La historia de Thomas Monaghan, el fundador de Ave María
enero 9, 2025
Por Gustavo Ibáñez Padilla.
La vida de Thomas Monaghan, fundador de Domino’s Pizza, es un ejemplo de cómo el éxito empresarial puede convertirse en una herramienta para perseguir ideales espirituales y sociales. Conocido por transformar una pequeña pizzería en un imperio global, Monaghan tomó una decisión sorprendente en 1998: vender su participación mayoritaria en Domino’s Pizza por mil millones de dólares y dedicar su fortuna a promover los valores del Catolicismo. Entre sus logros más destacados está la fundación de Ave María, una ciudad planificada en Florida que busca ser un faro de educación y comunidad centrado en la fe.
De huérfano a magnate de la pizza
La historia de Monaghan comienza en Ann Arbor, Michigan, donde nació en 1937. Tras la muerte de su padre cuando apenas tenía cuatro años, Monaghan y su hermano fueron enviados por su madre a un orfanato católico. Aquí, bajo la tutela de monjas, se sembraron las primeras semillas de su devoción religiosa. Aunque demostró talento académico, especialmente en matemáticas, su paso por el seminario terminó abruptamente debido a su indisciplina. Más tarde, intentó cursar estudios universitarios, pero también abandonó.
En 1960, Monaghan y su hermano James compraron una pequeña pizzería llamada DomiNick’s en Ypsilanti, Michigan, con un préstamo de 900 dólares. Poco después, Monaghan adquirió la parte de su hermano, a cambio de un Volkswagen Escarabajo. En 1965, rebautizó el negocio como Domino’s Pizza. Bajo su liderazgo, la cadena creció exponencialmente, alcanzando más de 1.100 sucursales para 1983 y convirtiéndose en una de las cadenas de pizzerías más grandes del mundo.
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Un giro espiritual
A pesar de su éxito, Monaghan sentía un vacío espiritual. Una lectura del libro Mero Cristianismo de C.S. Lewis cambió su vida. Este libro le llevó a cuestionarse su orgullo y a reflexionar sobre cómo usar su fortuna para un bien mayor. En 1998, decidió vender su imperio y centrarse en proyectos que promovieran los valores cristianos. Entre sus iniciativas se encuentran el Centro Legal Tomás Moro, el diario Credo y la fundación Legatus, que busca conectar a empresarios católicos para vivir y promover su fe en el ámbito laboral.
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Ave María: una ciudad con propósito
El proyecto más ambicioso de Monaghan es Ave María, una comunidad planificada ubicada en el suroeste de Florida. Con una inversión personal inicial de 250 millones de dólares, la ciudad fue concebida como un centro donde los principios del catolicismo guiaran la vida diaria de sus habitantes. Ave María cuenta con una iglesia monumental en su corazón, rodeada por una universidad, escuelas, residencias y servicios comunitarios.
La iglesia, diseñada para ser un símbolo de fe, es el eje espiritual de la ciudad. En ella, los fieles pueden participar en adoración perpetua y diversas actividades de formación. Además, Ave María University ofrece programas educativos alineados con los valores del catolicismo, atrayendo a estudiantes de todo el país.
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Controversias y críticas
El proyecto no ha estado exento de críticas. Algunos ven en Ave María un intento de imponer una visión religiosa estricta en la vida cotidiana, mientras que otros cuestionan la relación entre religión y política en la gobernanza de la comunidad. Sin embargo, Monaghan ha respondido a estas críticas reafirmando su propósito: «Mi meta es que el mayor número posible de personas llegue al cielo».
Ave María no es una ciudad incorporada, sino que opera bajo el Distrito Comunitario Ave María Stewardship, una estructura de gobierno local que gestiona la infraestructura y los servicios comunitarios. Esta organización permite un nivel de autonómía que facilita la implementación de los valores de la comunidad.
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Un legado en construcción
Hoy, Ave María es una ciudad en crecimiento que refleja una visión singular. A pesar de las críticas iniciales, se ha convertido en un ejemplo de cómo una comunidad puede formarse alrededor de un conjunto de valores compartidos. La ciudad no solo atrae a católicos devotos, sino también a personas de diversas creencias que buscan un entorno seguro y orientado hacia la familia.
El legado de Thomas Monaghan va más allá de su éxito como empresario. Su transformación personal y su compromiso con el catolicismo han dado lugar a una serie de iniciativas que buscan promover el bien común. Ave María, con su singular mezcla de fe, educación y comunidad, es un testimonio vivo de su visión y de cómo el éxito puede redirigirse hacia un propósito más elevado.
Fuente: Ediciones EP, 09/01/25.
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