Negocios con discos de vinilo
noviembre 5, 2015 · Imprimir este artículo
Discos de ayer, negocios de hoy
La revancha del vinilo ya mueve millones; los álbumes nuevos rondan los $ 400 y los «usados» pueden valer entre $ 35 y $ 15.000, según el caso; a nivel global hay ejemplares de 300.000 dólares.
Algunos intempestivos los tiraron a la basura o los estacionaron en el sótano, librados a la fuerza corrosiva de la humedad. Otros, recicladores, decoraron las paredes de algún cuarto del hogar. Sólo unos cientos de locos se quedaron con su colección de vinilos intacta ante el avance vertiginoso de los nuevos formatos para escuchar música.
Esos afortunados por casualidad podrían contar entre sus pertenencias con primeras ediciones de un Artaud (el segundo álbum como solista de Luis Alberto Spinetta) o The Dark Side of the Moon (Pink Floyd) que hoy, para los melómanos, son oro en polvo.
Sí, el famoso disco negro de plástico volvió -como regresaron los snacks Kesbun, las cámaras Polaroid y tantos otros fetiches para el regodeo de los nostálgicos-, pero aún no representa una porción sustancial del mercado musical argentino que, según la consultora PwC, facturó US$ 86 millones el año pasado. Es sólo un débil 0,1% en 2014, de acuerdo con números de la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif).
Sin embargo, las discográficas no se desaniman y, en muchos casos, vuelven a apostar por este formato de reproducción. Creen que la tendencia va a continuar en crecimiento, sobre todo de la mano de Europa y los Estados Unidos, líderes en la industria. Es que, a nivel global, las ventas de vinilo aumentaron un 54% en 2014, según datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, y hoy representan el 2% del negocio.
«Nada se compara a los 25 millones de unidades anuales que se vendían en los 70 -dice Fernando Pau, dueño de la disquería Abraxas-, pero en mis 35 años de trabajo en este rubro, nunca me sorprendió tanto una tendencia como el resurgimiento del vinilo.»
Pau asegura que, actualmente, el 35% de sus ventas corresponde a discos gramofónicos, cuando hace cinco años ese porcentaje era tres veces menor. Abraxas ofrece ejemplares nuevos y usados desde $ 35 hasta $ 400 -los nuevos rondan ese precio- aunque, aclara, existe una porción mínima dentro de los usados que no tiene límite, especialmente en lo que respecta al rock nacional.
¿Cómo se fija el precio de un usado? «Es la conjunción de tres factores: disponibilidad, demanda y estado del disco», detalla el especialista, que además advierte sobre una tendencia peligrosa: «Como el público se renovó, hay muchos que desconocen los verdaderos valores, por lo que hay especulación con algunos ejemplares». Así, un Artaud puede rozar los $ 15.000 en portales de venta online o disquerías de la calle Corrientes.
Gracias a la imprevista moda, las discográficas se aferran a una mínima esperanza para el formato físico, aunque saben que no alcanzará para dejar de repensar el modelo de negocios, jaqueado por el streaming. «Nos volcamos al vinilo en la era de la reproducción online en respuesta a una demanda muy importante que se está dando en el país y en el resto del mundo», explica Damián Amato, presidente de Sony Music Argentina, firma que hace unos meses reeditó clásicos del rock nacional en vinilo (como Almendra, Pescado Rabioso y Virus, entre otros), de los que distribuyó 30.000 álbumes a un valor promedio de $ 400 cada uno. Amato adelanta que este mes, Sony editará títulos nuevos y que en diciembre se repondrán los de la primera tanda, que se agotaron en pocos días.
Alejandro Paolini, gerente de operaciones de Warner Music Argentina, también es optimista frente a las posibilidades: «Los vinilos que importamos no superan el 10% de nuestras ventas, pero la incidencia de este formato está en crecimiento y ya hay proyectos para fabricarlo nuevamente en el país». Warner trae el país ejemplares de Pink Floyd, The Doors y Van Halen (una banda de hard rock), entre otros grupos, y edita en este formato a músicos locales como Andrés Calamaro.
Si un artista quisiera lanzar su música en un gramofónico, los gastos incluirían la «masterización» especial para poder grabar en analógico, el material plástico, la producción de las copias y los gastos del arte de tapa. A eso hay que sumarle el transporte, los gastos de Aduana y los impuestos. Como en la Argentina las fábricas de vinilo se desmantelaron y se vendieron como chatarra en los 90, la producción a mediana y gran escala viene de Europa y Estados Unidos.
Pero no todo está perdido para la producción nacional: existe un sello en el país que logra darle un espacio a bandas independientes. Se trata de Hallo Discos, creado por José D’Agostino, Gastón Cuttica y Hernán Literas, en 2012. Los tres amigos consiguieron una máquina para cortar vinilos por alrededor de 5000 euros, que fueron a buscar a Alemania. Hoy, tal como lo explica D’Agostino, pueden crear discos a pequeña escala -un máximo de 50 unidades por banda-, limitados por el tiempo que se debe invertir en la producción y por la necesidad de dar espacio a más bandas. Así, para artistas locales, producir 20 unidades junto a Hallo ronda los $ 5000. A esa cifra hay que añadirle el gasto de impresión de la tapa, que redondea los $ 150 por unidad, y el de diseño, que depende de las necesidades de cada músico.
¿Y el costo de disfrutarlos? Un tocadiscos nuevo, importado de China, cuesta unos $ 8000, mientras que un usado arranca en los $ 600. Después, sólo resta el ritual: comprar el disco, colocarlo, bajar la aguja y darlo vuelta cuando se termina una cara.
$ 8000
Alta fidelidad
Moda vintage
Es lo que cuesta, en promedio, un tocadiscos nuevo en cadenas de retail. Se consiguen usados desde $ 600
De Spinetta a The Beatles
Los más caros
1. «In Spite Of All The Danger» (The Quarrymen, 1958): canción pre-Beatles grabada por McCartney, Lennon y Harrison -más John Lowe (piano) y Colin Hanton (piano)- junto a una versión de «That’ll Be The Day» (Buddy Holly). Existía una sola copia (valor estimado, US$ 300.000), que guardó Lowe durante 23 años y compró McCartney en 1981, la restauró e hizo 50 copias (US$ 15.000 cada una)
2. «God Save The Queen»/»No Feelings» (Sex Pistols, 1977) US$ 15.0003. «White Album», (The Beatles, 1968) US$ 12.000
Top 3 argentinos
1. Artaud (Spinetta, 1973): $ 15.000
2. Miguel Abuelo & Nada (1973): $ 6500
3. Divididos por la felicidad (Sumo, 1985): $ 3800
Fuente: lanacion.com.ar, 02/11/15.
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