Cambios en el mercado laboral

abril 3, 2011

El mercado laboral está de cabeza

Por Sue Shellenbarger

 

Los mayores cambios en la vida familiar a veces ocurren de manera gradual. Los nuevos datos laborales en Estados Unidos sugieren que ha advenido un cambio de magnitud sísmica: los patrones de empleo se han invertido.

En el pasado, la abuela y el abuelo tendían a jubilarse a una vida de ocio al pasar los 60 años, en tanto se esperaba que los adolescentes trabajaran. Hasta apenas en 2000, era mucho más probable que los varones de 16 y 17 años tuvieran empleos pagos que sus abuelos de entre 65 y 69 años.

Pero tan sólo una década después, ese cuadro se ha revertido: el abuelo tiene el doble de probabilidades de estar trabajando que su nieto. Basado en nuevas investigaciones del Centro para Estudios del Mercado Laboral de la Universidad de Northeastern, en Boston, 34% de los hombres de entre 60 y 69 años tienen empleos pagos, comparado con menos de 15% de varones de entre 16 y 17 años. En 2000, los números comparables eran 29% para los hombres mayores y 34% para los adolescentes.

Aunque el cuadro es similar para las mujeres, las adolescentes estadounidenses tienen una mayor tasa de empleo, de 16,9%, comparado con 25,3% para mujeres de entre 65 y 69 años, dice Andrew Sum, profesor de economía de Northeastern y director del centro. En 2000, 35% de las jóvenes de entre 16 y 17 años trabajaban, comparado con apenas 19% de sus abuelas.

A muchos adolescentes que buscan trabajo hoy se les dice: «Ni siquiera se moleste en pedir trabajo», porque algunos empleadores tienen cientos de solicitudes para las vacantes por hora que otrora dominaban los trabajadores adolescentes, dice Sum. Muchos jóvenes se han desalentado y han abandonado el mercado laboral. El problema es más pronunciado en áreas donde los adolescentes tienen más necesidad de un salario, entre las familias de menores ingresos de las grandes ciudades. En Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Washington, menos de 10% de los estudiantes de secundaria de entre 16 y 19 años tienen empleos.

Además de los puestos que la abuela y el abuelo ocupan en hamburgueserías, lavadero de autos y comercios minoristas, las leyes laborales en algunos estados son cada vez más estrictas, lo que ha ayudado a desplazar a los menores de 18 años de la fuerza laboral. Y los adolescentes de familias adineradas están pasando más tiempo en la escuela o trabajando en pasantías sin remuneración, parte de la tendencia hacia un retraso en el ingreso a la edad adulta.

La situación plantea un dilema para padres que quieren o necesitan que sus hijos adolescentes trabajen y ha sido difícil para los jóvenes también. Igualmente tiene grandes implicaciones para las personas mayores. Un nuevo libro titulado The Big Shift, por Mark Freedman, fundador de Civic Ventures, que alienta a los estadounidenses mayores a emprender nuevas carreras en años avanzados de sus vidas, incluso sugiere darle nombre a una nueva etapa de vida: encore years, que se podría traducir como una repetición de los años.
Fuente: The Wall Street Journal, 02/04/11.

Pedro J. Frías (1919-2011), destacado jurista

abril 3, 2011

Murió Pedro J. Frías, destacado jurista

 

Murió ayer (02/04/11) en Córdoba, a los 92 años, el constitucionalista Pedro J. Frías, reconocido como uno de los juristas más influyentes del país del último medio siglo.

Nacido en 1919, Frías era hijo del doctor Pedro José Frías, quien fue gobernador de Córdoba. Desde pequeño, su desempeño en los estudios fue notable. Obtuvo el premio al mejor bachiller en el Colegio Nacional de Montserrat y más tarde se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba, donde le fueron otorgadas las más altas distinciones. Fue, además, doctor en derecho y ciencias sociales y presidente honorario de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba.

Se desempeñó como profesor titular de derecho constitucional en la Universidad Católica de Córdoba y en la Universidad Nacional de Córdoba, donde también ocupó el cargo de consejero y vicedecano.

Militante de la Acción Católica, se ocupó de temas sociales y políticos. Su padre militó en el viejo Partido Demócrata y él, en el Partido Demócrata Cristiano, del que fue candidato a constituyente en 1957 y a gobernador tiempo después.

Fue miembro de la comisión honoraria del Ministerio de Relaciones Exteriores. En 1963 y 1964 se desempeñó como embajador en Bélgica y fue, además, embajador ante la Santa Sede entre 1966 y 1972.

