Nu Skin Responde a MDZ, un Diario Argentino que Señaló a la Empresa de Piramidal
MDZ, un diario digital argentino, público el pasado miércoles primero de julio un artículo titulado: “La novedosa y polémica forma de hacer negocios que es furor en Mendoza”. En dicho artículo se describen de manera narrativa detalles, al parecer inexactos, del modelo de negocio de la empresa dedicada a la venta directa de productos de cuidado personal y suplementos nutricionales, Nu Skin.
El artículo está enfocado a cuestionar el negocio de Nu Skin. Además de mencionar que para participar “primero se debe de comprar una franquicia de $14.000 que se puede abonar en tres cuotas”, el articulo dice que “Nu Skin es una compañía dedicada al cuidado de la piel, pero su funcionamiento ha sido cuestionado en distintos países”, y cita algunos casos en los que, según el artículo, “la empresa fue acusada de mantener un esquema piramidal ilegal”.
Nu Skin reaccionó de inmediato a lo publicado por MDZ. Pidió al diario digital derecho a réplica y envió una respuesta oficial para su publicación inmediata dónde explica detalladamente que “el negocio de Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) no es piramidal, como falsamente sostiene el artículo”. La empresa afirma que su negocio, “es una estructura real de venta directa multi-nivel”, y que “es mentira que el desembolso inicial es de $ 14.000”.
Lo siguiente es la repuesta textual de Nu Skin a lo publicado por MDZ:
NU SKIN es una empresa dedicada a la venta directa de productos de cuidado personal y suplementos nutricionales desde 1984, año de su fundación en los Estados Unidos de América. Actualmente NU SKIN se encuentra presente y operando en 53 países alrededor del mundo. NU SKIN comenzó su actividad comercial en la República Argentina a través de Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) en el año 2011.
Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) cuenta, a la fecha, con más de 2.000 distribuidores activos en distintas Provincias de la República Argentina, quienes adquieren los productos de NU SKIN telefónicamente o mediante Internet, ya sea para su uso personal o reventa de los mismos. Todas las ventas realizadas por Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) cuentan con los documentos legales y comerciales requeridos por la legislación aplicable en la República Argentina.
El negocio de Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) no es piramidal, como falsamente sostiene el artículo de fecha 1 de julio de 2015; es una estructura real de venta directa multi-nivel. A diferencia de las estructuras piramidales, que sólo buscan conseguir la incorporación de nuevos miembros que abonan una cuota de ingreso pero no reciben servicio o producto alguno a cambio, Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) vende sus productos en la República Argentina a través de su red de venta directa a distribuidores independientes quienes, a su vez, revenden los mismos generando una ganancia genuina para ellos. Estos distribuidores pueden incorporar nuevos distribuidores a su fuerza de venta (de ahí la estructura multi-nivel).
Los esquemas piramidales son esquemas ilegales y concentrados, primordialmente, en obtener una ganancia veloz mediante el reclutamiento de personas a la red; no se ofrece ninguna clase de producto o negocio a cambio. La venta directa, por el contrario, es un sistema de venta minorista legítimo donde los productos son vendidos por distribuidores independientes directamente a los consumidores.
Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) está comprometido con una forma ética y honesta de realizar negocios. Los distribuidores de NU SKIN no obtienen ninguna ganancia por el sólo hecho de reclutar; cualquier comisión está basada exclusivamente en la venta de productos. No existe ninguna coerción para que alguien ingrese a la red de distribuidores y si deciden ingresar, el único desembolso está representado por material explicativo del negocio que, cuando no se bonifica, cuesta $ 200; muy lejos de los $ 14.000 que menciona el artículo en cuestión. Los distribuidores no sólo obtienen ganancia por la venta de los productos NU SKIN, sino que también reciben comisiones dependiendo de las ventas que realicen ellos y los miembros de su grupo.
Para generar comisiones un distribuidor debe cumplir con un volumen de ventas determinado. Dicho volumen no necesariamente debe provenir de sus ventas personales, sino que también se toman en cuenta el volumen de clientes que hubiere patrocinado personalmente y el volumen de sus distribuidores ubicados en su primer nivel de inmediatez. Nadie recibe comisiones o pagos de ningún tipo por el sólo hecho de incorporar personas a su red; las comisiones y posibles ingresos están basadas exclusivamente en el trabajo y esfuerzo personal.
Si bien pueden existir distribuidores independientes que utilicen tácticas de venta intensas y recomienden lo mismo a sus equipos, las políticas de NU SKIN prohíben terminantemente que se presione a distribuidores, actuales o potenciales, a operar de manera financieramente irresponsable incluyendo, pero sin limitarse, presiones para comprar más productos de los que razonablemente puedan vender o utilizar, o a mantener niveles de inventario específicos.
Cualquier persona que hubiere adquirido un producto de NU SKIN y estuviere disconforme con el mismo puede devolverlo y obtener el correspondiente reembolso. Por ende, no sólo es mentira que el desembolso inicial es de $ 14.000, sino que también es mentira que no puede recuperarse lo desembolsado, ya que cualquier comprador insatisfecho puede devolver el producto en condiciones para recibir un reembolso.
Las estructuras piramidales no ofrecen ni productos, ni reembolsos y mucho menos comisiones. Nu Skin Argentina, Inc. (Sucursal Argentina) no es una empresa piramidal; nada más lejos de ello. Es una empresa que ofrece productos y una oportunidad genuina de progresar para aquellos que estén dispuestos a esforzarse en pos de dicho objetivo.
Los mercados europeos reaccionaron con inquietud, no con pánico
Por Josie Cox.
