El coronel Pedro Baños: «Los informes alertaban de una pandemia mundial y ha faltado reacción»
«La Unión Europea va a salir muy debilitada de esta crisis», advierte el coronel del Ejército de Tierra. Lamenta que «nuestros aliados nos den la espalda» pero lanza un mensaje de optimismo: «Los españoles sabremos salir adelante, ojalá tengamos líderes políticos que nos lleven por el buen camino»
Por Gonzalo Araluce.
El coronavirus ha roto en dos la Historia reciente de España… y del mundo. Los equilibrios de poder han cambiado. También las inquietudes sociales. Las cifras de infectados, de muertos, asaltan los informativos y luchamos por doblegar la famosa curva de contagios. ¿Había alguna forma de prever esta situación? ¿Cómo vamos a quedar cuando superemos la crisis? Los informes ya alertaban de los riesgos de una pandemia mundial. Así lo advierte el coronel Pedro Baños, diplomado de Estado Mayor y durante años al frente de labores de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo en Estrasburgo. Ahora desgrana para Vozpópuli algunas de las claves de esta epidemia. Lamenta la falta de previsión de los Estados. También cree que la Unión Europea será la gran perdedora de esta crisis mundial, lastrada por su correosa burocracia y su incapacidad de una reacción rápida. Sobre el futuro de España, advierte: «Es el momento de replantearnos muchas cosas a nivel interno».
–¿Estaba prevista una crisis sanitaria de esta envergadura? ¿Ha faltado reacción?
-Previsto estaba. En las estrategias de Seguridad Nacional de España se ha abordado varias veces el tema. En la de 2011 se hablaba de los riesgos de las pandemias. En la de 2013 se insistía en el tema. Y en 2017 se profundizaba más en ellas con especial detalle en el ébola. Aún más lo citaban en las estrategias de Reino Unido de 2008 y 2010, citando la palabra ‘pandemia’ una docena de veces y diciendo que es una de las grandes amenazas a la seguridad. Al mismo nivel que un ciberataque o un ataque terrorista.
Pero todo eso queda sólo en el papel, no se ha fortalecido el sistema. Es cierto que una pandemia como esta no hay un sistema sanitario que lo aguante, pero estábamos con la guardia muy baja. También en el ámbito económico: casi sin reservas o con deudas. Ha faltado reacción y la recuperación va a ser muy difícil.
–Si algo estamos viendo estos días es que la pandemia del coronavirus está sacudiendo el tablero internacional.
-Lo primero que tenemos que entender es el concepto en que estábamos. Era de un enfrentamiento tecnológico que iba a más entre un Estados Unidos decreciente y una China con un auge impresionante. China ha gestionado la crisis y la ha convertido en oportunidad. Aún estamos a la espera de ver la reacción de Estados Unidos, que tiene que reformular el orden económico mundial para que le vuelva a ser favorable. Estamos en los primeros pasos, nos quedan por ver muchos movimientos.
–En uno de sus libros –Así se domina el mundo y El dominio mundial[ambos en la editorial Ariel]– recoge la siguiente reflexión: “No hay aliados eternos, sino intereses permanentes”. ¿Lo estamos viendo estos días?
-Tenemos el caso bien claro de Italia, que ha pedido ayuda no a un país de la OTAN, no de la Unión Europea. Se la ha pedido a Rusia. Toda esta situación está fomentando el euroescepticismo. La Unión Europea no ha logrado materializar nada. Los países afectados abren los brazos de par en par a Rusia y China.
–Si hace dos meses nos enseñan imágenes como las de los militares italianos y rusos trabajando codo con codo nos hubiera costado creerlo.
-Más aún teniendo en cuenta que Rusia está sancionada económicamente por la Unión Europea. Evidentemente esto tiene sus tintes propagandísticos y su estrategia, pero la realidad esta ahí. Aquellos que pensábamos que eran nuestros amigos más íntimos, nuestros aliados, nos están dando sistemáticamente la espalda.
–Dice que la Unión Europea no ha logrado materializar las ayudas a los países miembros…
-Va a salir muy debilitada de esta crisis, traslada a la ciudadanía una imagen de ineficacia. A eso hay que sumar el euroescepticismo que ya estábamos viviendo, con el Brexit como máximo exponente. Esto puede provocar una profunda desunión. La Unión Europea no está sabiendo aprovechar esta crisis para reconvertirla en una oportunidad de fortalecerse. La lentitud burocrática es un problema.
–¿Y en España? ¿Puede cambiar la concepción del Estado tal y como la conocemos?
-Pueden cambiar muchas cosas en el plano socioeconómico interno. Nos enfrentamos a un debilitamiento enorme de la sociedad. También de las grandes empresas y de los Estados. Tenemos volúmenes de paro muy alto, jóvenes con trabajos mal pagados y poca calidad. La clase media está cada vez más empobrecida. Es el momento de replantearnos muchas cosas a nivel interno. Tenemos que tener siempre alguna previsión, una reserva en el plano gubernamental y también en el individual para hacer frente a una crisis.
–Las consecuencias de todo esto las tenemos que contemplar a largo plazo.
-Lo estamos viviendo ya en España. Todos tenemos personas en nuestro entorno que lo están sufriendo en ERTEs, autónomos sin proyectos, pequeños empresarios que se quedan sin trabajos… Si esto se prolonga 2 o 3 meses, muchos no abrirán la persiana. Hay economistas que dicen que vamos a salir en ‘V’ [teoría que apunta a que la economía y el consumo se revitalizarán a fuerte ritmo tras los meses de parón]. Yo creo que no, que más bien será una ‘U’. Que una vez que esto pase, las personas con pocos ahorros tendrán que pedir préstamos, que el consumo se va a retrotraer y que aquellos con disponibilidad económica van a estar muy pendientes de gastar poco.
–Y una vez golpeados de pleno nos encontramos con el surgimiento de una cantidad ingente de fake news, que dificultan la gestión de la crisis.
-Lamentablemente también proceden de las instituciones, son oficiales y es muy difícil luchar contra ellas. Están proliferando agencias, departamentos o webs para detectar noticias falsas, pero sólo filtran aquellas que les interesan, por tintes ideológicos, económicos o el que sea. También hay quienes crean fake news por divertirse o por pura maldad. Hoy en día las notamos más porque nos entran a todos a través de la tecnología.
–¿Saldremos de esta?
-El pueblo español es extraordinario. Somos más trabajadores de lo que nos pensamos: cuando salimos al extranjero damos el do de pecho. Somos creativos, flexibles, y todo eso nos va a permitir salir adelante. No significa que vaya a ser fácil ni en poco tiempo, pero seguro que lo conseguimos. Ojalá tengamos líderes políticos que nos lleven por el buen camino y dentro de la unidad.
Curazao ocupó el terminal de almacenamiento de Pdvsa en Bonaire
Reuters . La estatal Refineria di Korsou (RdK) de Curazao ocupó el viernes un terminal de almacenamiento de petróleo en Bonaire por una disputa de pagos con la venezolana PDVSA, dijo un funcionario de la compañía en Willemstad.
Curazao buscará la aprobación de una corte holandesa para vender Bonaire Petroleum Corp (BOPEC) y su terminal de almacenamiento de 10 millones de barriles de crudo, en caso de que no reciba lo adeudado por PDVSA, dijo Marcelino de Lannoy, director gerente de RdK, en una declaración difundida en un video.
De Lannoy no detalló el monto que adeuda PDVSA y no pudo ser contactado de inmediato para obtener más comentarios. Ni PDVSA ni el gerente general de BOPEC, Reginald Pinto, respondieron a las solicitudes de comentarios.
