El ejecutivo global

febrero 1, 2015

Si quiere ascender a la cúpula ejecutiva, haga sus maletas

Por Leslie Kwoh

 

Si cree que un traslado al extranjero es suficiente para alcanzar un alto cargo en su compañía, piénselo otra vez y empiece a hacer las maletas.

A medida que el proceso de lanzar productos al mercado implica una red global de comercio, los gerentes que quieren ascender a los puestos más altos tienen que estar listos para completar múltiples períodos en el exterior. La demanda de estos empleados dispuestos a trabajar en dos o tres países es alta. El motivo es que el tiempo invertido en el extranjero fomenta sus habilidades para gestionar operaciones complejas e interconectadas, que simplemente no se pueden desarrollar en las oficinas centrales o en una breve misión en el exterior, dicen los reclutadores y ejecutivos de recursos humanos.

«No hay nada como estar en el lugar para ver las realidades de cómo se hace el negocio», señala Tom Kolder, presidente de la firma de búsqueda de ejecutivos Crist/Kolder. «Hemos pasado de considerarlo una cosa conveniente a una cosa imprescindible».

Un puesto internacional solía indicar que el empleado no era vital para las operaciones diarias, dice James Hertlein, director ejecutivo de la firma de cazatalentos Boyden. Hoy, siete de cada diez clientes solicitan experiencia internacional cuando buscan ejecutivos para puestos destacados o para la junta directiva.

Aproximadamente la mitad de esos siete requieren unos cuantos años de permanencia en múltiples países, estima Hertlein.

Los presidentes ejecutivos son los impulsores del cambio al querer un equipo en las oficinas centrales que tenga experiencia en cualquier parte del mundo, lo que implica desde encontrar a los socios locales idóneos hasta anticipar los gustos de los clientes.

Cuando Xerox Corp. trasladó el diseño, la fabricación y parte de la cadena de suministro a socios en el extranjero, los trabajadores con experiencia internacional resultaron más útiles para gestionar esas alianzas que involucran, por ejemplo, supervisar un producto desde sus estados de producción iniciales en China hasta su distribución a los vendedores en Brasil, dice Tom Maddison, jefe de recursos humanos de Xerox. «Ya no se puede gestionar las operaciones en el extranjero desde Nueva York», subraya.

Cuando Xerox buscó recientemente un nuevo director financiero, pidió a los reclutadores que encontraran candidatos con una amplia experiencia global en la industria. Traducción: «mientras más mejor», dice Maddison. «Quieres ver un caballo que gane múltiples carreras», añade.

El equipo a cargo de la búsqueda dio con Luca Maestri, un ejecutivo italiano que ha vivido muchos países, incluyendo Tailandia, Brasil e Irlanda, trabajando para General Motors y Nokia Siemens Networks. Xerox lo nombró director financiero a principios del año pasado.

IDEX Corp. también quería contratar a alguien con bastante experiencia internacional cuando el año pasado reemplazó a un miembro de su junta directiva que se jubilaba el año pasado.

El fabricante tecnológico e industrial de Illinois recurrió a Tony Satterthwaite, que pasó cuatro años en el Reino Unido y cinco años en Singapur dirigiendo la división de generación de energía de Cummins Inc. Aunque los miembros de la junta directiva tenían algo de experiencia internacional, Satterthwaite conocía hasta en los más mínimos detalles cómo establecer canales de distribución, navegar los procedimientos regulatorios y entender el papel del gobierno, dice el presidente ejecutivo de IDEX, Andrew Silvernail.

Algunos detractores sostienen que la contratación de los candidatos por sus credenciales globales proporciona nómadas, en vez de líderes. Las misiones en el extranjero premian a los trabajadores por los retornos a corto plazo, no por resultados duraderos. Los críticos recomiendan, por el contrario, enviar a los ejecutivos a mercados foráneos en viajes de hasta dos semanas todos los meses.
Fuente: The Wall Street Journal, 13/05/12.