que… la tendencia es a errar del lado de la rigidez», dijo. «Hay muchas clases de incentivos para recompensar a la gente por estar sobria y ser conservadora y prudente», agregó, e instó a los bancos centrales a reconocer y resistir esta «tendencia parcial».

3. Los bancos centrales subestimaron la magnitud del shock financiero que afectó a la economía global. «Mucha gente… cometió un error honesto», señaló. «Simplemente subestimaron el alcance del shock, lo profundo que era el problema y la persistencia del problema».

4. Y, agregó, hubo una «tendencia» entre los bancos centrales «a subestimar o no entender por completo lo rápido que la política fiscal avanzaba en reversa», lo que ejerció una presión de contracción sobre la economía.

Posen atribuyó la actual tasa de inflación del Reino Unido —4,5% frente al año previo— a «factores temporales», y afirmó que esto no debería impedir que el Banco de Inglaterra realice una flexibilización monetaria en el futuro. «Si no hay un alza de los salarios —y no la hay— y la libra se ha mantenido estable y los mercados futuros nos dicen que los precios de la energía y el petróleo no van a sufrir cambios significativos más adelante, entonces la alta inflación actual no tiene ningún valor como herramienta de proyección de lo que deberíamos hacer para el año próximo», sostuvo.

Durante la reunión del 7 y 8 de septiembre del Comité de Política Monetaria del banco, Posen se mostró partidario de comprar 50.000 millones de libras (US$78.680 millones) más de bonos del gobierno británico. Fue el único que votó en ese sentido, pero otros miembros del comité «pensaron que era cada vez más probable que compras adicionales de activos para flexibilizar las condiciones monetarias se justificarán en algún momento», según las minutas divulgadas el miércoles.

Posen, que trabajó en el Instituto Peterson para la Economía Internacional en Washington, duda que las compras de activos, o «alivios cuantitativos» por parte de los bancos centrales en EE.UU. o el Reino Unido ejerza mucha presión a la baja sobre las monedas, a pesar de afirmaciones en sentido contrario.

Además sostuvo que una medida «ligeramente coordinada» por parte de los bancos centrales de los países desarrollados más importantes para flexibilizar la política monetaria es una buena idea. «Por supuesto», indicó, «en este momento no hay señales de que esto vaya a suceder. Pero la esperanza es eterna, en especial cuando puedo difundir mi mensaje».
Fuente: The Wall Street Journal, 22/09/11.

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