PDVSA y el régimen chavista de Nicolás Maduro adeudan miles de millones de dólares a sus acreedores, montos que han subido en los últimos años a medida que la economía de la nación OPEP, que en el pasado recibió ingentes recursos por exportaciones de crudo, colapsó y puso en riesgo muchos de los activos de la petrolera en el exterior.
La estadounidense ConocoPhillips obtuvo en 2018 una orden judicial que congeló los inventarios de PDVSA en Bonaire y otras islas del Caribe para tratar de cobrar un laudo arbitral de 2.000 millones de dólares, aunque la orden se retiró más tarde.
En una declaración en video dirigida a los trabajadores de BOPEC, de Lannoy dijo que RdK tendrá en cuenta sus intereses “siempre que esto sea posible”.
Si la petrolera venezolana no respeta sus obligaciones “a RdK no le queda otra alternativa que usar su derecho de vender las instalaciones en una subasta pública”.
El año pasado, RdK finalizó el contrato que tenía PDVSA para operar en Curazao su refinería Isla, con capacidad de 335.000 barriles por día.
La refinería Isla es una refinería de petróleo venezolana ubicada en Curazao. Aunque no está dentro del territorio venezolano forma parte del «circuito venezolano» dirigido por PDVSA.
Curazao, una isla neerlandesa del Caribe, es conocida por sus playas ubicadas en ensenadas y sus extensos arrecifes de coral con abundante fauna marina. Turismo, refinación de petróleo y banca internacional son las principales actividades de la pequeña economía de Curazao, la cual es muy dependiente del exterior.
Todos nosotros sabemos que los hábitos diarios nos pueden ayudar o evitar el éxito en la vida. Los malos hábitos pueden descomponerse y extenderse en un estilo de vida que te ubique lejos de las cosas que quieres hacer y los buenos hábitos pueden ayudarte a formar una vida llena de acción y metas alcanzadas.
Si estuvieras observando a alguien que respetas, alguien exitoso, verías lo que invierte cada día en hacer las cosas que le ayudan a alcanzar sus grandes logros. Esto no es para decir que son perfectos, porque nadie lo es, pero a pesar de las cosas que no son perfectas en sus vidas, ellos continúan realizando movimientos que tienen un impacto positivo. Y esto empieza con los hábitos diarios.
Ahora, mientras todos podemos estudiar los hábitos exitosos es menos importante si no implementamos ese conocimiento. Así, aquí hay cinco hábitos diarios de las personas altamente exitosas, hábitos que puedes aplicar para crear la vida que realmente quieres vivir.
1. La gente exitosa planea su día la noche anterior
Es fácil salirse de la vía cuando no tienes un plan. Sin planear cómo será tu día, te levantarás sin saber lo que quieres hacer o alcanzar. La gente exitosa invierte un poco de tiempo la noche anterior dándose a sí mismo objetivos claros para el siguiente día. Entonces se levantan y trabajan en su lista.
La vida no siempre funciona como la planeamos, pero con un plan, te puedes ajustar sin perder empuje.
2. La gente exitosa lee libros para inspirarse
Leer es un elemento esencial en el éxito, los libros tienen mucho conocimiento. Aparentemente Elon Musk leía por lo menos cuatro horas por día mientras crecía. Cuatro horas. Y observa cuán exitoso se ha convertido.
No hay una extensión necesariamente definida de cuánto tiempo deberías pasar leyendo, pero formar el hábito diarios de leer va a expandir tu conocimiento y ayudar en tu camino al éxito.
3. La gente exitosa hace de su salud una prioridad
Lo que comes y cuanto te ejercitas afecta cada área de tu vida. La gente exitosa usa el ejercicio como un tiempo para restaurarse y planear. Toman decisiones inteligentes sobre la comida que les dará la energía que necesitan para alcanzar todo lo que tienen en su lista por hacer.
Entonces, ¿qué hay para cenar? ¿Está el gimnasio en tu lista de cosas por hacer? Escoge sabiamente.
4. La gente exitosa no se distrae por lo que otras personas están haciendo
Los viajes de otros al éxito pueden ser inspiradores; puedes aprender mucho sobre sus errores, victorias, qué hacer y qué no hacer. Pero si empiezas a comparar tu progreso al suyo, en lugar de usar sus historias como inspiración, te podrás sentir celoso, estresado y poco valioso.
La gente exitosa nota que su viaje es único y no puede compararse. Así que no te quedes estancado en la trampa de la comparación, permanece enfocado en tu porqué.
5. La gente exitosa vive cada día como si fuera el último
La vida te ocupa, es caótica, y tendemos a querer enfocarnos en el futuro, todos lo hacemos, nos preocupamos por lo que sigue. Pero aunque planear es importante, vivir el presente completamente también lo es.
La vida es corta, y no hay garantía de cuando terminará. La gente exitosa vive cada día como si fuera el último sacando lo mejor de cada momento, así deberías hacerlo.
Cuando miras el gran objetivo, es normal frustrarse ante la enormidad de lo que estás tratando de alcanzar. Si te levantas cada día determinado en usarlo formando buenos hábitos, te darás a ti mismo una mejor oportunidad para ser exitoso. Usa estos cinco hábitos como el punto de inicio para lo que sea que una vida exitosa signifique para ti.
Coronavirus: qué hacen los grandes inversores de Wall Street para sacar ventajas de la crisis del covid-19
Con Wall Street en caída libre, el precio del petróleo por los suelos, una posible recesión global y cada día más gobiernos cerrando fronteras o pidiéndoles a sus ciudadanos que se queden en la casa, el panorama económico parece desolador.
Entre las acciones que más se han desplomado están las de aerolíneas, cruceros y todo el sector turístico, además de los títulos del sector energético.
En medio de una guerra de precios petrolera, el barril de crudo cayó esta semana casi 10%, llegando a mínimos cercanos a u$s20 para el petróleo WTI que se transa en EE.UU. y el Brent, que se utiliza como referencia para los mercados europeos.
Entonces… si el petróleo está tan barato, ¿quién está comprando esas acciones?
Carl Icahn, el conocido inversor multimillonario estadounidense es uno de ellos. Al menos eso es lo que dijo en la prensa estadounidense, apuntando que ha comprado acciones de Occidental Petroleum.
«Ahora se ha llegado al punto en que algunas compañías están regaladas», le dijo Icahn a la cadena de noticias CNBC.
«Algunas de estas empresas son extremadamente baratas», señaló, agregando que las bolsas «probablemente tienen un largo camino para seguir cayendo».
Aunque la otra cara de la moneda, advirtió el multimillonario, es que existen compañías que están muy caras y con demasiada deuda, razón por la cual «deberían venderse».
Hay que decir que Icahn posee casi el 10% de Occidental Petroleum y que las acciones de esta firma han bajado cerca de 70% este año.
Otros títulos que el magnate dice haber comprado son Hertz y Hewlett-Packard.
Icahn pertenece al grupo de inversores que les gusta correr riesgos y que buscan el máximo beneficio cuando las bolsas están en crisis, conocidos informalmente en la jerga bursátil como «los especuladores» o «los oportunistas».
«Hay una división muy clara entre los inversores que piensan que es el momento de entrar al mercado y los que piensan que el derrumbe va a ser mayor», le dice a BBC Mundo Manuel Romera, profesor de finanzas de la IE Business School, España.
«Estamos en un momento muy delicado porque no ha aparecido dinero para comprar. La gente cree que esto es el apocalipsis», agrega.
Romera explica que la probabilidad de rentabilidad a futuro es elevadísima, pero «muchos de los que manejan fortunas creen que el suelo está más abajo».
El problema de estas crisis es saber cuál es la viabilidad financiera de una empresa para sobrevivir, explica.
«Algunos están invirtiendo en petróleo porque habrá compañías que subirán espectacularmente, pero habrá otras que van a quebrar», apunta el académico.