Frías fue nombrado en 1976 miembro correspondiente de la Academia de Ciencias Morales y Políticas, y en 1977, ministro de la Corte Suprema de Justicia, tribunal en el que permaneció hasta noviembre de 1981, cuando renunció a su cargo por enfermedades graves en su familia.

«El espíritu de justicia, la prudencia de sus opiniones, la agudeza de sus dotes intelectuales, su ilustración y sus hondas cualidades de caballero cristiano nos dejan la viva imagen de un juez y un amigo que enriqueció nuestra convivencia durante casi cinco años», escribieron en aquel momento los restantes jueces de la Corte Suprema, encabezada por el Adolfo R. Gabrielli.

Desde 1979, fue miembro consultor de la comisión que participó en el proceso de mediación del papa Juan Pablo II por el conflicto del canal Beagle, que enfrentó a Chile y la Argentina y casi culmina con una contienda armada. En 1981 renunció a ese cargo.

Frías fue uno de los especialistas más buscados durante el ciclo de reformas constitucionales producidas, en los órdenes nacional y provincial, desde el retorno de la democracia.

Fue un prolífico autor de libros siempre actuales, entre ellos El ordenamiento legal de los partidos políticos , El comportamiento federal en la Argentina , Sobre poder y sociedad y Aproximaciones . Escribió, además, cerca de veinte libros y cientos de artículos.

Asimismo, fue un destacado columnista del diario La Nación durante varias décadas.

«Nos hemos vuelto individualistas, y el individualismo disuelve los vínculos sociales en los egoísmos particulares. Nos hemos vuelto relativistas; todo es igual: el bien y el mal, la Biblia y el calefón. Nos hemos vuelto muy desconfiados de los gobiernos, de los vecinos. Hay desconfianza mutua en la sociedad; por eso, está tan fragmentada», afirmó Frías durante una entrevista con La Nación en 2003.

Sus restos fueron velados en la sede de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba, de la que era presidente honorario.

Fuente: La Nación, 03/04/11.

Las aerotrópolis

abril 2, 2011

Las aerotrópolis

Desde Dubai a Honduras, la urbe del futuro cobra forma alrededor de un aeropuerto

Por Greg Lindsay

 

Llegar a medianoche al Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Dubai, como hice hace poco, es echarle un vistazo al flujo incesante y pulsante de la nueva economía global. El aeropuerto, que funciona las 24 horas del día, está lleno de gente constantemente. Comerciantes nigerianos que viajan hacia Guangzhou se mezclan con trabajadores chinos que se necesitan en Jartum, la capital de Sudán, mientras negociantes indios van camino a cerrar un acuerdo en Nairobi y personal de las Naciones Unidas se dirige a Kabul.

Los recientes problemas financieros de Dubai han obligado al pequeño estado a desechar o reducir la magnitud de algunos de sus planes de desarrollo más descabellados, incluidos The World, un archipiélago artificial con forma de mapamundi. Sin embargo, un proyecto se mantuvo sin cambios: la ampliación del Terminal 3, un edificio que de hecho ya es el más grande del mundo. La construcción del anexo continúa sin retrasos pues se necesita con desesperación para albergar la flota de 90 aviones Airbus A380 encargados por Emirates, la aerolínea estatal de Dubai.

Mientras encendía un cigarrillo en su modesta oficina en el aeropuerto, Ahmed bin Saeed al-Maktoum, presidente de la junta directiva de Emirates, se rió al recordar las extendidas dudas sobre la capacidad de Emirates de pagar y llenar sus aviones superjumbo. Pero puede, y lo ha hecho, y a pesar de la recesión, Dubai se ha mantenido firme en sus planes de desarrollar la aerolínea más grande del mundo desde el centro de conexiones aéreas más transitado. En declaraciones públicas, el jeque Ahmed ha igualado el futuro de Dubai con el futuro de Emirates, al llamar al gigantesco aeropuerto el centro de una nueva Ruta de la Seda que conectará China con Medio Oriente, India y Asia.

