Qué hacer si las deudas lo ahogan

mayo 19, 2014

Qué hacer si las deudas lo ahogan.
Por Veronica Dagher.

El joven tenía pesadillas y dificultad para conciliar el sueño. Le dijo a la psicóloga Maggie Baker que se sentía atormentado por sus dos mesas plegables llenas de facturas sin abrir.

Baker, que se especializa en asuntos monetarios, le dijo a este hombre, que estaba en sus 30, que ya no podía seguir ignorando las llamadas de sus acreedores.

Sus padres, impactados por la noticia de sus deudas, de todos modos le prestaron US$50.000 para pagar sus facturas. Así lo hizo, y pensó que no necesitaba ayuda para poner en orden sus finanzas. Seis meses más tarde, tenía otra mesa plegable amontonada con facturas por abrir.

«Fue rescatado pero el rescate no le enseñó nada acerca de ser responsable consigo mismo con el dinero», anota Baker. «La negación financiera agota los recursos psicológicos de una persona… y hace que sea más difícil operar a un nivel más alto».

Aunque la mayoría de la gente no tiene dos mesas repletas de facturas atrasadas, no falta la gente que se encuentra en estado de negación sobre su situación financiera, anotan los asesores financieros y terapeutas.

«El dinero ciertamente puede provocar negación», dice Marty Martin, un psicólogo financiero de Chicago. A continuación, seis consejos para tomar cartas sobre el asunto:

1. Abra (y lea) sus documentos.

Mary Gresham primero enseña a lidiar con la ansiedad detrás de su negación.

«Es importante percatarse que aunque esté negando su situación, una parte de usted si es consciente que no está afrontándola y no puede sentirse completamente relajado», dice la psicóloga financiero de Atlanta.

Ella aconseja la respiración profunda y la mediación para ayudar a reducir su nivel de estrés antes de abrir sus documentos financieros o tomar decisiones financieras.

Una vez que comience a hacer frente a sus finanzas —ya sea abrir facturas no pagadas o reevaluar un portfolio con rendimiento inferior— sentirá mayor madurez y dominio en su vida, anota Gresham. El observar sus documentos de cerca también le puede mostrar que está pagando demasiadas cuotas.

2. Monitoree sus gastos

El asesor financiero Mo Vidwans aconsejó a una pareja cuyos cónyuges trabajaban en el sector médico pero no tenían ahorros. Al ver sus gastos se dio cuenta que uno de los dos gastaba cerca de US$1.500 al año en café.

«Y uno se pregunta a donde se va el dinero», expresa Vidwans.

Judith Ward, asesora financiera en T. Rowe Price, dice que primero debe saber cuánto gana, después de impuestos. Ahora puede «registrar todo centavo» ya sea manualmente o de manera digital.

«La gente normalmente se da cuenta que está gastando mucho más que lo que piensa», dice. También podría caer en cuenta que está gastando más de lo que gana.

Documentar sus gastos le ayudará a ver tendencias en sus hábitos de compra, como por ejemplo premiarse a sí mismo después de un mal día, anota Martin.

La asesora financiera Helen Berenyi recomienda emplear solamente efectivo durante dos meses para hacer conciencia. «Tendrá una mucho mejor idea de sus necesidades y gastos verdaderos», apunta.

3. Evalúe los riesgos.

Considerar los potenciales riesgos financieros puede ofrecerle una buena dosis de realismo, dice Joe Duran, presidente ejecutivo de United Capital, en California.

«¿Qué pasa si le pasa algo malo a sus padres, hermanos u otros familiares? ¿Quién se hace responsable?» dice. Toda familia tiene una «bestia de carga»: la persona que toma las riendas y arrima el hombro si algo sale mal, indica.

Duran apunta que debería crear un genograma (un tipo de árbol genealógico) e identificar quien sería responsable en caso de ocurrirle desastre financiero a cualquier persona en el árbol, incluyendo a usted.

Y aunque no hay nada como su propia crisis financiera para enfrentar la realidad, conversar con amigos y familiares sobre los problemas que enfrentan también puede proporcionar una alerta, anotan los terapeutas.

4. Proyecte el futuro.

A los clientes que están en negación sobre la cantidad de dinero que necesitan para su jubilación, Vidwans les muestra proyecciones de su futuro financiero. Por ejemplo, si los gastos anuales de una pareja de 50 años son de US$50.000 hoy en día, les muestra que en 25 años esos mismos gastos saldrán en unos US$82.000, suponiendo una tasa de inflación de 2%. Muchos clientes no tienen pensiones como sus padres y probablemente enfrentarán mayores costos médicos a medida que envejecen.

Después le pide que recuerden cuánto costaba la leche, el pollo y la gasolina hace 25 años. «Se les prende el foco», dice.

5. Ponga metas.

Una vez que comprenda mejor su situación financiera, es hora de priorizar, fijar metas y hacer algunas concesiones, anotan los asesores.

Quizás tenga que localizar a sus prestamistas y negociar condiciones de pago más favorables o buscar ayuda de organizaciones de consejería (como la National Foundation for Credit Counseling en Estados Unidos), dice Ken Donaldson, un asesor de salud mental en Florida.

Duran recomienda crear una lista de sus cinco principales prioridades financieras, por ejemplo liquidar sus deudas o ahorrar para su jubilación.

Si sus gastos no concuerdan con sus prioridades, entonces quizás tenga que hacer algunas concesiones, dice Ward.

Es importante tener metas claras, señala Ward. «Si sus metas son blandas, como por ejemplo, ‘ahorro lo que pueda para mi jubilación’, entonces serán difíciles de monitorear. Le conviene más tener una meta concreta como ‘ahorro 15% de mi sueldo para mí (plan de pensión) del trabajo», afirma.

6. Obtenga ayuda.

Muchas iglesias y agencias comunitarias ofrecen consejería gratuita o de bajo costo para ayudarle a encarar su situación económica, dice Donaldson. Y sea consciente que es posible que vuelva a sus viejas andanzas. Por tanto, sea compasivo consigo mismo y vuelva a empezar. «El problema solo empeora si se odia a sí mismo y tiene problemas financieros», anota Baker.

Fuente: The Wall Street Journal, 15/05/14.