Rick Rieder, director gerente y jefe global de inversiones de BlackRock -el administrador de fondos más grande del mundo- advirtió que es probable que el mercado no haya tocando fondo.
«Hoy en día, me gustan las hipotecas y las acciones muy selectivas», apuntó Rieder.
«Estamos seleccionando algunas acciones que tienen un valor real en la atención de salud, tecnología y construcción».
Incluso si las empresas reciben un golpe en sus ganancias, agregó, «esta es una oportunidad única en la vida para obtener este tipo de activos».
El modelo Warren Buffet
«Hay que ser codicioso cuando los demás son miedosos y miedoso cuando los demás tienen los ojos inyectados de codicia».
Esa es una de las frases más conocidas del magnate estadounidense Warren Buffet, a quien le gusta ir contra la corriente, pero haciendo inversiones seguras.
Coronavirus: todo lo que hay que saber sobre las estrategias de prevención y tratamiento
Debemos recordar que la situación es dinámica y que las recomendaciones pueden variar si surgen nuevas evidencias. Hasta el momento, estas son las herramientas de la ciencia para contener la epidemia y para tratar a los pacientes infectados
Por Daniel Stamboulian. Profesor Emérito de Infectología de la Facultad de Medicina de la UCES y Voluntary Profesor of Medicine of the University of Miami
¿Cómo y cuándo comenzó todo? En diciembre de 2019 cuando se reportó un brote de neumonías graves en la ciudad de Wuhan, China. Los estudios de los pacientes revelaron que se trataba de un nuevo coronavirus humano que se denomina coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2). En pocos meses la infección se diseminó rápidamente. Avanzado el mes de marzo ya afectó a 146 países en el mundo con más de 164 mil casos confirmados.
Los coronavirus (CoV) conforman una familia de virus que en los humanos causan infecciones respiratorias de distinta gravedad: desde el resfrío común leve, hasta el síndrome respiratorio agudo grave (SARS) o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS).
La infección con SARS-CoV-2 se llama COVID-19, puede ser asintomática o puede causar enfermedad con síntomas desde leves a moderados o graves. Según lo observado en China, la mayoría de los pacientes tenían entre 30 y 80 años y el 80% de los casos fueron leves. El período de incubación es de 2 a 14 días, con una media de 5 días y los síntomas más comunes son la fiebre, la tos, el cansancio y la dificultad respiratoria. Las formas graves comprometen el pulmón causando neumonía. Las personas con más riesgo de enfermar son los mayores de 60 años y aquellas con enfermedades preexistentes.
Las principales medidas de prevención son:
-Lavado de manos frecuente con agua y jabón o alcohol en gel
-Distanciamiento o aislamiento social en especial en las personas con factores de riesgo (restricción de reuniones, de viajes, suspensión de las clases)
-Uso de barbijo solo en las personas que presentan síntomas (fiebre o tos) y sus cuidadores. Es importante seguir las indicaciones para un uso correcto de las mascarillas según las Guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
-Ventilar los ambientes
-Desinfectar superficies y utensilios de cocina con una dilución de lavandina (4 cucharaditas de té en 1 litro de agua) o alcohol etílico diluido al 70% (tres partes de alcohol y una de agua).
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, existen varias drogas que se evalúan en estudios clínicos en el mundo. En la Argentina, especialistas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) elaboraron un consenso provisorio para el tratamiento farmacológico de la neumonía por COVID-19 sobre la base de la escasa evidencia disponible hasta el momento. Las recomendaciones son:
Lopinavir/Ritonavir (un antiviral inhibidor de proteasa que se utiliza para el tratamiento del VIH). La dosis recomendada es 400mg/100mg cada 12 horas vía oral.
Esta combinación fue efectiva en pacientes con SARS. (Fuente: Tsui E et al. Treatment of severe acute respiratory syndrome with lopinavir/ritonavir: a multicentre retrospective matched cohort study. Hong Kong Med J. 2003)
También se puede utilizar la combinación Darunavir/Ritonavir (600mg/100mg) cada 12 horas.
Hidroxicloroquina 400 mg cada 12 horas. Esta droga se usa hace más de 70 años para el tratamiento de la malaria y también tiene acción antiviral. (Fuente: Colson P et al. Chloroquine and hydroxychloroquine as available weapons to fight COVID-19. Int J Antimicrob Agents. 2020:105932.)
El Remdesivir es otro antiviral potencial pero no se encuentra aprobado, ni disponible en Argentina. El consenso también recomienda el tratamiento preventivo con Lopinavir/Ritonavir o Darunavir/Ritonavir, en las personas mayores de 60 años o con comorbilidades que tuvieron un contacto estrecho con una persona infectada. Todas estas recomendaciones son dinámicas y se actualizarán de acuerdo a la nueva evidencia que surja. La OMS no recomienda el uso de corticoides para el tratamiento de CoVID-19.
Por su parte, no se demostró un aumento del riesgo de complicaciones en pacientes infectados con COVID-19 que recibieran inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y los bloqueantes del receptor de angiotensina 2 para el tratamiento de la hipertensión arterial, la enfermedad coronaria y la diabetes. Sobre esto último, la Sociedad Europea de Cardiología y la Sociedad Argentina de Hipertensión comunicaron que es primordial que los pacientes hipertensos continúen el tratamiento antihipertensivo y el control de la presión arterial y que no existe evidencia científica hasta el momento que avale la hipótesis de aumento de riesgo para los pacientes que reciban esos tratamientos. (http://www.saha.org.ar/)
Ya hay en desarrollo y en estudio varios candidatos vacunales contra COVID-2.
La ciencia avanza y los investigadores y científicos trabajan incansablemente. También lo hacemos todos los que integramos el sistema sanitario y los comunicadores. Es importante que cada persona nos acompañe cuidándose a sí misma y a la sociedad toda.
Cómo podemos proteger a las personas mayores del coronavirus
Por Katie Hafner. The New York Times.
En medio de la incertidumbre que se vive en torno a la pandemia del coronavirus se encuentra un hecho incontrovertible: las personas mayores tienen el índice más alto de muertes, sobre todo quienes tienen padecimientos médicos subyacentes.
Hasta la fecha, de los casos confirmados en China casi el quince por ciento de los pacientes de más de 80 años ha muerto. Para los que tienen menos de 50, el índice de mortalidad era de menos del uno por ciento.
Aún no hay pruebas de que sea mucho más probable que las personas mayores se contagien del coronavirus, a diferencia de los jóvenes. Sin embargo, los expertos médicos dicen que, si las personas de más de 60 años se infectan, es más probable que sufran una enfermedad grave que amenace su vida, aunque su salud general sea buena. Las personas mayores con padecimientos médicos subyacentes están expuestas a un riesgo particularmente alto. Los expertos le atribuyen parte de ese riesgo a un debilitamiento del sistema inmune debido a la edad.
Eso hace que las personas mayores y sus familias se pregunten cuáles son las precauciones adicionales que deben tomar. Hay varias prácticas ideales que han sido recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), la Organización Mundial de la Salud (OMS), los geriatras y los especialistas en enfermedades infecciosas.
Familiarízate con los lineamientos y síguelos
Los geriatras recomiendan a sus pacientes que se apeguen a las recomendaciones actuales de los CDC y la OMS, una letanía de consejos que se han vuelto bastante conocidos: lávate las manos frecuentemente con jabón y agua tibia durante veinte segundos o límpialas con un gel antibacterial a base de alcohol; evita estrechar manos; aléjate de las grandes reuniones; limpia y desinfecta objetos que se toquen con frecuencia; evita el transporte público y las multitudes. Abastécete de provisiones.