Gracias a la industria aérea, Dubai ha podido transformarse de un pantano a un centro de conexiones perfectamente posicionado para servir a la mitad de la población del planeta. Ahora tiene más en común con Hong Kong, Singapur y Bangalore que con su vecino Arabia Saudita. Es el ejemplo perfecto de una aerotrópolis, que puede ser definida como una ciudad planeada alrededor de su aeropuerto o, más ampliamente, como una ciudad menos conectada con sus vecinos que se desplazan por tierra que con sus pares ubicados a miles de kilómetros de distancia. La aerotrópolis ideal es una amalgama de instalaciones hechas a la medida, como complejos de oficinas, centros de convenciones, instalaciones de carga e incluso fábricas ubicadas a un costado de las pistas. Es un nodo puro en una red global donde se desplazan con rapidez personas y mercancías en lugar de datos. Y es el futuro de la ciudad global.

Cuestión de competencia

Luego de la crisis financiera mundial, las palabras de cabecera para el futuro a menudo han sido cautela y sostenibilidad. Pero no se puede resistir a la actual expansión implacable de la economía mundial, y la aerotrópolis —rápida, eficiente, de largo alcance y llena de arquitectura genérica «de primer nivel»— la personifica. En lugares como Dubai, China, India y partes de África, se construyen ciudades desde cero alrededor de un centro aéreo.

Actualmente más de la mitad de la humanidad vive en ciudades. El porcentaje es más alto en el mundo desarrollado. La cantidad de habitantes de ciudades en todo el mundo casi se duplicará en 40 años a más de 6.000 millones de personas.

Eso no pasó desapercibido para Paul Romer, el economista de la Universidad de Stanford que supervisa el desarrollo de una ciudad modelo en Honduras. El académico propone la construcción de centros urbanos charter en estados empobrecidos con nuevas leyes, nueva infraestructura e inversionistas extranjeros. Romer le vendió la idea al presidente hondureño, Porfirio Lobo, y en la actualidad es asesor del proyecto. En enero, el Congreso de Honduras enmendó la Constitución para permitir el avance del proyecto.

Para convencer al público hondureño, Romer propuso que la ciudad fuera una aerotrópolis. «Honduras podría ser el punto de conexión que incorpora a América Central y América Latina a la red mundial del tráfico aéreo», escribió. «América Central en algún momento tendrá un centro de conexión. Es una cuestión de dónde, no de cuándo». Y agregó: «Si va a dar el próximo paso para pasar de ensamblar ropa a ensamblar iPads, debe tener un gran aeropuerto, o nunca le ganará a Shenzhen».

Cada aerotrópolis compite con cada una de las demás, como cada centro financiero busca posicionarse en el nuevo orden internacional multipolar. El principio es el mismo: todos quieren ser el centro, nadie quiere ser la periferia. Esto ha abierto el camino para la experimentación relacionada al gobierno, ya sea con simples zonas libres de impuestos, las ciudades charter que propone Romer, o el «capitalismo de estado» practicado por Dubai o Singapur.

Una aerotrópolis, por ejemplo, les permite a los hospitales indios tratar pacientes cardíacos estadounidenses y realizar una compleja cirugía por precios muy bajos. O permite que fábricas se trasladen a lugares remotos del occidente chino para ensamblar el iPad con salarios más bajos mientras absorbe millones de migrantes urbanos.

La aerotrópolis es principalmente un producto del capitalismo de estado. En Dubai, desde sus comienzos hace 25 años, Emirates fue vista como un brazo estratégico del gobierno, que no paga impuestos mientras importa el personal extranjero que la construyó. Con el uso de su aerolínea, Dubai ensambló una población con empresarios indios, banqueros británicos y consumidores acaudalados rusos, creando el enclave étnico que hoy la define.

Abu Dhabi, su vecino rico, no se quiso quedar atrás y lanzó su propia aerolínea por decreto real en 2003, proveyéndola con US$51.000 millones en aviones. Eso fue el precursor de su plan de atraer filiales del Museo Guggenheim, el Louvre y la Universidad de Nueva York. Qatar ha hecho lo mismo en Doha con Qatar Airways y la construcción de un nuevo aeropuerto antes de ser designada sede del Mundial de fútbol para 2022.

Por su parte, Arabia Saudita ha llegado a construir seis «ciudades económicas» en el desierto. Cada una tendrá su centro de conexiones aéreas para reclutar inversión extranjera.

Por supuesto, el mayor capitalista de estado y jugador es China, que está construyendo 100 nuevos aeropuertos para 2020, con ciudades nuevas a su alrededor.

El capital privado no ha sido marginado y también está patrocinando este tipo de urbes en India y Corea del Sur.