Los mercados europeos abrieron a la baja el lunes luego de que los votantes griegos encaminaran al país hacia un choque frontal con el resto de la zona euro, pero las pérdidas no fueron tan profundas como muchos inversionistas y analistas habían temido.
Más del 61% de los griegos votó “no” en un referéndum sobre si se aceptaban las demandas de los acreedores, y parecen haber acercado a Grecia a una salida del bloque de moneda común. Pero cuando se prevé que el gobierno griego regrese a la mesa de negociaciones para sostener más conversaciones —impredecibles—, los inversionistas han preferido no hacer grandes apuestas.
“Seguimos teniendo estos momentos definitivos. Los superamos y luego parece que no definieron mucho”, dijo Paul Lambert, director de divisas de Insight Investment, una firma que gestiona US$618.000 millones.
“Hasta que los acreedores de Grecia le cierren la puerta a un nuevo acuerdo, los inversionistas serán reacios a sacar conclusiones”, agregó.
El índice pan-europeo Stoxx Europe 600 bajaba 1,29% hacia el final de la sesión del lunes. En EE.UU. el Promedio Industrial Dow Jones caía 0,20% o 36 puntos a 17.693 puntos. El S&P 500 cedía 0,30%, o 6,11 puntos, a 2.070 puntos. El Índice Nasdaq bajaba 0,30%, o 15,30 puntos a 4.993,68 puntos.
Italia y España, dos de los países que se considera que corren mayor riesgo de verse afectados por la crisis griega, fueron los más golpeados, con las pérdidas concentrándose en las acciones bancarias.
El índice FTSE MIB cayó 3,7%, mientras que el IBEX de Madrid cedió 2,3%. El mercado bursátil de Grecia estuvo cerrado la semana pasada y no reabrirá hasta el martes como pronto, junto a los bancos del país.
El euro inicialmente cayó para luego recuperarse ligeramente. A medio día se cotizaba 0,35% a la baja frente al dólar, apenas por encima del nivel más bajo que alcanzó la semana pasada.
Algunos inversionistas están reduciendo su exposición a los valores. Entre ellos se encuentra Candriam Investors Group, el cual ha implementado estrategias de cobertura o de reducción de exposición a valores de la eurozona. “Después de estar sobrecargados durante los primeros meses del año, ahora somos neutrales sobre la región”, dijo Nadège Dufossé, director de colocación de valores. Del lado de los bonos, el gestor de activos es neutral respecto a los países periféricos.
“También reforzamos nuestra exposición a los dólares estadounidenses al principio de la semana pasada, lo cual aún consideramos como una buena cobertura contra los riesgos de un coletazo en caso de una salida de Grecia de la euro zona.
Victoria del ‘NO’ en el referéndum griego por más de 20 puntos
Con el 92% de los votos escrutados, el 61,27% de los votantes ha dicho ‘no’
La participación en la histórica consulta ha sido del 65%
Grecia dice «oxi» a la Troika.
«Nadie puede ignorar el mensaje de determinación de un pueblo tomando su destino con sus propias manos», ha dicho el primer ministro, Alexis Tsipras, tras depositar su voto en la urna.
Así, el ‘no’ gana por mucho más margen que en los primeros sondeos telefónicos, donde lo hacía por la mínima. La firma GPO otorgaba un 51,5% de los votos al ‘no’ y un 48,5% de los sufragios al ‘sí’. Otro sondeo de la cadena de televisión Alpha daba al ‘no’ entre el 49,5% y el 54,5% de los apoyos y al ‘sí’ entre el 45,5% y el 50,5%.
Sociedad polarizada
Se espera que el recuento sea rápido. Sólo habrá dos montones de papeletas sobre la mesa: los del ‘sí’ y los del ‘no’. Dos opciones que parecen haber polarizado a parte de la sociedad. Por eso eran muchos quienes han llamado este domingo a la unidad. «Hoy votamos. Mañana debemos ir todos a trabajar, juntos», ha reclamado el alcalde de Atenas, Yorgos Kaminis, firme defensor del ‘sí’. Lo defendió en una manifestación el pasado viernes.
«Debemos ir todos a Bruselas juntos, como una sola nación, y Bruselas debe entender que debemos llegar a una solución sostenible», reclamó también el alcalde independiente de Salónica, Yannis Butaris. «Espero que la división interna del país termine», reclamó, pidiendo a los partidos políticos que dejen de cultivarla.
Compartió mensaje con el presidente de la Tepública, Prokopis Pavlopulos: «Independientemente del resultado, debemos caminar el duro camino ante nosotros con unidad. Eso es lo que nuestros antepasados hicieron en el pasado y es hoy nuestro deber», ha reclamado.
Menos neutros han sido los partidos de la oposición. Stavros Theodorakis, el líder del partido To Potami, de centroliberal y defensor del ‘sí’, también se ha referido a la unidad: «Espero que la semilla de la discordia plantada imprudentemente por algunos en la sociedad no florezca», ha reclamado. Asimismo, ha pedido la dimisión de Tsipras en una entrevista publicada por la revista alemana ‘Focus’: «Tsipras ha puesto su carrera sobre el éxito del país. Ése es el problema. Debe irse ahora», ha pedido.
Para los conservadores de Nueva Democracia, dirigidos por el ex primer ministro, Antonis Samaras, lo que está en juego es la permanencia de Grecia en la UE: «Votamos que ‘s’í a Grecia. Votamos que ‘sí’ a Europa», ha señalado al votar.
