Fuga de dólares de los bancos argentinos

julio 30, 2012

US$ 36 millones por día se van de los bancos al colchón o al paralelo

 

En las primeras tres semanas de julio los ahorristas retiraron de los bancos casi US$ 450 millones. En lo que va del año, el stock en esa moneda se redujo un 30%. Estiman que esos dólares van al colchón o al paralelo.

 

El endurecimiento de las restricciones cambiarias volvieron a impactar negativamente en los depósitos en dólares. Entre el 16 al 20 de julio se fueron de los bancos US$ 181 millones, el 2,1% del total, según los últimos datos disponibles del Banco Central (BCRA). Así, el retiro de depósitos en moneda estadounidense mantiene su tendencia ascendente.

Los ahorristas se llevaron más de US$ 36 millones por día, un millón más que el promedio diario de la semana previa. Los especialistas sostienen que el goteo de depósitos es una consecuencia directa de la desconfianza que genera el cepo cambiario en los ahorristas. Desde los bancos líderes coinciden en que las últimas medidas, como la prohibición a la compra de divisas para el ahorro, que se oficializó el 5 de julio, sumaron más incertidumbre. «En la última quincena de junio habíamos notado una desaceleración.

Pero otra vez el Gobierno hizo lo suyo reforzando el cepo y sumó más nerviosismo entre los clientes», explicaron en una entidad privada. En las primeras tres semanas de julio, los depósitos se redujeron en US$ 447 millones. Los bancos habían comenzado el año con depósitos por US$ 12.144 millones. Según información oficial, al 20 de julio ese monto se achicó cerca de un 30% y se ubicó en US$ 8.554 millones.

Aunque es difícil establecer el destino de los dólares que salen de los bancos, en el mercado financiero creen que una parte va a parar al colchón de los ahorristas y otra se vuelca al mercado paralelo. El dólar «blue» estuvo menos caliente en los últimos días y cerró la semana a $6,45, lejos del pico de $6,90 que rozó el 18 de julio.

Pero la brecha del 40% que lo separa del tipo de cambio oficial sigue tentando a muchos tenedores de dólares que buscan obtener una ganancia desprendiéndose de sus billetes en la plaza ilegal. Las proyecciones que circulan en el mercado financiero no son optimistas. «Mientras el peso siga tan golpeado por la inflación, el dólar seguirá siendo el activo más buscado como refugio de valor», explicó un banquero.

«Mientras el blue se mantenga lejos del dólar oficial y el cepo continúe, no hay motivo alguno para pensar que el goteo de depósitos se frenará», explicó.

Al tener menos dólares disponibles en las sucursales, los bancos siguen limitando, a su vez, los préstamos en moneda extranjera. Se trata de las líneas de prefinanciación que se conceden únicamente a los exportadores. El stock de préstamos de las entidades bajó US$ 150 millones entre el 16 y el 20 de julio con relación a la semana anterior. Sucede que una vez que los bancos recuperan las divisas de sus deudores, no vuelven a renovar las líneas.
Fuente: Clarín, 28/07/12.
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Rojo récord en 20 años

Por Agustín Monteverde

 

Sin la ayuda contable recibida en junio, el Tesoro Nacional hubiese cerrado con un déficit de $ -11.000 millones. La destrucción del equilibrio fiscal resulta increíble, irresponsable e inexplicable.

 

El cuadro fiscal de junio muestra un marcado agravamiento de las cuentas públicas. En junio del año pasado se había registrado un superávit primario de $ 934 millones.

Este año el resultado primario se revirtió y fue negativo en $ 726 millones. Fue el primer déficit primario reconocido oficialmente desde 2002.

Y ello a pesar del maquillaje provisto por una ayuda contable de nada menos que $ 7.285 millones en concepto de rentas de la propiedad ($ 5.140 millones de la Seguridad Social y $ 1.940 millones del BCRA).

Esto quiere decir que sin esa ayuda extra el déficit primario habría escalado a $ 8.000 millones.

Aun sin maquillaje, este año cerraría con un déficit primario de al menos 0,5 % del PBI, lo que constituiría el peor desempeño de las últimas 2 décadas.

El déficit final —computados los pagos del servicio de la deuda y maquillaje mediante— fue $ 3.767 millones, 14 % mayor al de junio del 2011 pese a que se pagaron $ 1.200 millones menos de intereses este año.

Sin la ayuda contable mencionada, el déficit final —financiero, en la jerga de las finanzas públicas— asciende a más de $ 11.000 millones.

Aun contando la ayuda de las rentas de la propiedad, el año podría cerrar con un déficit final de 3 % del PBI.

El acumulado del segundo trimestre evidencia también el pronunciado deterioro. El déficit final estalló 203% respecto al mismo trimestre de 2011. Y el resultado primario se deterioró 55%. Sin la ayuda de las rentas de la propiedad este año el déficit final del segundo. trimestre habría superado los $ 14.900 millones.

Siguiendo el mismo procedimiento, el déficit final del primer semestre se ubicaría en los $ 24.000 millones mientras que en la primera mitad de 2011 había sido de $ 10.000 millones.

El gobierno maneja el Fondo de Sustentabilidad del Sistema de Seguridad Social como si se tratara una empresa comercial en manos del estado, a la que se le ordeñan dividendos.

Este adueñamiento del gobierno de supuestas ganancias del Fondo de Sustentabilidad y su apropiación para las más disparatadas finalidades (desde el Fútbol para Todos a solventar las erogaciones de los fiscales), constituye un vaciamiento progresivo de la caja previsional, perpetuando el desamparo y la defraudación de futuras generaciones de jubilados.

Por otro lado el recurrir repetidamente a adelantos transitorios y supuestas ganancias —no realizadas ni realizables— del BCRA demuestra una tendencia a monetizar buena parte del quebranto del Tesoro.

Cuando se analiza en detalle el cuadro fiscal, las dinámicas inversas de ingresos y gastos resultan particularmente alarmantes.

La aceleración en el deterioro de las cuentas fiscales obedece al impacto sobre los ingresos de la caída de la actividad económica frente a un gasto público en permanente crecimiento en términos reales.

Se observa una notable desaceleración en los dos principales rubros de ingresos, impuestos y recaudación del sistema de Seguridad Social.

En el caso de los ingresos tributarios, el frenazo es particularmente brusco: en junio aumentaron 16 % interanual —muy por debajo de la inflación— mientras que en el mismo mes del año pasado crecían 50 % más rápido.

Esta desaceleración, con una economía que se encuentra en plena contracción, podría convertirse en un estancamiento en términos nominales del principal rubro de recursos.
Fuente: Urgente 24, 26/07/12.