Los cruceros no son una buena opción, como tampoco lo son los viajes no esenciales. No se recomienda hacerles visitas a los nietos.
“He tenido esta conversación unas cien veces durante la semana pasada”, dijo Elizabeth Eckstrom, directora de geriatría en la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon en Portland. Eckstrom dijo que la mayoría de los pacientes que atiende en su clínica tienen más de 80 años. Todos han expresado abiertamente su preocupación.
Según Eckstrom, todos sus pacientes tienen al menos un padecimiento crónico. “La mayoría tiene tres, cuatro, cinco o más”, agregó.
La gente se equivoca al asumir que, si un padecimiento médico se gestiona adecuadamente mediante tratamiento, está fuera de peligro. Incluso quienes tienen padecimientos y se encuentran estables deben tener precauciones adicionales.
“Esos padecimientos pueden limitar la reserva subyacente y llevar a peores resultados cuando las personas mayores se enferman de gravedad, lo cual afecta a todos los sistemas de órganos”, dijo Annie Luetkemeyer, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital General Zuckerberg de San Francisco.
“La diabetes, por ejemplo, puede hacer que sea más difícil combatir una infección, y un padecimiento cardiaco o pulmonar subyacente quizá dificulte que esos órganos sigan el ritmo de las exigencias provocadas por una infección grave de COVID-19”, dijo, refiriéndose al síndrome causado por el nuevo coronavirus.
Daniel Winetsky, académico en materia de enfermedades infecciosas en la Universidad de Columbia en Nueva York, dijo que los consejos que les dio a sus propios padres, que viven al otro lado del país en San Francisco, han cambiado drásticamente. Hace una semana, dijo, les decía que estaban seguros e incluso les recomendó que siguieran adelante con un viaje que estaban planeando hacia la región de Everglades en Florida con un pequeño recorrido en grupo.
A lo largo del fin de semana, aumentaron sus temores sobre la pandemia, y el martes no solo les pidió que no fueran, sino que también les aconsejó reducir a un mínimo el número de personas con las que tenían contacto. Las visitas de sus nietos están prohibidas.
Winetsky le dijo a su madre, Carol, que tiene 73 años y sufre asma, que dejara de asistir a las reuniones que tiene cada dos semanas con su grupo de tejido. Además, le pidió a Hank, su padre, que ha tenido dos endoprótesis coronarias, que no asistiera a ninguna de sus dos reuniones grupales de lectura.
Su madre sigue yendo a la tienda de abarrotes y evita lugares concurridos como Costco. Con el permiso de su hijo, aún asiste a sesiones de terapia física para una lesión en la espalda, pero se asegura de que su terapeuta se lave las manos y que limpien el equipo con desinfectante.
¿Qué pasa con las citas médicas no esenciales?
Algunos expertos están recomendando que los adultos mayores en riesgo cancelen las citas médicas no esenciales, incluyendo las visitas de bienestar. En caso de estar disponibles, los servicios de telemedicina pueden ser un sustituto razonable.
Eckstrom generalmente está de acuerdo, pero con sus reservas. Aunque quizá sea prudente cancelar las visitas programadas que no son urgentes, dijo, “muchos adultos mayores tienen problemas que requieren un seguimiento constante, como la demencia, la enfermedad de Parkinson, las caídas y los problemas cardiacos”. Le preocupa que cancelar visitas permita que estos padecimientos se salgan de control, pero está de acuerdo en que las consultas de telemedicina pueden ayudar a cerrar esa brecha.
Otro paso útil: habla con tu médico sobre acumular dos o tres meses de medicamentos esenciales con receta.
Ten cuidado con el aislamiento social
Los expertos advierten que el distanciamiento social, el pilar del control epidémico, podría causar aislamiento social, que ya es un problema en la población de la tercera edad. De acuerdo con un estudio reciente del Centro de Investigaciones Pew en más de 130 países y territorios, el dieciséis por ciento de las personas de 60 años o más viven solas. La soledad, según hallazgos de los investigadores, implica su propio conjunto de riesgos de salud.
Winetsky está consciente del peligro, y les ha sugerido a sus padres que organicen reuniones virtuales con amigos y familiares, pues tiene en mente los beneficios de la participación social. “He tratado de explicarlo así: ‘No cancelen esas actividades, sino opten por Zoom, Skype o FaceTime’”, comentó.
Charla con los asistentes de atención médica en el hogar
La Asociación Nacional de Cuidado Doméstico y Hospicio calcula que doce millones de “personas vulnerables de todas las edades” en Estados Unidos reciben cuidados en sus hogares, suministrados por una fuerza laboral de atención médica en el hogar de aproximadamente 2,2 millones de trabajadores. Para muchos adultos mayores, eso implica un desfile constante de asistentes de atención médica que pasan por su puerta, algunos más conscientes de la higiene que otros.
Las personas deben conversar con sus cuidadores sobre la higiene, sugirió David Nace, presidente electo de la Sociedad para Medicina de Cuidados Postagudos y a Largo Plazo, un grupo profesional que representa a los trabajadores que laboran en centro de cuidados a largo plazo.
Verifica dos veces que los encargados de los cuidados se laven las manos o usen gel antibacterial. Cualquier equipo que traigan debe limpiarse con desinfectante. Además, asegúrate de que se sientan sanos.
“Si estás solo, quizá estés en una posición muy vulnerable porque dependes de esa persona”, dijo Nace. “Puede ser intimidante. Pero con suerte quizá haya una relación tan buena como para iniciar la conversación”.
El dilema del asilo para ancianos
Cerca de 1,7 millones de personas, la mayoría de la tercera edad, se encuentran en asilos en Estados Unidos, una fracción de los 50 millones de estadounidenses de más de 65 años.
Dada la serie de muertes en un asilo en Kirkland, Washington, donde hubo muchas afectaciones por el virus, los asilos para ancianos están en alerta máxima. Muchos se han sometido a una cuarentena total.
El gobierno federal les está pidiendo a los asilos para ancianos que prohíban la entrada de visitantes, con la excepción de “la atención compasiva, como las situaciones del término de la vida”.
Curtis Wong, de 66 años, un investigador retirado de Microsoft que vive en el área de Seattle, solía visitar a sus padres con frecuencia. Tienen noventa y tantos años y viven en un centro de vida asistida en Sierra Madre, California.
El jueves, el centro prohibió todas las visitas no médicas y señaló que estaba cambiando sus códigos de acceso al edificio. En un correo electrónico mediante el que anunciaron la medida, la administración del centro ofreció poner a los residentes en contacto con sus familiares a través de FaceTime.
Hace tres días, dijo Wong, durante un chat de video con su padre se preocupó por la posibilidad de no volverlo a ver. “Las cosas se pusieron muy emotivas”.
Mantente activo, incluso durante una pandemia
Los geriatras temen que el distanciamiento social quizá afecte rutinas de maneras que afecten la vitalidad de los adultos mayores. Enfatizan la importancia de mantener los buenos hábitos, incluyendo suficiente tiempo para dormir, la alimentación saludable y el ejercicio.
El ejercicio quizá sea benéfico al combatir los efectos del coronavirus. Puede ayudar a impulsar el sistema inmune, disminuir la inflamación y tener beneficios mentales y emocionales. Un paciente que depende del ejercicio diario en el gimnasio pero quiere evitar situaciones riesgosas quizá simplemente pueda tomar un paseo.
El miércoles por la tarde, Hank Winetsky, de 80 años, acababa de regresar de una ronda de golf con un pequeño grupo. Las cuatro personas tenían de 70 a 81 años. “El golf es bastante seguro en cuanto al contacto humano”, comentó.
No obstante, incluso el golf demostró no ser un deporte libre de contacto. “Había una botella de agua en el carrito, y todos pensaban que era suya”, comentó. “Los cuatro bebíamos de ahí. Ahora todos estamos espantados”.