Créditos de emergencia
También ha sido duro el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz: «¿Seguirá Grecia en el euro después de este referéndum? Ése es el caso, ciertamente, pero si dicen ‘no’ tendrán que introducir otra moneda después del referéndum porque el euro no está disponible como modo de pago», ha añadido a una radio alemana. «En el momento en que alguien introduce una nueva moneda, salen de la Eurozona», ha añadido. Poco después, sin embargo, ha señalado la posibilidad de darle créditos de emergencia a Grecia para poder mantener los servicios públicos y no abandonar a los helenos.
La intención del Gobierno heleno es negociar desde mañana lunes un nuevo pacto con Bruselas si se impone el ‘no’. Es la intención del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis. El referéndum le ha dado «esperanza» a los europeos «de que una moneda común y la democracia pueden coexistir», ha dicho a los medios tras ejercer su derecho al voto. Si la opción final de los helenos es el ‘sí’, entonces Varufakis dimitiría probablemente junto a más miembros del Gobierno. Incluso Tsipras dejó abierta esa posibilidad la pasada semana.
Liquidez adicional
El Banco de Grecia va a solicitar esta misma noche liquidez adicional al Banco Central Europeo (BCE) a través del mecanismo de prestamos de emergencia (ELA), según informó el portavoz de Gobierno, Gavriil Sakelaridis, en declaraciones a la cadena privada Ant1.
«Mañana se reúne el consejo de gobierno del BCE. Hay argumentos válidos a favor de una mayor financiación del ELA», dijo Sakelaridis quien mostró su confianza en que finalmente se impondrá la comprensión de que hay necesidad de encontrar una solución viable.
MADRID – El caos, palabra griega, sinónimo de confusión y desorden, reina ya en la relación entre Europa y Grecia. Pero la partida aún no ha concluido y el Grexit puede no ser inevitable. La suposición de que la salida de la eurozona de un mal pagador, país de mínimo peso económico y población, 11 millones, que abusó de la confianza de los miembros del club, sería limpia, sin daños colaterales, es una peligrosa simpleza.
El moroso quiere continuar en la eurozona y no desea abandonar la Unión Europea (UE). El incumplidor no hizo amigos, los tuvo hace sólo unos meses; Grecia ha perdido la credibilidad y la confianza de sus socios europeos. Si el Grexit se cumple no será por elección de los griegos, aunque el descabellado referéndum produzca un no, sino como castigo por el mal ejemplo que da a otros miembros de la unión monetaria. El escarmiento puede golpear de vuelta, como un bumerán, a la propia UE. ¿El bloque actuaría igual con Grecia si en Atenas, en vez de Syriza, estuviera en el gobierno la derecha o la centroizquierda?
Tsipras está muerto. Pero la Europa de los valores y la solidaridad no puede el suicidio de Grecia. Lo que está en juego en la crisis es la admisión de que otras políticas son posibles. Einstein recomendaba que, si buscás resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. La opción no es entre el euro y el dracma, sino entre el pensamiento único -la bondad de la austeridad a ultranza por encima de los destrozos sociales que produjo en Grecia y en otros países- y el sentir democrático de movimientos ciudadanos que propugnan una visión alternativa de la sociedad. La colisión de dos Europas.
«Si fracasa el euro, fracasa Europa», asevera Merkel. Tomémosle la palabra y actuemos en consecuencia, aunque sea al límite y por las razones equivocadas, para impedir la sinrazón de un abandono griego del sistema. Europa vive la formación de una tormenta perfecta, por la convergencia de la crisis de Grecia, la tensión con Rusia en Ucrania, el ascenso de los populismos, la amenaza del «Brexit» y la débil recuperación económica no consolidada.
Obama lo tiene claro, pero Bruselas no tanto. No nos podemos permitir en el bajo vientre de Europa, en una zona geoestratégica clave, frente a Turquía y a Oriente Medio, con Estado Islámico rampante, un Estado fallido llamado Grecia.
Así se bautiza una empresa: ¿El mejor nombre? Que tenga dos sílabas, que sea “pegadizo”, que cuente una historia.
Por José Luis Segade.
Marcas, el nombre del negocio
Si dejamos de lado lo involucrada que una persona está al bautizar a un hijo y nos enfocamos solamente en la dificultad de la tarea, ponerle nombre a una empresa es seguramente algo mucho más complejo. La elección del nombre de una persona cuenta con ciertas limitaciones que pueden llegar a facilitar la tarea, como por ejemplo la moda, costumbres, limitaciones legales, listas o incluso catálogos que pueden adquirirse en cualquier librería. En cambio si el fundador de una empresa tiene que pensar qué nombre ponerle, la premisa inicial a tener en cuenta y de la cual deberá partir es una sola: cualquiera.
Claro que no siempre se acierta con el primer intento, y así como suele decirse que cambiarle el nombre a un barco es de mala suerte, no parece suceder lo mismo en el mundo de los negocios, al menos si nos guiamos por la experiencia de The Halloid Company, Lucky and Goldstar, o Mosaic, tres desconocidas compañías que luego de su nuevo bautismo pasaron a ser las conocidas y exitosas Xerox, LG y Netscape
Una de los consejos que suelen dar los expertos en el tema es que todo buen nombre debe ser “pegajoso”, un término tan poco técnico como infaltable. Hace varias décadas en la Argentina fracasó el lanzamiento de una nueva marca de cigarrillos, debido entre otras razones a su nombre: Hollywood. Según quienes analizaron el caso, para el fumador de aquella época pedir cotidianamente en un kiosco una marca con un nombre largo y para colmo en inglés no resultaba del todo cómodo ni atractivo, y mucho menos “pegajoso”. Incluso hoy en día para el mercado angloparlante, un nombre que exceda las tres sílabas resulta demasiado largo. Es verdad, Chevrolet, Coca-Cola, o General Motors tienen tres, cuatro y hasta cinco sílabas, pero también es cierto que todas nacieron hace más de 100 años, algo que las distingue de las bisilábicas y mucho más recientemente creadas Nike, Twitter, Pixar, eBay, Facebook, Apple, o Dreamworks. ¿Microsoft? Y sí, hasta el maleficio de las tres sílabas puede ser vencido por algo mucho más poderoso: la revolución digital.
