La sobreviviente más anciana del Holocausto murió a los 110 años

febrero 25, 2014

La sobreviviente más anciana del Holocausto murió a los 110 años

La sobreviviente del Holocausto más anciana del mundo, la pianista checa Alice Herz-Sommer, murió este fin de semana a los 110 años en Londres, donde vivía, informó ayer su familia. Su historia de lucha y supervivencia a través de la música fue llevada a la pantalla grande en un documental nominado para los premios Oscar, que se entregan el próximo domingo.

Herz-Sommer vivió en su departamento hasta el viernes, cuando debió ser internada en un hospital de la capital británica.

“Alice Sommer murió ayer domingo, acompañada por su familia”, declaró su nieto, Ariel Sommer, en un comunicado. “Se ha escrito mucho sobre ella, pero para nosotros que la conocíamos mejor, era nuestra adorada ‘Gigi’. Nos amaba, se reía con nosotros y disfrutaba con creces de la música juntos. Fue una inspiración y nuestro mundo será mucho más pobre sin ella a nuestro lado”, agregó.

Herz-Sommer nació en Praga en 1903, en el seno de una familia de intelectuales y músicos judíos. En 1943 y en plena Segunda Guerra Mundial, los nazis la enviaron, junto con su hijo pequeño Stephan, al campo de concentración de Theresienstadt, de la ciudad del mismo nombre, hoy conocida como Terezín (República Checa). La mujer y su hijo, quien más tarde se convirtió en violonchelista, fueron liberados en 1945 por el Ejército Soviético.

Herz-Sommer, que fue una pianista aclamada, emigró primero a Israel, y en 1986 a Gran Bretaña, donde vivió hasta su muerte.

Su esposo murió de fiebre tifoidea en el campo de concentración de Dachau, mientras que su madre falleció en las cámaras de gas del campo de Treblinka.

Herz-Sommer, en cambio, logró sobrevivir gracias a la música. Junto a otros músicos y compositores judíos de renombre, llegó a tocar en más de 150 conciertos en el campo de Theresienstadt, en un intento por levantar el ánimo de los reclusos y a pedido de los jerarcas nazis.

Se estima que al menos 140.000 judíos fueron enviados a ese campo, de los cuales unos 33.430 murieron por las malas condiciones sanitarias, hambre y enfermedades. Otros 88.000 fueron transportados a Auschwitz y a otros campos de exterminio, donde la mayoría falleció.

“Los nazis querían que tocara tanto que pensaba que mis dedos se me caerían en aquel frío ”, recordó la mujer en una entrevista con el diario The Times en 2010.

Se propuso entonces aprender los Estudios del compositor Frederic Chopin: “Son tan difíciles que pensé que si los aprendía, me salvarían la vida”, narró en la misma entrevista.

“ Soy judía, pero Beethoven es mi religión”, explicó en otra oportunidad. “Pienso vivir mis últimos días, pero poco importa, porque mi vida ha sido muy rica. Y la vida es magnífica, la naturaleza y la música son magníficas. Todo lo que vivimos es un regalo, un regalo que debemos mimar y regalar a aquellos a los que amamos”, agregó.

En otra entrevista, aseguraba no haber odiado nunca. “El odio conduce solamente al odio”, comentó. “Si se puede disfrutar de la música, no todo está perdido. Nos conduce a una isla de paz, de belleza, de amor. La música es un sueño”, estimaba.

La pianista y profesora de música, que aprendió a tocar el piano a los cinco años, lo hizo cada día en su pequeño departamento de Belsize Park, en el norte de Londres, hasta los 102 años.

“Toco el piano puntualmente a las 10 de la mañana, durante tres horas”, contó la mujer hace algunos años, al admitir que la clave de su supervivencia fue su “temperamento, optimismo y disciplina”. “Busco lo bueno de la vida. Conozco las cosas malas, pero busco solo las buenas”, afirmó esta sobreviviente, que contó entre sus amistades con el escritor Franz Kafka. Sus memorias también están recogidas en el libro “El mundo de Alice”, de Caroline Stoessinger, que narra sus luchas y sus triunfos en más de un siglo de vida.

La película sobre sus experiencias, “The Lady in Number 6: Music Saved My Life”, fue nominada como mejor corto documental para los premios Oscar, que se entregan el domingo en Los Angeles.

Malcolm Clark, el director del cortometraje, y Nick Reed, su productor, dijeron en un comunicado que contar la historia de Herz-Sommer fue una experiencia que les cambió la vida. “Incluso a medida que su energía se apagaba lentamente, su espíritu luminoso nunca desapareció”, escribieron.

Fuente: Clarín, 25/02/14.

Alice Herz-Sommer

Alice Herz-Sommer