El avance del coronavirus sigue una dinámica que se ajusta a lo que días atrás llamábamos el “tipping point”. Un punto de inflexión bifronte: con una desaceleración en el avance de esta enfermedad en la República Popular China y una aceleración de contagios en el resto del mundo. La suspensión de actividades en Italia y las medidas restrictivas en varios países europeos y de América (incluido el nuestro) bien podría ser el inicio de un nuevo sendero de dinámica desconocido. Es de esperar que finalmente se logre la ansiada vacuna, y probablemente para varios tipos de coronavirus, pero hasta su alcance para la población mundial en general se requerirá una cantidad de meses todavía incierta.
El impacto sobre la actividad económica ya asoma también fuera de China y los mercados lo vienen descontando desde hace casi dos semanas. La reacción es lo que se conoce como “flight to quality”: huir de activos percibidos como riesgosos y de baja liquidez. Los impactos negativos sobre las finanzas personales, de empresas y de gobiernos no se limita ya a China y como era de esperar, los mercaos bursátiles reaccionaron drásticamente a la baja. La caída de ayer no ha sido tan sorpresiva luego del drástico anuncio de Donald Trump de prohibir el arribo de vuelos desde Europa, salvo Reino Unido.
Las respuestas sanitarias de los gobiernos nacionales de todo el mundo lejos están de ser coordinadas, y el rol de la Organización Mundial de la Salud no parece ir más allá del relacionismo público. El rol de los organismos multilaterales, gobiernos y bancos centrales no es muy diferente, y el público lo percibe así. El anuncio de la Reserva Federal de inyectar US$ 1.500 millones sonó a poco y, con una caída superior al 5% por la mañana de ayer, Wall Street tuvo que detener su operatoria. Algo análogo ocurrió en otras plazas, repitiéndose el desplome de los precios de las acciones.
En el otro lado del Atlántico, el Banco Central Europeo anunció emisión monetaria para compras de deuda pública, manteniendo sin cambios las tasas de interés en torno de cero. La respuesta de los inversores siguió siendo la misma: vender, vender. Mal debut de Christine Lagarde como “piloto de tormenta” en Europa.
El clima de pánico se ha arraigado, y estamos en presencia del inicio de una destrucción de riqueza no muy diferente del derrumbe de los mercados de 2008 ante la caída de Lehman Brothers. Pero el lunes 9 se registró por primera vez una caída de toda la curva de rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a niveles inferiores a 1%. Un tipo de pánico algo mayor y que no será fácil de revertir. Tampoco sus consecuencias después de nuevas caídas en los precios de las acciones como las registradas ayer en varias plazas del mundo: Milán (-16,9%), San Pablo (-14,8%), Madrid (-14,1%), París (-12,3%), Frankfurt (-12,2%), Londres (-10,9%), Dow Jones (-9,9%), Buenos Aires (-9,8%), Zurich (-9,6%), S&P500 (-9,5%) y Nasdaq (-9,4%).
Las caídas acumulada de los índices bursátiles más representativos en lo que va de 2020 son realmente impresionantes, tanto por su magnitud, como por la incertidumbre respecto de cuándo se detendrán San Pablo (-37,2%), Milán (-36,6%), Madrid (-33,1%), París (-32,4%), Buenos Aires (-31,9%), Frankfurt (-30,9%), Londres (-30,6%), Dow Jones (-25,7%), Zurich (-22,1%), Tokio (-21,6%), Nasdaq (-19,7%), México (-15,9%), Hong Kong (-13,8%) ,y la lista sigue…
¿Será viable optar por inyecciones de liquidez coordinadas como después de la crisis Subprime? Factible, es. Su efectividad es más que dudosa. El origen del problema no es una crisis de liquidez en el sistema financiero, es un shock real sobre los recursos humanos de cada vez más países que impacta inicialmente en la oferta y circulación de bienes, pero que será magnificado por una inevitable caída de la demanda agregada de los países afectados por este nuevo mal, y las medidas restrictivas aplicadas por sus gobiernos y los de países vinculados a los mismos.
¿Sería viable un megaplan global fiscal coordinado? No es de descartar, y de hecho lo están pidiendo inversores privados, hasta el fondo Blackrock, que cobró notoriedad en nuestro país por su protagonismo en la crisis cambiaria de 2018-2019. Pero su resultado estará condicionado al cese de la difusión de esta enfermedad y a las forzosas cuarentenas y restricciones de los gobiernos ante la inexistencia de una vacuna. ¿Hay riesgo de una gran recesión mundial? Sí. ¿Hay riesgo de una gran depresión mundial? También. Las teorías económicas disponibles, ¿tienen recetas únicas de política para recomendar en este tipo de escenario? En realidad, no. Poco y nada han explorado las teorías macroeconómicas modernas frente a episodios considerados fantasiosos hasta no hace mucho, como guerras bacteriológicas, daños ecológicos generalizados e irreversibles, o aparición de virus nuevos frente a los cuales la ciencia médica y los investigadores en biotecnología necesitan tiempo para dar respuestas efectivas. Un tiempo incierto que torna inviables no pocas actividades económicas y que forzosamente obliga a descartar alternativas de inversión de alto riesgo.
¿Podría repuntar la demanda de deuda pública en todo el tiempo necesario para poner fin a esta pandemia? No se sabe. Se puede hacer el intento, puede salir bien, o no. Pero se requiere coordinación internacional, la gran ausente hoy no sólo en materia de políticas sanitarias, fiscales y monetarias, sino también en la regulación de los mercados bursátiles. Algunas Bolsas optaron ayer por prohibir posiciones cortas sobre acciones con bajas superiores a cierto umbral arbitrario (-10%, por caso, en la Bolsa de Madrid).
Sin coordinación internacional, ni criterio claro de definición de prioridades, objetivos e instrumentos, poco pueden aportar. Sin coordinación de verdad, el pánico no se va a revertir. Ayer algunos analistas de Barclay’s han sostenido respecto del “efecto dominó” en las Bolsas europeas que “los mercados se mantendrán agitados durante las próximas semanas”, “los valores europeos podrían caer 10% más”, “las acciones en Europa se venden a niveles que sugieren una recesión”.
¿Y el petróleo? En medio de la guerra de precios, también vía cantidades hay “picardías” que también fortalecen el clima bajista. Arabia Saudita ofrece petróleo cada vez más barato en Europa (“patio trasero” para las petroleras y gasíferas rusas), y en EE.UU., ya abastecido gracias al fracking. La presión a la baja al precio del barril bien podría continuar. En el caso del Brent, ya cayó a U$S 33 y no se descarta que en breve rompa el “piso” de U$S 30. Frente a esto, la baja de las commodities podría continuar, salvo en el caso del oro, que junto a los bonos de los Tesoros de EE.UU., Alemania y Japón, asoma como uno de los pocos “refugios seguros”. Pero cuando todo cae, lo “seguro” bien puede no serlo.
En suma, marzo empezó muy mal, y nada indica que pueda terminar mejor. Un escenario turbulento que nos seguirá complicando la vida a todos, al menos por varias semanas.
Debemos frenar la curva del coronavirus, la vacuna somos todos
#Frenarlacurva es el objetivo. Te contamos por qué es importante la cuarentana y el distanciamiento social para frenar al coronavirus.
La OMS ha declarado que la enfermedad COVID19 ya es una pandemia. Recordemos que esta palabra quiere decir que existe una trasmisión sostenida, eficaz y continua de la enfermedad de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas.