Y no sólo la cantidad de sílabas parece ser importante. Al decir de quienes se especializan en bautizar empresas, un buen nombre puede nacer de muchas maneras, pero si cuenta una historia, mucho mejor. Y si esa historia no es real, el misterio alrededor de ella e incluso las dudas acerca de su veracidad hasta pueden formar parte de la mística y reforzar la identidad de la empresa.
¿Algunos ejemplos? Dos estudiantes de la Universidad de Stanford bautizaron su emprendimiento apenas incipiente con el término con que el matemático Eduard Kasner definió el número 10 elevado a la 100 (un uno seguido de cien ceros): un Googol. Un error al registrar dicho nombre llevó a que sea Google y no Googol el buscador más exitoso de la actualidad, y una de las empresas más revolucionarias de la era digital. Gordon Moore y Robert Noyle quisieron unir sus apellidos para crear la que sería la empresa “Moore-Noyce”, pero debido a que en inglés suena muy parecido a “más ruido” (more noise) finalmente se decidieron por abreviar las palabras “Integrated Electronics” y bautizar la que a partir de ese momento sería la hoy archiconocida Intel. Los dos genios creadores de una de las compañías más emblemáticas de la era de Internet insisten en que la bautizaron así porque se consideraban a sí mismos como brutos o patanes (en inglés: Yahoo).
¿Más ejemplos? Según cuenta la leyenda, el nombre de Apple fue inspirado durante la estancia de Steve Jobs en una comuna de Oregon rodeada de árboles de manzana ¿Y acaso podemos imaginar cómo terminó llamándose finalmente la que originalmente fue bautizada como Blue Ribbon Sports? Les damos una pista, cambiaron tan sofisticado nombre por el de la diosa alada de la mitología griega: Nike. ¿Les gustaría saber el significado de Häagen-Dazs, la exitosa empresa internacional fabricante de postres helados? Pues bien, aquí develamos su significado: nada. El nombresuena exótico pero no significa absolutamente nada. Simplemente fue elegido para asegurarse que nadie lo estuviera usando en ningún lugar del mundo.
¿En qué radica entonces el éxito de una empresa? En muchas cosas, entre ellas la elección de un nombre adecuado. A la hora de iniciar una empresa téngalo en cuenta. Que tenga dos sílabas, que sea “pegadizo”, que cuente una historia. Ah sí, y que sus productos valgan la pena, claro.
La AFIP detectó que una empresa de Boudou tiene una sede falsa
Es la inmobiliaria Aspen. Su amigo íntimo y socio en esa compañía, José María Nuñez Carmona, también fue sancionado.
Por Nicolás Wiñazki.
El Vicepresidente. Amado Boudou, el miércoles pasado, en la sesión del Senado.
Una de las dos empresas declaradas como propias por el vicepresidente de la República, el licenciado en Economía Amado Boudou, está inscripta en un domicilio que la AFIP idenficó como “erróneo”.
La firma se llama Inversiones Inmobiliarias Aspen y está funcionando entonces de modo irregular. Su dirección fiscal es Corrientes 222, PB, Capital Federal.
En lenguaje popular, y no en el burocrático que utiliza la AFIP, el lugar donde debería funcionar Inversiones Inmobiliarias Aspen es “trucho”. Nadie contestó distintas notificaciones que envió allí la AFIP, y por ende lo mismo podría ocurrir si la compañía debiera ser informada de otros incumplimientos más graves.
La sociedad tiene la posibilidad de arreglar su situación, pero pasaron los primeros plazos para que lo haga y nada cambió.
Los dueños de Inversiones Inmobiliarias Aspen son Boudou y su socio y mejor amigo desde los siete años, el millonario repentino José María Núñez Carmona.
Según los registros de la AFIP, Núñez Carmona –propietario y directivo de varias otras sociedades–, también está inscripto ante el organismo recaudador con un domicilio fiscal considerado “erróneo”.
Es la calle Roca 214, en Mar del Plata, donde está ubicada una casa de dos plantas que alguna vez funcionó como centro operativo comercial del “holding” de Boudou.
A simple vista, hoy esa vivienda parece abandonada.
Los vecinos contaron a este diario que desde que la Justicia empezó a investigar al vice el lugar empezó a ser visitado, de noche y de manera veloz, por personas que llegaban manejando camionetas cuatro por cuatro y partían apuradas con cajas de cartón repletas de papeles.
La AFIP dictaminó que Roca 214 es un domicilio “erróneo” porque también se enviaron notificaciones oficiales que nunca fueron respondidas.
Boudou, actual titular del Senado, una de las cámaras del Congreso donde se dictan las leyes, ya tuvo problemas con sus domicilios “truchos” que registró ante el Estado.
En uno de sus DNI, por ejemplo, se detectó que había puesto como dirección de uno de sus supuestos hogares a un lugar en San Bernardo en el que en realidad solo hay playa y mar.
A pesar de ser la máxima autoridad de la Cámara alta, y por ende el segundo en la línea de sucesión presidencial, Boudou jamás explicó por qué anotó en uno de sus DNI que vivía en un médano.
