Tambalea el imperio de Eike Batista
junio 25, 2013 · Imprimir este artículo
Tambalea el imperio de Eike Batista
Por Luciana Magalhaes y John Lyons
SÃO PAULO — Sólo meses después de que la presentó, la propuesta del magnate brasileño Eike Batista para equilibrar su tambaleante imperio de petróleo, minería y carga está casi hecha trizas, debido a un cambio en la actitud de los inversionistas frente a las empresas de mercados emergentes y commodities.
El valor de los activos del empresario brasileño se ha hundido, socavando la estrategia establecida en marzo de recaudar capital mediante la venta de participaciones en sus empresas a nuevos socios para asegurar la viabilidad de sus negocios, cuyas operaciones requieren mucho capital.
El bono que vence en 2018 de la empresa insignia de Batista, OGX LLC, se negociaba el lunes al peligroso nivel de 30 centavos por dólar. Eso se compara con 88 centavos el 6 de marzo.
«El precio ya indica que los inversionistas están viendo una empresa en un escenario de liquidación», apuntó Marco Aurelio Guerra de Sa, jefe de negociaciones en América Latina de Crédit Agricole Securities en Miami.
Un vocero de Batista declinó hacer comentarios.
Pero quizás el mensaje más fuerte del declive de la confianza en el imperio de Batista vino de él mismo, indican los inversionistas. En mayo, el empresario vendió en torno a US$60 millones de acciones de su empresa petrolera insignia a un precio ultra bajo de entre 1,57 reales y 1,85 reales (US$0,70 y US$0,83) por acción. Las ventas emitieron el mensaje que al empresario le urge el efectivo, a pesar de que dijo después que era un ajuste mínimo y que no planeaba vender más acciones en la empresa. Las acciones de OGX se negociaban el lunes en la tarde alrededor de 0,83 reales, un descenso de más de 90% en los últimos 12 meses.
La ventas de acciones de Batista ha minado su credibilidad, afirman los inversionistas, ya que existe un acuerdo separado de larga data que indica que Batista compraría unos US$1.000 millones en acciones de OGX al mayor precio de 6,30 reales por acción si la empresa los necesita. Los inversionistas ahora ponen en duda la habilidad y disposición de realizar la compra prometida de US$1.000 millones, considerada crucial para las finanzas de OGX.
El lunes se conoció que MMX Mineração e Metálicos SA, MMXM3.BR +10.24% una minera controlada por Batista, contrató asesores financieros para «evaluar oportunidades de negocios», incluyendo la posible venta de activos o acciones actualmente en poder de Batista.
El 14 de junio, la firma de calificación crediticia Fitch Ratings rebajó los bonos de OGX, señalando que «la indisponibilidad de tales fondos pondría mayor presión a la habilidad de OGX de continuar operando».
Las ventas de Batista no son la única preocupación. Incluso tras la reciente caída en los precios de los activos, muchos inversionistas señalan que no considerarían invertir en OGX ni en ninguna otra de las empresas del magnate.
«La empresa [OGX] podría quedarse sin efectivo en 2014», apuntó Jack Deino, que ayuda a gestionar US$2.700 millones en activos de mercados emergentes en Invesco Ltd. IVZ -4.60% en Nueva York. Deino vendió sus bonos de OGX a mediados de 2012, señaló.
Los potenciales resultados para Batista no son buenos. Los inversionistas dicen que la probabilidad de que Batista necesite negociar una reestructuración de deuda con sus tenedores de bonos y otros acreedores está subiendo rápidamente. Varios bancos brasileños, incluyendo Itaú Unibanco Holding SA, ITUB4.BR -3.36% Banco Bradesco SA BBDC4.BR -2.01% y Banco BTG Pactual SA, BBTG11.BR -1.66% habían prestado alrededor de US$5.000 millones a las firmas de Batista hasta fines de marzo. Personas familiarizadas con los acuerdos de préstamos indicaron que Batista logró prorrogar un pago al banco de inversión Itaú BBA. Representantes de la entidad declinaron ofrecer comentarios.
Otra esperanza del inversionista es que el gobierno de Brasil intervenga y respalde a Batista: la teoría de «es demasiado grande para caer». El banco de desarrollo del gobierno, o BNDES, tiene acciones en algunas de las empresas de Batista y le prestó al grupo más de US$1.000 millones en 2012 por lo que tiene un incentivo para ayudarlo. Al mismo tiempo, inyectar más dinero en las firmas de Batista no sería una decisión popular desde el punto de vista político para la presidenta Dilma Rousseff, que ya está lidiando con una serie de protestas masivas impulsadas en parte por el descontento sobre un presunto capitalismo rampante.
El desplome del precio de los bonos de OGX marca un radical revés en la suerte del extravagante emprendedor de Rio de Janeiro, que siempre prometió que se convertiría en el hombre más rico del mundo, y estuvo a punto de serlo. Batista abrió el capital de varias empresas independientes durante el pico del frenesí por las acciones de mercados emergentes que se desató a principios de 2006. En 2011 ingresó a las listas de los «hombres más ricos del mundo» con un patrimonio valorado en alrededor de US$30.000 millones. El valor de las acciones de Batista se derrumbó a US$10.600 millones en marzo.
Sus empresas no han cumplido sus objetivos. Los líos de Batista comenzaron en junio de 2012 cuando OGX anunció que la producción petrolera en un campo claves fue mucho menor que sus pronósticos. Eso comenzó a hundir los precios de las acciones del resto de sus empresas nuevas, que están casi todas interconectadas. Por ejemplo, su compañía de carga OSX LLC fue creada para hacer plataformas petroleras para OGX. Y los barcos que son fabricados por OSX se atracarían en un puerto que está en construcción por otra empresa de Batista, llamada LLX LLC. Para recaudar efectivo y fortalecer la confianza, Batista se apoyó en la venta de participaciones de sus empresas. A fines de marzo, vendió una participación adicional en su empresa energética MPX LLC a la empresa alemana de servicios públicos E. ON SE EOAN.XE -0.57% por unos US$700 millones.
El reciente revés de Batista podría convertirlo en una de las primeras y más prominentes víctimas de la estampida de los inversionistas de activos de mercados emergentes a medida que EE.UU. se prepara para reducir su programa de estímulo y grandes países en desarrollo como Brasil registran tasas de crecimiento más bajas. Las acciones y las monedas de la región están cayendo, lo que dificulta los esfuerzos de Batista para recuperar la confianza.
«No le echaría toda la culpa a Eike», expresó Ed Kuczma, que ayuda a gestionar US$350 millones en acciones de mercados emergentes en Van Eck y nunca ha comprado acciones en las empresas de Batista, y no planea hacerlo. «La economía global tuvo un obstáculo fuerte y empinado…y la gente tiene supuestos más realistas, y se han vuelto más cuidadosas».
Fuente: The Wall Street Journal, 24/06/13.
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