Esto no es sinónimo de muerte: no hace referencia a la letalidad de un virus sino a su transmisibilidad y extensión geográfica. No, no vamos a morir todos
Pero, ¿por qué ahora las autoridades sanitarias nos insisten tanto en esas medidas de contención y aislamiento y por qué son tan necesarias? En una epidemia por un agente infeccioso, el número de casos aumenta progresivamente conforme pasa el tiempo. Para entender cómo se propaga una epidemia en una población hay que tener en cuenta tres tipos de individuos: los que pueden contraer la infección, los que ya están infectados y los que se han recuperado y ya no son susceptibles de enfermar.
Curva de infecciones
Al principio, el número de susceptibles es alto y el número de infectados aumenta con rapidez. Conforme va pasando el tiempo, el número de susceptibles va disminuyendo (porque se han curado, se han inmunizado, los hemos vacunado o han muerto). Hay menos gente para infectar y llegamos al pico de la epidemia. Es lo que se denomina el límite de densidad: el número mínimo de individuos necesario para continuar la enfermedad. Una vez alcanzado el patógeno ya no puede transmitirse con tanta eficacia en la población y disminuye el número de casos. Así son las curvas epidémicas.
Lo rápido que vaya la epidemia y lo picuda que sea esa curva depende de muchos factores. Entre otros, la transmisibilidad del virus y si la población es más o menos susceptible de infectarse.
El problema con este coronavirus SARS-CoV-2 es que es muy transmisible y, al ser nuevo, la población no ha tenido contacto previo con él, no tienen inmunidad y, en principio, todos somos susceptibles de enfermarnos
Saber en qué momento de la curva epidémica estamos es muy difícil. Si la epidemia va muy rápido y la curva es muy aguda, uno de los problemas más graves es el colapso del sistema sanitario. No es lo mismo tener 10 casos en 10 días, que 100 en un solo día. Aunque el 80 % de los casos de infección por SARS-CoV-2 pueden ser asintomáticos o leves, en un 16 % puede causar neumonía y en un 4 % puede llegar a ser mortal (cifras provisionales).
Las neumonías no son catarros, pueden ser muy graves y en muchos casos requieren ir a un hospital e incluso ser ingresado. Ese es el gran problema: que se sobrepase el límite de capacidad del sistema sanitario y este se colapse. Lo que queda por encima del límite de capacidad pueden ser fallecimientos.
Por eso es tan importante frenar la curva, las medidas de intervención.
Frenar la curva: por qué es clave y cómo hacerlo
El objetivo no es que la gente no se infecte porque ésto probablemente ya sea inevitable, sino que se retrase y reduzca el pico de la epidemia. Para eso, hay medidas de contención que se aplican en los primeros días de la curva, que es cuando tenés pocos focos y muy localizados, sabés cómo se han infectado, podés diagnosticar y aislar al infectado y hacer un seguimiento a la gente que ha estado en contacto con esa persona y ponerlos en cuarentena.
Aislando los focos se podría frenar la curva. Pero a veces con eso no es suficiente y el número de contagiados aumenta. Como he dicho, saber en qué momento estamos de la curva epidémica es muy difícil. Es entonces cuando debes adoptar medidas más drásticas, cuarentenas sociales, que deben ser lo más eficaces y sostenibles en el tiempo y lo menos disruptivas posibles.
¿Cuáles son esas medidas? ¿Qué beneficio real tendrá cada una para frenar la curva y qué riesgo supone para la vida del ciudadano? Esa es una decisión muy difícil y compleja. Para eso están las autoridades sanitarias y los gobiernos, que son los primeros responsables.
Por lo tanto, ahora estamos en fase de frenar la curva. Quizá vos seas de ese 80% de personas sanas que se infectarán y lo pasarán de forma más o menos leve. Pero tus acciones pueden contribuir a frenar la curva o a que sobrepasemos la capacidad del sistema. Tenemos que blindar nuestros hospitales y proteger a nuestros sanitarios. Tenemos que proteger a los más débiles, a los más susceptibles de enfermar e incluso morir, no solo por el virus sino por el colapso sanitario. Las personas mayores con patologías previas son las más vulnerables.
Por eso, todas estas medidas que nos están anunciando son tan importantes. Son difíciles, incómodas, nos afectarán económicamente, pero son necesarias. Lo mejor para un virus es mucha gente, muy junta y moviéndose. Cuanto menos nos movamos y más separados estemos, mejor
10 consejos básicos para #FrenarLaCurva:
Que no cunda el pánico, estar alerta no es alarma.
Lávese las manos con frecuencia y ponga en práctica buenos usos al estornudar y toser.
Ejerza el distanciamiento social: no de besos, abrazos, saludos de mano. Busque alternativas.
No acuda a sitios con mucha gente: eventos culturales, deportivos y de entretenimiento.
Evite viajar si no es totalmente imprescindible. Reduzca sus viajes en transporte público.
Si puede, reduzca reuniones y trabaje desde casa.
Si tiene algún síntoma, quédese en casa y use los teléfonos indicados para ello.
No vaya al hospital si no es absolutamente imprescindible.
Cuide y proteja especialmente a las personas más vulnerables, con patologías previas y mayores de edad.
Sobre todo mantenga la calma, también hay buenas noticias sobre el coronavirus.
Esto pasará, pero tenemos que conseguir frenar el golpe. Recuerda: ¡la vacuna sos vos!
Fuente: Ignacio López-Goñi. Catedrático de Microbiología, Universidad de Navarra. La nota fue publicada originalmente en The Conversation.
Fuentes: WHO / OMS / Ministerio de Sanidad de España.
Coronavirus: Tu “distanciamiento social” puede salvar vidas
Por Aberron.
Evitar contactos y viajes innecesarios es ahora prioritario para evitar la extensión del coronavirus. Este miércoles la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la enfermedad producida por el coronavirus SARS-Cov-2 –que afecta ya a más de 126.000 personas en todo el mundo– como pandemia. En esta nueva fase, eliminar el virus como se hizo con el SARS de 2002 parece poco probable. Ahora el objetivo es otro: frenar la curva de la epidemia, es decir, ralentizar la velocidad de transmisión, intentando así no colapsar los sistemas sanitarios.
El escenario de España, con 2.277 casos y 55 muertes, es el mismo. No sobrepasar la capacidad de nuestro Sistema Nacional de Salud pidiendo a la ciudadanía que siga a rajatabla las recomendaciones de los expertos. Para ello se está organizando con diversas campañas en redes sociales que apelan a #FrenarLaCurva y quedarse en casa para evitar el colapso de los sistemas.
Todo el que circula por ahí de manera más o menos despreocupada se convierte en un posible sujeto que dentro de 10 días quizá enferme y pase a ser en uno de los que colapse el sistema sanitario.
Los contagios que se produzcan ahora en las zonas de riesgo saturarán el sistema de salud dentro de una semana o diez días, como ha pasado en Italia. Allí se puso en marcha el movimiento #iorestoacasa#restiamoacasa (Yo me quedo en casa) para concienciar sobre la importancia de seguir los consejos, hasta que el propio Gobierno ha tenido que impedir los movimientos por decreto.
Desde Italia, un grupo de españolas ha iniciado un movimiento para concienciar a los españoles de no caer en los mismos errores en que cayeron ellos. Marina, española residente en Milán, fue la primera en subir un vídeo con el lema #yoelijosalvarvidas#yoelijoserresponsable. Ella recuerda que los italianos han seguido haciendo vida normal en la calle a pesar de las alertas y ahora la situación en los sistemas de salud es dramática. “Se empezaron a tomar medidas, se tardó un poco o fueron demasiado vagas, pero había muy poca conciencia social, mucha gente no le daba importancia”, explica a Vozpópuli. “Aquí ha habido gente muy irresponsable y es una de las mayores razones por las que estamos en esta situación”.