El vice también irá a otro juicio oral más por una cuestión que tiene una variante similar a ese modus operandi.
Su ex esposa, Daniela Andriuolo, lo acusó de haberle querido “robar” un auto que ella consideraba como un bien ganancial de su matrimonio.
El vice había registrado ese vehículo como llegado a la Argentina en un año posterior al que en realidad viajó desde Japón y además, y sobre todo, lo había anotado en una dirección de una calle de Barracas en la que no hay nada: solo una pared, una esquina perdida, ninguna casa.
Las nuevas irregularidades sobre el domicilio “fantasma” de Inversiones Inmobiliarias Aspen llaman la atención por varias razones. No solo porque son una desprolijidad evidente que podría afectar a quien está siendo investigado por la Justicia por las finanzas de esas mismas firmas. Ocurre además que Inversiones Inmobiliarias Aspen, por ejemplo, renovó sus papeles oficiales ante el Estado el 7 de mayo pasado. Renovó sus autoridades, por caso: asumió como presidente Núñez Carmona y como su Directora Suplente Leticia Núñez, que prefiere obviar el segundo apellido que su hermano decidió hacer resaltar.
El socio de Boudou puso como dirección a Roca 214, pero insistió en establece como domicilio “especial” a Corrientes 222 PB, Capital.
Allí está ubicado el edificio Comega, donde funcionan oficinas de alquiler, en realidad ambientes “pantalla”.
Tanto Inversiones Inmobiliarias Aspen, como otras empresas vinculadas a Boudou y a su socio, están siendo investigadas en la causa por enriquecimiento ilícito contra el vice y Núñez Carmona, entre otros imputados, como la ex novia de Boudou, Agustina Kämpfer, sospechada de ser su testaferro. El expediente lo instruyen el juez Ariel Lijo y el fiscal Jorge Di Lello.
En diciembre de 2013, Clarín comprobó que Boudou le ocultó a la Oficina Anticorrupción que recibía beneficios económicos de cinco empresas que nunca declaró como propias, WSM, Rock Argentina, Embarcaciones Argentinas, Beaver Cheek y Action Media.
Todas estaban vinculadas, con matices, con Roca 214, el domicilio “erróneo” de Núñez Carmona, según la AFIP.
Este diario conoció estas nuevas irregularidades en las finanzas de una empresa del ex ministro de Economía y ex titular de la ANSES que administró cientos de miles de millones de pesos estatales, gracias a documentos de acceso público.
Además de ser investigados por enriquecimiento ilícito, Boudou, su socio -y otros imputados- están a punto de ir a juicio oral en la causa Ciccone, donde se los acusa de haberse adueñado de modo ilegal de la única imprenta privada capaz de imprimir dinero, acciones y cheques, llamada Ciccone Calcográfica. En ese expediente, el vice está procesado por dos delitos de corrupción.
En su última declaración jurada, Boudou declaró como único inmueble al departamento 2 del piso 25 de la torre River View, un lugar que utilizaba para dormir un hombre al que el vice aún jura no conocer, pero que le pagaba los servicios de su casa, hablaba a diario con su mejor amigo, e incluso al que benefició con decisiones económicas que financiaron la imprenta de imprenta de billetes que él por azar siendo a la vez, justo, su inquilino. Alejandro Vandenbroele. Para la Justicia, su testaferro.
El sector financiero offshore está creciendo a un ritmo varias veces superior al del PIB mundial. En los últimos años se ha acentuado la transferencia masiva de capitales desde los países convencionales hacia estos refugios de libertad donde la gente se encuentra a salvo de la voracidad de Hacienda. Este boom de lo offshore presagia un futuro en el que los países “normales” se van a ver obligados a reconocer por fin la libertad económica de las personas y de sus empresas.
El siglo XX pasará a la Historia como el siglo del máximo protagonismo del Estado. Los Estados-nación compactos, con pretensión de uniformidad etnocultural y con vocación de compartimentos estancos tuvieron su mayor auge en la primera mitad del siglo. Su glorificación condujo al totalitarismo y, después de la terrible conflagración bélica de los años cuarenta, mantuvieron su vigencia durante cuatro décadas más a causa de la Guerra Fría. Sólo el abrupto e inesperado final de ésta —y de la correspondiente situación de bipolaridad— ha hecho posible que asistamos ahora a un considerable cuestionamiento del exceso de Estado, y pueda el ciudadano individual recuperar poco a poco fragmentos de la soberanía que, de forma tan sutil como implacable, le había ido arrebatando la insaciable maquinaria estatal. Casi todas las voces coinciden en señalar que, si efectivamente el siglo XX fue una centuria marcada por la hegemonía social, cultural, política y económica de los Estados, el nuevo siglo será el de la máxima devolución de poder a la persona. Un indicio fundamental de esta tendencia podemos encontrarlo en el auge imparable de la resistencia ciudadana a las hasta ahora numerosas y frecuentemente dolorosas imposiciones del Estado en todos los órdenes de la vida. Esta resistencia, que constituye una auténtica rebelión silenciosa de las generaciones finiseculares contra el poder, ha tenido una multiplicidad de expresiones, desde la temprana revolución sexual de los años sesenta hasta la espiritual de los setenta y la moral de los ochenta, desde el movimiento mundial contra el servicio militar hasta la presión social en favor de la soberanía individual respecto a cuestiones como el aborto, la eutanasia o el consumo de estupefacientes, y desde el cuestionamiento de muchos elementos del Estado-providencia hasta la generalización y popularización de los paraísos fiscales y otras fórmulas de protección frente a la fiscalidad. En todos los casos expuestos, la persona ha reivindicado su libertad y el ámbito en el cual ésta se ejerce, es decir, su propiedad (la propiedad de su vida, de su cuerpo, de sus decisiones, de su trabajo y de su patrimonio). Esta reivindicación choca frontalmente con la autopercepción de los Estados, herederos directos del Antiguo Régimen, que se han civilizado y democratizado en su relación con las masas, pero no tanto en su relación directa con el individuo —relación que constituye la gran asignatura pendiente de la organización sociopolítica actual—.