La aerotrópolis es la respuesta justa al mundo de hoy, donde no hay un país que domine la esfera y donde cada nación debe pelear por su lugar en la economía global. Es a la vez un nuevo modelo de urbanismo y el arma más nueva en la intensa competencia por riqueza y seguridad.-

—Greg Lindsay es coautor de ‘Aerotrópolis: The Way We’ll Live Next’.
Fuente: The Wall Street Journal, Marzo 2011.

El aumento del ahorro en EE.UU. es parte del nuevo equilibrio mundial

abril 1, 2011

El aumento del ahorro en EE.UU. es parte del nuevo equilibrio mundial

Por Kathleen Madiga

 

NUEVA YORK (Dow Jones) – El ahorro se ha transformado en un símbolo de estatus en la era de la nueva frugalidad. Las tribulaciones de la crisis financiera -desde el incumplimiento en los pagos de hipotecas a los planes 401(k) de ahorro para la jubilación- mostraron a las familias estadounidenses la necesidad de tener sus cuentas más ordenadas.

Para una cultura que celebró una mentalidad de «comprar hasta más no poder», la frugalidad ha sido algo difícil de digerir. En consecuencia, el progreso ha sido lento, pero se ha avanzado.

Los últimos datos sobre ingresos y gastos, publicados el lunes, muestran que las familias estadounidenses ahorraron un 5,8% de sus ingresos después de impuestos en febrero. Esa fue la tasa promedio para todo el 2010, y un ritmo mucho mejor al registrado antes de la recesión, cuando los consumidores ahorraban poco más del 2%.

Una mayor tasa de ahorro es un paso pequeño para restaurar el necesario equilibrio mundial. Estados Unidos debe aprender a vivir dentro de sus posibilidades. Pero ese cambio de conducta tiene consecuencias. Las naciones emergentes tendrán que depender menos de Estados Unidos y desarrollar sus mercados de consumo internos.

Eso porque un mayor nivel de ahorro implica menores gastos.

En mayo del 2009, economistas del Banco de la Reserva Federal de San Francisco evaluaron el impacto de una mayor tasa de ahorro sobre el consumo en Estados Unidos. Su meta era estimar cuánto tendría que crecer la tasa de ahorro para presionar el coeficiente deuda-ingresos -que en ese momento se ubicaba en más del 130%- hacia el 100% dentro de los próximos 10 años. El estudio calculó que la tasa de ahorro de las familias tendría que aumentar desde el 4% en ese momento, al 10% hacia finales del 2018.

«Un aumento en las tasas de ahorro de esa magnitud sustraería cerca de tres cuartos de punto porcentual al crecimiento del consumo anual cada año, en un escenario hipotético de referencia en el cual la tasa de ahorro no cambiaba», concluyó el estudio.

Lo que no se mencionó fue que, a medida que los consumidores estadounidenses modifican sus prioridades, los productores extranjeros que dependen de Estados Unidos tendrán que adaptarse.

¿Cuál sería el impacto sobre las importaciones si las familias estadounidenses elevaran su tasa de ahorro en apenas un punto porcentual, desde el 5,8% al 6,8% en el 2011?

Haciendo un cálculo simple, y suponiendo que los ingresos después de impuestos crecieran un 3,2% este año, el nivel de ahorro tendría que aumentar en cerca de US$140.000 millones. Ese dinero debería restarse del gasto, del cual un tercio es para bienes.

En los últimos seis años, las importaciones representaron cerca del 17,5% del gasto en productos de consumo ajustados por el precio, excluidos vehículos y energía. Por lo tanto, si los consumidores estadounidenses elevaran la tasa de ahorro en un punto porcentual este año, significaría cerca de US$8.000 millones menos en importaciones reales.

Eso no es mucho, si se considera que Estados Unidos importó cerca de US$1,7 billones (según el valor del dólar del 2005) el año pasado. Pero el lastre sobre las importaciones podría ser mayor si las familias aumentan su tasa de ahorro aún más. Después de todo, la tasa muchas veces menudo superó el 9% en los 70 y los 80.

Sin embargo, hay que reconocer que las familias estadounidenses están yendo en la dirección correcta. Nadie pensó que la restauración del equilibrio a nivel mundial se lograría rápidamente.
Fuente: The Wall Street Journal, 31/03/11.

Argentina: Elecciones 2011

abril 1, 2011


Encuesta Ciudad de Buenos Aires Marzo 2011: encuesta-ciudad-bs-as-09-marzo-2011

Encuesta Provincia de Buenos Aires Marzo 2011: encuesta-prov-bs-as-16-marzo-2011

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