“Aquí ha habido gente muy irresponsable y es una de las mayores razones por las que estamos en esta situación”, advierten desde Italia
Este grupo de españolas en Italia comenzó a organizarse el lunes antes las noticias que llegaban de España y han seguido subiendo vídeos en redes sociales que se han sumado a otros que se han convertido en muy virales en redes como Whastapp. En España, el ministerio de Sanidad es sumó al movimiento #FrenarLaCurva con un vídeo del propio Fernando Simón explicando los mecanismos epidemiológicos de estas medidas, pero se sigue sin poner el acento en la necesidad de que las personas sin síntomas también se aíslen socialmente. Para ello, el Gobierno debe poner todas las facilidades y garantizar que las empresas lo faciliten.
En redes también ha comenzado el movimiento “Quédate En Tu Puta Casa”, en el que se expone un manifiesto sencillo con las medidas que debe tomar cada ciudadano. Y no solo en las zonas de contagio, como Madrid, sino en todas las provincias. La extensión de este tipo de medidas, explican los epidemiólogos a Vozpópuli, es clave para detener los efectos de la epidemia, con el inconveniente de que sus efectos solo se verán dentro de una semana. Ya vamos con el reloj en contra:
El Manifiesto de la Auto-Cuarentena
No te alarmes, pero mantente alerta.
Lávate las manos con frecuencia y pon en práctica buenos usos al estornudar y toser.
Intenta tocarte la cara lo menos posible, y evita la boca, la nariz y ojos.
Ejerce el distanciamiento social, no des besos y abrazos, no saludes dando la mano ni toques las manos de otros. Si es necesario, busca alternativas.
No vayas a conciertos, obras de teatro, eventos deportivos, o cualquier evento de entretenimiento masivos.
Evita visitar museos, exhibiciones, salas de cine, bares y centros nocturnos, y otros centros de entretenimiento.
No asistas a reuniones sociales y eventos, como juntas de clubs, servicios religiosos, y fiestas privadas.
Reduce tus viajes al mínimo. No viajes largas distancias a menos que sea absolutamente necesario.
No utilices transporte público a menos que sea absolutamente necesario.
Si puedes trabajar en casa, trabaja desde casa. Insiste a tu empleador que te permita trabajar de manera remota si es necesario.
Reemplaza interacciones sociales con alternativas remotas, como llamadas o video chats.
No salgas de casa a menos que sea absolutamente necesario.
Si difundes este mensaje, y te conciencias de que esto va en serio, tal vez estés ayudando a frenar el colapso sanitario y salvar muchas vidas.
Antonio Martínez Ron (Madrid, 1976) es periodista y divulgador científico. Trabaja como redactor jefe de Next, la sección de Ciencia de Vozpopuli.com, y es colaborador del programa Órbita Laika (TVE) y de medios como la revista Quo, Yahoo! y Onda Cero. También ha dirigido el documental “El mal del cerebro”, premio Boehringer 2013 al mejor trabajo de periodismo de Medicina. Desde 2003 recoge sus “asombros diarios” en Fogonazos.es. Twitter: @aberron
Un solo coronavirus puede generar 100.000 ‘hijos’ a partir de una sola célula humana
Equipos científicos avanzan en la comprensión del virus a nivel molecular, esencial para desarrollar vacunas
Por Artur Galochanuño Domínguez.
1. ¿Qué es un coronavirus?
Un coronavirus es una cadena de material genético (ARN) recubierto de una membrana de proteínas que la protegen y de la que sobresalen otras proteínas que le ayudan a unirse a las células humanas y entrar en ellas.
2. ¿Cómo infecta la célula humana?
El SARS-CoV-2 se une a las células humanas usando la proteína ACE2, situada en la superficie exterior de las mismas.El virus encaja su proteína S en la ACE2 como una llave en una puerta. Una vez dentro utiliza la maquinaria celular para producir entre 10.000 y 100.000 copias de sí mismo que se lanzan a infectar nuevas células.
3. ¿Cómo puede ser su vacuna?
Las vacunas y otros tratamientos intentan interferir en el proceso de infección. El objetivo es enseñar al sistema inmune a identificar al virus y destruirlo.
4. ¿Qué son las zoonosis?
Son enfermedades infecciosas transmitidas de animales a humanos. El 60% de las enfermedades infecciosas humanas tienen su origen en patógenos compartidos con animales salvajes y domésticos. Cada año este tipo de enfermedades infectan a unos 1.000 millones de personas y 2,7 millones de muertos.
Los virus son inquietantes porque no están vivos ni muertos. No están vivos porque no pueden reproducirse por sí mismos. No están muertos porque pueden entrar en nuestras células, secuestrar su maquinaria y replicarse. En eso son efectivos y sofisticados porque llevan millones de años desarrollando nuevas maneras de burlar a nuestro sistema inmune. Es una batalla que comenzó hace más de 3.500 millones de años con la aparición de las primeras formas de vida en la Tierra y que continúa ahora con la epidemia global de coronavirus.
Más del 60% de las enfermedades infecciosas en humanos vienen de patógenos compartidos con animales salvajes y domésticos. Cada año estas enfermedades infectan a unos 1.000 millones de personas y matan a 2,7 millones de ellas, la inmensa mayoría en países pobres. El coronavirus ha causado por ahora poco más que 3.300 defunciones. Un 0,1% del total.
La recombinación de los virus
La zoonósis, el paso del virus de los animales al ser humano, se puede dar después de un proceso de recombinación de diferentes virus.
En el caso de la gripe H1N1 de 2009 el paso se dio de aves a cerdos y de ahí al ser humano.
1. Un virus pasa de un animal salvaje a uno doméstico.
2. El ser humano también transmite sus virus a los animales domésticos.
3. Los dos virus contagian al animal doméstico, que contagia al ser humano.
Este ciclo se repite varias veces.
4. Tras varios ciclos de contagios, los virus se recombinan genéticamente y crean un virus totalmente nuevo.
5. El virus tiene la capacidad de transmitirse de humano a humano y se extiende entre nosotros.
Cuando se analiza este virus, en su ARN se identifican genes de animales salvajes,domésticos y humanos.
La evolución de una zoonósis
Algunos animales salvajes pueden ser reservorios de virus. Cuando estos patógenos saltan a animales domésticos o a humanos que no han desarrollado inmunidad pueden suceder epidemias si el virus tiene capacidad de transmisión.
La aparición de patógenos emergentes es cada vez más frecuente debido a las actividades humanas. Uno de los casos que mejor lo ilustra es la enfermedad desconocida de la que alertaron dos médicos —uno en Los Ángeles otro en Nueva York— el 5 de junio de 1981. Describían infecciones pulmonares y un cáncer agresivo que ya había matado a algunos de sus pacientes. Todos eran hombres jóvenes, sanos y homosexuales.
En aquel momento era imposible saber que todo había comenzado 60 años antes en un rincón de África —Kinsasa, en la entonces colonia belga de Congo— donde el virus de inmunodeficiencia de chimpancés había contagiado a un humano, convirtiéndose en el VIH.
El virus se expandió gracias a una tormenta perfecta amplificada por los humanos: un gran movimiento poblacional provocado por el colonialismo, transportado hacia la costa por el nuevo ferrocarril y acelerado por el tráfico de mujeres prostituidas —el VIH se transmite por vía sexual—. Después de los años sesenta, el virus salió de África hacia América y el resto del mundo para convertirse en una pandemia que ha infectado a 75 millones de personas y matado a 30 millones. Es asombroso que toda esta historia no se conociera hasta 2014, cuando se analizaron por primera vez secuencias genéticas de diferentes cepas virales de humanos y chimpancés de la zona de Congo. Cuanto más parecidas son dos cepas, más cercanas están en el tiempo y el espacio. Es lo mismo que ahora se está haciendo con el coronavirus.