El Estado tal como hoy todavía lo conocemos, pese a ser consciente de una acelerada deslegitimación por parte de las personas —a la cual, naturalmente, se resiste—, se percibe a sí mismo como el dueño último de cuantos recursos de toda índole se encuentran en su territorio, siendo los ciudadanos una especie de pseudopropietarios a quienes en cualquier momento se puede expropiar si es necesario (antes en nombre de la “patria” o del rey, ahora en función del “interés general” o de la sociedad). Esta condición de dueño último de todo y de todos, de señor absoluto de vidas y haciendas, se denomina “soberanía” y explica la arrogancia con la que los estados se han adueñado de todo tipo de bienes, desde el cuerpo y el trabajo de los seres humanos obligados a trabajar gratis para él (como soldados o en cualquier otra actividad) hasta tierras para construir autopistas, y, explica también el crecimiento desmedido de la presión fiscal a lo largo del siglo, que en algunos países occidentales ha alcanzado más del ochenta por ciento de los ingresos laborales de una persona o de los beneficios de la actividad empresarial, en lo que contituye una auténtica nulificación del autogobierno personal y una infantilización casi total de los seres humanos, con la administración pública como paternal tutor de todos los ciudadanos.
Este nuevo “sheriff de Nottingham”, como el malvado personaje de la novela “Robin Hood”, está siempre al acecho para quitarle a la gente lo que es suyo. Ha moderado sus maneras y ha convencido a la mayoría de la conveniencia de sus impuestos, deslumbrando a las masas con todo tipo de infraestructuras y sistemas de “protección” social (logros, ambos, que la gente habría alcanzado por sí misma y en mejores condiciones mediante esa espontánea organización social que llamamos mercado). Pero la base del sistema sigue siendo la expropiación, y por montos mucho mayores en el siglo XX que los antiguos diezmos.
El Estado enseña los dientes a cualquiera que cuestiona su soberanía, porque es plenamente consciente de que sin este atributo tan cuestionable y obsoleto —al menos en su formulación presente y con sus actuales contenidos—, se tambalearía y daría paso a una situación de máxima libertad en la que los soberanos serían directamente los individuos, y las escasas funciones a desempeñar por entes colectivos no justificarían un Estado como el actual sino uno cien veces más pequeño y limitado. Esto asusta a millones de personas con un interés directo o indirecto en la continuidad del statu quo, desde los empresarios mercantilistas que viven de la protección estatal frente a sus competidores extranjeros hasta los líderes sindicales, desde los enormes regimientos de funcionarios públicos hasta la clase política en pleno. Todos estos sectores representan una coalición formidable, invencible por el ciudadano solo en una confrontación directa con semejante monstruo. Pero David está ganando a Goliat escapando del sistema, refugiándose en las oportunidades de afirmación de la soberanía individual que hoy permiten las nuevas tecnologías y la popularización de los transportes y las comunicaciones. ¿El Estado le sustrae su derecho a consumir marihuana? Vaya usted a Amsterdam. ¿Le impide abortar? Cruce la frontera o vuele al país más cercano con una legislación más liberal al respecto. ¿Le perjudica la debilidad de la moneda estatal? Protéjase cambiando su dinero a una moneda fuerte. ¿Le está robando a través de unos impuestos confiscatorios? Acuda a un paraíso fiscal. La globalización y la tecnologización de nuestra vida cotidiana son las grandes aliadas de la persona individual en su heroica resistencia frente al megaestado. Lo que no han conseguido los partidos políticos liberales o libertarios, ni los economistas “austriacos” ni el ejemplo de los grandes éxitos del sistema de pensiones chileno o de la revolución económica neozelandesa, lo están logrando los vuelos asequibles, las conexiones a Internet y, en definitiva, la abolición de las distancias en nuestro mundo.
Refugios de libertad
La presión fiscal, la política arancelaria y las diversas formas de intromisión del Estado en los asuntos de la gente son las causas principales, si no únicas, de que en el mundo existan hoy más de cuarenta paraísos fiscales. Es una constante histórica que allí donde alguien intenta limitar la libertad humana, otro se ingenia un sistema para preservarla. No se trata de lugares gobernados por perversos políticos locales decididos a minar la “base fiscal” de los países “normales”, ni de jurisdicciones corrompidas por el dinero de malvados millonarios. Se trata de países y colonias que de forma absolutamente ética y legítima ofrecen a la gente un respiro, una válvula de escape frente a la persecución, es decir, un refugio. De ahí viene su nombre original en inglés: “tax havens” (refugios fiscales), mal traducido al español como “paraísos”. Aunque la palabra “paraísos” es bastante ajustada a la realidad, en contraposición con el infierno fiscal que representa la Hacienda pública de las jurisdicciones ordinarias, creo que el nombre original, “refugios”, da una idea más precisa de lo que acontece en esos lugares. La gente se refugia, se asila. Y si siente esa necesidad es porque en sus lugares de origen ocurre algo injusto. Nadie se tomaría las molestias —y hasta los riesgos— de refugiarse en Liechtenstein o en las Bermudas si se le cobraran unos impuestos de un cinco o diez por ciento, si montar una compañía en los países “normales” fuera cuestión de horas y costara mil dólares, si la actividad empresarial o la simple gestión de los ahorros no fuera una carrera de obstáculos en la que uno percibe siempre en la nuca el aliento amenazador de esos perros de presa humanos: los inspectores de Hacienda.
Cuando una ley es injusta, la gente se resiste a cumplirla. Así, miles de jóvenes en todo el mundo se han resistido a cumplir el servicio militar —y muchos han ido a prisión por ello— y las sociedades generalmente les han dado la razón, hasta el punto de que este intolerable abuso estatal sobre la vida, el tiempo, el cuerpo y el trabajo de las personas ha quedado socialmente deslegitimado y está siendo abolido país tras país. Pues bien, aunque tenga un estigma social a veces insoportable —fomentado por la propaganda estatal pagada con los impuestos de la misma gente a la que se dirige—, el hecho de refugiarse en un paraíso fiscal no dista mucho conceptualmente, mutatis mutandis, de la insumisión a otro supuesto deber como es éste de prestar servicio armado al país.
Una palabra viene de inmediato a la mente cuando se discute la justificación moral de las obligaciones de toda índole que el Estado impone a las personas: “solidaridad”. La conclusión a la que el mundo está llegando tras las últimas décadas de rebelión individual en diferentes campos es que la solidaridad es una cualidad humana indisociable de la voluntad. Se puede incentivar pero no imponer, y suele aflorar por sí sola en cuantía suficiente —como demuestra el auge de las ONG— si se permite la actuación libre de la conciencia humana, en vez de organizarla desde un poder superior y paternal. La solidaridad es demasiado importante para dejarla en manos de los burócratas, y la gente empieza a darse cuenta de ello. La solidaridad forzada no es solidaridad sino abuso y expolio, y si se puede justificar en algún caso sería en muy contadas y excepcionales ocasiones, jamás como un mecanismo sistemático, articulado y planificado desde el poder político. ¿Es insolidario el emigrante que se lleva su capacidad intelectual y física a otro país porque las condiciones laborales creadas por la legislación corporativista y mercantilista le hacen imposible encontrar empleo? ¿Es insolidario el joven que se niega a perder un año de su vida —o su vida entera— en el servicio militar a esa entelequia que llaman “patria”? ¿Es insolidario quien refugia su dinero fuera de las fronteras nacionales, harto de que el “Gran Hermano” le succione su patrimonio para alimentar un sistema caduco e ineficaz? Insolidarios son quienes, ante cualquiera de estas situaciones, criminalizan al individuo en lugar de replantearse el sistema.
El auge de lo offshore
La palabra inglesa “offshore” (“fuera de la costa”) se emplea como sinónimo eufemístico de “paraíso fiscal”, ante la criminalización social a la que estas jurisdicciones han sido sometidas por los medios de propaganda estatales. El sector financiero offshore representa hoy, según los expertos, entre el diez y el quince por ciento de la riqueza mundial, cuando en 1994 no pasaba del cinco por ciento. El crecimiento es tan rápido que al término de la década de 2000 bien podría estar refugiado en estos lugares más de la mitad del capital mundial. Hasta hace unos años, los paraísos fiscales se consideraban como países y territorios reservados a grandes empresas y, sobre todo, a fortunas personales enormes. Pero la elevada presión fiscal del mundo desarrollado, que se ha reducido algo pero que sigue estando muy por encima de la medida esperada por la gente, junto a la simplificación y el abaratamiento de los viajes y las telecomunicaciones, ha hecho de lo offshore un entorno tentador y al alcance de cualquiera. Tener una cuenta cifrada o una sociedad exenta de impuestos ya no es un lujo, y en muchos casos es una necesidad.
¿Quién y cómo puede beneficiarse de los paraísos fiscales? En primer lugar son un refugio ideal para las personas que han ido ahorrando durante años y que o bien viven en países donde se les obliga a tener sus cuentas personales en una moneda nacional insegura (caso de varios países latinoamericanos) o bien han generado parte de su ahorro “en negro”, es decir, fuera del control estatal. En lugar de tener cantidades importantes debajo de la cama o perdiendo valor en la caja fuerte de un banco, ese dinero puede hacerse productivo realizando cualquier clase de inversión bursátil o simplemente manteniéndolo en una cuenta remunerada en un paraíso fiscal. Cualquier suma a partir de unos pocos miles de dólares justifica el recurso a estos territorios. Además, en los banco offshore se puede uno beneficiar de la ausencia de control de cambios y del uso exclusivo de monedas fuertes. Las cuentas bancarias normalmente admiten fondos en varias monedas, por lo que se puede diversificar cómodamente el capital teniendo en la misma cuenta una parte en dólares, otra en yenes y otra en francos suizos, por ejemplo. Las tarjetas de crédito emitidas por estos bancos se pueden utilizar en el país de residencia del interesado, y a veces sin dejar rastro. Y, por supuesto, estos bancos están obligados por ley a no suministrar información a las haciendas de los países “normales”, cosa que tampoco hace el propio gobierno del paraíso fiscal. Las cuentas se abren con enorme facilidad y las comisiones bancarias no son, por lo general, mucho más elevadas de lo habitual. Además de miles de bancos dedicados en exclusiva al negocio offshore, la mayoría de los principales bancos de cada país tienen bien organizada su estructura exterior y ofrecen a sus clientes todo tipo de facilidades para realizar y controlar sus depósitos, muchas veces sin siquiera desplazarse al paraíso fiscal en cuestión.