Por ahora no se sabe qué animal originó el brote de SARS-CoV-2, pero todo apunta a que sucedió en China y que la especie en cuestión fue un murciélago. Los murciélagos son uno de los reservorios de virus más habituales, incluido el ébola, probablemente porque han desarrollado una inmunidad que les permite sobrevivir con cargas virales leves. Cuando estos patógenos saltan a otras especies, sus sistemas inmunes no saben luchar contra ellos y puede originarse una epidemia si el virus es evolutivamente apto para propagarse. Lo más parecido a la secuencia genética del nuevo SARS-CoV-2 es un virus de murciélago aislado en Yunnan (China) con el que comparte el 96% de su material genético.
El nuevo coronavirus y el SARS de 2003 —otro primo cercano con el que comparte más del 80% del genoma— usan la misma puerta de entrada: la proteína ACE2, que se forma en la superficie exterior de las células del pulmón y otros órganos y que siempre tiene que estar ahí, pues es esencial para mantener la presión sanguínea y evitar enfermedades cardiovasculares. Para el virus, la ACE2 es como una cerradura en la que introduce una llave: la proteína S. Cada tipo de coronavirus tiene una proteína S ligeramente diferente —es uno de los elementos que más mutaciones acumulan debido a su importancia para iniciar la infección— y conocerla en todo su detalle es esencial para poder desarrollar tratamientos.
El actual coronavirus es capaz de abrir cerraduras de células humanas y de muchos otros mamíferos, pero no de ratones o ratas, los animales más usados en investigación. Para sortear este problema hay que desarrollar ratones transgénicos que producen la versión humana de la ACE2. Uno de los primeros estudios realizados con estos animales, publicado por científicos chinos en Biorxiv, muestra que la virulencia del nuevo patógeno es “moderada”; menor que la del SARS de 2003. Esto puede explicar por qué el 80% de los infectados solo desarrolla síntomas leves, según la Organización Mundial de la Salud.
Cuando el virus entra en contacto con una célula humana empieza el proceso de infección.
El virus encaja sus proteínas S en los receptores ACE2 de la célula humana, como una llave en una cerradura.
El virus se acopla a la célula…
La célula entiende que el ARN del virus es propio y procede a usarlo como libro de instrucciones.
…e introduce en ella su ARN.
El ARN se encuentra con los ribosomas, que siguen sus instrucciones para fabricar proteínas virales.
Este ciclo se repite una y otra vez
La primera que crea es la replicasa,una proteína que se divide en 16 partes que forman un complejo de replicación y transcripción…
…que crea millones de copias iguales
del ARN viral…
…y ordena a la célula crear proteínas virales.
Todos estos componentes se ensamblan para crear nuevos virus completos (viriones).
Una vez creadas las réplicas del virus, salen de la célula y la destruyen. Comienzan a infectar otras células.
Cada virus puede llegar a crear de una sola vez entre 10.000 y 100.000 réplicas.
Una vez dentro de la primera célula humana, un coronavirus puede generar hasta 100.000 copias de sí mismo en menos de 24 horas, explica Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). Cada vez que sucede este proceso la célula invadida es destruida y esto es lo que puede producir la neumonía y el resto de síntomas de la enfermedad Covid-19.
Cada vez que un virus infecta a una célula nueva se pueden producir erratas —mutaciones— en el copiado de su secuencia genética, compuesta por 30.000 unidades —en comparación un genoma humano contiene 3.000 millones—. Existe el miedo de que en una de las millones de veces que el virus se multiplica gane una mutación que le dé una nueva capacidad, por ejemplo más letalidad. Pero eso no es lo que suele suceder, explica Ester Lázaro, experta en evolución de virus del Centro de Astrobiología, en Madrid. “Normalmente, los virus suelen cambiar a mejor. Para ellos no tiene sentido volverse muy letales, pues pierden la posibilidad de que la gente infectada siga haciendo vida más o menos normal, se mueva e infecte a más personas; por eso el proceso de evolución, que es un proceso ciego, suele favorecer que los virus se hagan cada vez menos virulentos”, detalla.
Las vacunas y antivirales que se están desarrollando se basan en interferir en el proceso molecular de infección, que sucede a escalas de diezmilmillonésimas de metro. Para entender la forma exacta de las proteínas virales y humanas se usan criomicroscopios electrónicos que congelan las muestras a casi 200 grados bajo cero. Esto permite obtener una imagen fija y detallada de las proteínas virales.
Una de las vacunas más avanzadas se basa en introducir un ARN mensajero que produce la proteína S del virus, pero no el resto del patógeno. Esto permite que el sistema inmune la identifique y la recuerde, de forma que si un virus real entra en el cuerpo, los anticuerpos se unen a esa proteína y comienzan el proceso para destruir al virus. Esta vacuna desarrollada por la empresa estadounidense Moderna en colaboración con los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE UU va a comenzar a probarse en voluntarios sanos en abril. Pero se trata solo de la primera de las tres fases de pruebas en humanos necesarias para aprobarla. Según el NIH, ninguna vacuna estará lista para usarse antes de un año, con lo que solo podrá usarse si el patógeno resurge el próximo invierno o si se convierte en una enfermedad estacional, como lo es la gripe.
Una posible vacuna
Una vacuna consiste en introducir en el cuerpo humano un agente que se asemeje al virus para que el cuerpo genere anticuerpos y sea capaz de defenderse de él.
Para la posible vacuna del coronavirus se pueden usar dos caminos utilizando información del propio virus SARS-CoV-2.
Se identifican los genes de virulencia (los que hacen enfermar) y se genera una copia del virus completo sin esos genes infecciosos.
Se crea un ARN mensajero que ordena a la célula producir la proteína S y se introduce en las células humanas.
Las células comienzan a generar proteínas S.
Cuando el cuerpo percibe el virus, genera anticuerpos para identificar y atacar a todas sus proteínas.
El sistema inmunológico envía anticuerpos para identificar y atacar a esas proteínas.
Así, cuando el virus real entre en el organismo, los anticuerpos y el resto del sistema inmune lo eliminan.
Así, cuando el virus real entre en el organismo, los anticuerpos identifican la proteínas S y destruyen el virus.
Desarrollada por la empresa estadounidense Moderna, va a comenzar a probarse en voluntarios sanos en abril. Pero, según el NIH, ninguna vacuna estará lista para usarse antes de un año.
Este equipo ya ha desarrollado este tipo de vacuna para el SARS y el MERS y han empezado el proceso para reconstruir sintéticamente el SARS-CoV-2.
El laboratorio de Sola y Luis Enjuanes en el CSIC trabaja en una vacuna más compleja. Su equipo ha desarrollado un método de transcripción reversa para generar réplicas del coronavirus sin necesidad de manejar el patógeno real. Su idea es ir estudiando uno a uno sus genes, identificar cuáles son los que originan virulencia y retirarlos, de forma que crean una vacuna parecida al virus original, pero incapaz causar enfermedad.
“En este caso la respuesta inmune es más completa y duradera. Aquí hemos desarrollado vacunas como estas para el SARS y el MERS. Ahora estamos en el proceso de reconstruir el nuevo coronavirus”, explica la investigadora. Aquí también hay por delante un largo trabajo científico.
El equipo de Sola es uno de los ocho en España que acaban de ganar financiación de urgencia de la Unión Europea para investigaciones sobre el virus y recibirán 2,4 millones de euros. En este caso el equipo de la investigadora desarrollará anticuerpos monoclonales contra el SARS-CoV-2 cuyo efecto sería unirse a la proteína S e impedir la infección. Otro proyecto coordinado en el Instituto Catalán de Nanociencia y Nanotecnología del CSIC desarrolla un método de diagnóstico en 30 minutos.