Empresarialmente, los paraísos fiscales constituyen en la actualidad una pieza clave del comercio internacional. En ellos se puede constituir una empresa en cuestión de horas, sin que se inmiscuya en ello la administración y por unas cantidades asequibles a cualquier bolsillo. Cada vez son más los profesionales independientes que cobran a sus clientes en el extranjero mediante este tipo de sociedades, cuyo precio no suele superar los mil quinientos dólares como mucho. Evitar la doble imposición, aliviar la carga fiscal que soportan y mantener el secreto de algunas operaciones comerciales son los principales motivos por los que las empresas acuden a un paraíso fiscal. No hay una sola multinacional que no tenga una sofisticada estructura offshore, y el tamaño de las compañías usuarias de estos territorios se ha reducido hasta alcanzar a muchas pequeñas y medianas empresas. Una de las ventajas del paraíso fiscal frente a la jurisdicción convencional es que la identidad de los verdaderos propietarios y administradores puede protegerse mediante figuras jurídicas que impiden a los Estados acceder a esa información. La extrema seriedad y confidencialidad de los despachos de abogados y del sector bancario son la clave del éxito de estos territorios, por lo que en la práctica totalidad de los casos uno puede estar tranquilo respecto a la seguridad de sus datos, de su identidad y de su patrimonio.
La hipocresía anti-offshore
Los Estados convencionales han reaccionado de dos formas ante el espectacular incremento del sector financiero offshore. Por una parte, han lanzado toda suerte de campañas de propaganda destinadas a deslegitimar y desprestigiar a los paraísos fiscales, presentándolos ante la opinión pública como nidos de terroristas, narcotraficantes y millonarios egoístas. Por otro, han intentado ponerle puertas al campo, legislando innumerables normas destinadas a dificultar el acceso de los ciudadanos a estos lugares y a asustar a la gente respecto a la utilización de un paraíso fiscal. Pero la realidad se impone y de nada le han servido a los Estados ni sus legislaciones liberticidas ni su hipocresía. Esta última tiene su mayor expresión en la tolerancia de facto de casi todos los grandes Estados frente a aquellos pequeños paraísos fiscales con los que comparten un mismo entorno geográfico y de idioma (Italia sobre San Marino, Francia respecto a Mónaco, Alemania con Luxemburgo, Gran Bretaña respecto a las islas de Man, Jersey y Guernsey, España frente a Andorra, Estados Unidos sobre Bermudas y Grand Cayman, etc.). Esa tolerancia se debe a la presión de la comunidad financiera de cada país, y a la preferencia de las haciendas públicas por mantener esas fortunas cerca, de forma que reviertan de una u otra manera en el país.
Los paraísos fiscales, salvo Suiza, suelen ser países minúsculos. Unos son antiguos y respetados microestados europeos. Otros son pequeñas islas del Caribe o del Pacífico sin muchos más recursos que el turismo y el sector offshore. Muchos son todavía países colonizados cuya escasa extensión y población les mantienen aún bajo depedencia política de la metrópoli, pero con una plena autonomía económica y fiscal. Todos ellos compiten entre sí por el aluvión de dinero que cada año huye de las economías ordinarias hacia el sector offshore. Son en la práctica totalidad de los casos territorios democráticos y con un correcto manejo de la economía doméstica. Algunos han logrado generar un elevadísimo nivel de vida para sus ciudadanos. Sin embargo, no faltan voces puritanas que exigen la anulación de sus “privilegios” y hasta la anexión a los países grandes cercanos, en el colmo de la arrogancia. Es lo que sucedió hace poco en Alemania, cuando se descubrió que el partido democristiano CDU tenía cuentas en Liechtenstein y hubo quienes se permitieron incluso reclamar la anulación de este pequeño país centroeuropeo. La OCDE intentó en 1998 y 1999 organizar a sus Estados miembros en una especie de cruzada contra el sector offshore, pero los mismos países que tanto vociferan contra los paraísos fiscales encontraron mil y un impedimentos para coordinarse. Tampoco las alarmistas conclusiones de la comisión Ruding del Parlamento Europeo motivaron acción alguna por parte de los Quince. En definitiva, la hipocresía no sirve cuando la realidad se impone, y la propaganda anti-offshore no es ni creíble ni eficaz. El dinero es de la gente y la gente quiere ser libre.
Un futuro “paradisiaco”
Los paraísos fiscales no son un mal sino un síntoma. La enfermedad que señalan es el prepotente soberanismo fiscal de los países frente a sus ciudadanos, la glorificación del Estado y la continua amenaza de éste a la propiedad de las personas y de las empresas. Esa y no otra es la dolencia, y la medicina que la combate se llama libertad económica. La globalización está suministrando a los individuos amplias dosis de ese medicamento milagroso. En el Occidente desarrollado hemos conquistado la libertad política, y América Latina se ha incorporado a ella tarde pero bien. Falta la libertad económica, y por ahora sólo los paraísos fiscales nos la proporcionan, mientras nuestros Estados nos la niegan. Además nos ayudan a forzarles para que nos la reconozcan de una vez. La tendencia apunta hacia un mundo donde el sheriff de Nottingham terminará recibiendo un sonoro y humillante corte de mangas y, en vista de no tener nada que recaudar por haber refugiado todos los aldeanos su dinero en el bosque offshore de Sherwood, bien custodiado por Robin Hood y sus amigos, se irá a casa con los bolsillos vacíos y dejará en paz, por fin, a las antiguas víctimas de su vampirismo convertidas ya en ex-súbditos económicamente libres.