¿Y si empezamos a tratar el dinero como una herramienta?
Por Carl Richards.
El dinero está hecho para utilizarse, para estar en movimiento. Circula de nosotros a otras personas y después de vuelta a nosotros.
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Casi todo lo que nos enseñan sobre el dinero se enfoca en gastarlo y ahorrarlo. Padres, profesores e incluso los libros de finanzas personales hablan de ahorrar dinero para conservarlo, aumentarlo y controlarlo. Ahorrar dinero implica buscar maneras de generar más para crear un colchón más grande. Se nos enseña que esa es la gran meta.
En contraste, gastar dinero se describe como presupuestar o hacer recortes. Incluso nos dicen que deberíamos crear hábitos para que gastar sea algo doloroso, como destrozar tarjetas de crédito y llevar solo efectivo. No deberíamos sentirnos bien al gastar dinero.
Desde que tengo memoria, así es como he definido esos dos conceptos: ahorrar es bueno y gastar es malo.
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Pero en determinado momento hice un cambio sutil en mi forma de pensar. ¿Y si empezamos a tratar el dinero como una herramienta? Las herramientas deben usarse. No están hechas para guardarse en un estante y llenarse de polvo. En vez de pensar en términos de ahorrar y gastar dinero, comencé a pensar en usarlo.
Digamos que hemos decidido, por ejemplo, que es hora de viajar en familia. Ahorramos dinero y el viaje encaja perfectamente con nuestros planes. Cuando llegue la hora de utilizar ese dinero, no hay necesidad de sentirse culpable. En vez de eso, estamos usando una herramienta que nos ayuda a obtener algo que valoramos: tiempo con nuestra familia.
Este cambio de mentalidad es sutil, pero sí transforma nuestros sentimientos acerca de ahorrar y gastar. Ya no necesitamos pensar en términos como bueno y malo, positivo o negativo. Nos enfocamos en el resultado de nuestras acciones.
El dinero está hecho para utilizarse, para estar en movimiento. Circula de nosotros a otras personas y después de vuelta a nosotros. Incluso cuando ahorramos dinero, simplemente estamos almacenándolo para utilizarlo después. Si usamos dinero hoy, no estamos gastándolo ni desperdiciándolo. Estamos utilizando la mejor herramienta disponible para obtener resultados.
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Mi experiencia sugiere que este pequeño cambio transforma nuestra forma de sentir y hablar de los gastos. Desde luego, el cambio no nos da permiso de tirar por la borda el presupuesto ni de ignorar nuestros planes. Sin embargo, delimita claramente las emociones negativas que nos han enseñado a sentir en torno a gastar dinero.
No nos sentimos mal cuando utilizamos un martillo para clavar un clavo. No debemos sentirnos mal cuando utilizamos dinero para cumplir nuestros planes y metas.
Al momento de insertarse en el mundo de las finanzas, una de las primeras preguntas que surgen es “¿Qué tipo de inversores existen?”, a la que le sigue, lógicamente, la pregunta “¿Qué tipo de inversor soy?”.
Lo cierto es que no hay un sólo tipo de inversor, sino que, por lo general, se suelen dividir en tres categorías. El factor que distingue a los que pertenecen a una de los que pertenecen a las otras es el riesgo que estén dispuestos a tomar a la hora de invertir.
El tipo de inversor menos arriesgado es el que comúnmente se denomina “inversor conservador”. El que está dispuesto a tomar decisiones un poco más arriesgadas, es el llamado “inversor moderado”, mientras que el “inversor agresivo” es el que busca alternativas más riesgosas, en busca de obtener ganancias más elevadas.
¿Qué tipo de inversor sos?
La gran importancia de poder definir mi perfil radica en que será la brújula que me oriente a la hora de tomar mis decisiones de inversión. De este modo, estaré en condiciones de determinar cómo invertir según mi perfil de inversor.
El tipo menos arriesgado es el inversor conservador, que es aquel que busca hacer crecer su dinero del modo en que su capital se encuentre con el menor grado de compromiso posible.
Por eso es que los inversores de este tipo buscan activos financieros determinados o al menos instrumentos financieros que conlleven un nivel de riesgo menor para su dinero. Este tipo de productos suelen ser aquellos que le ofrecen una renta fija.
Otro tipo de inversiones de bajo riesgo son las acciones de aquellas multinacionales que son líderes en su rubro. Para sumar seguridad, un elemento más a considerar es el mercado del que se trate, ya que se recomiendan aquellos con cierta estabilidad.
Los inversores moderados, en cambio, son aquellos que están dispuestos a asumir un riesgo un poco mayor con su dinero. Por eso es que buscarán otras alternativas para hacer crecer su dinero, y utilizarán estrategias distintas en su accionar financiero.
Una de las técnicas más ampliamente utilizadas por los moderados es la de dividir el dinero 50% – 50% en dos tipos de operaciones. La primera mitad se destinará a inversiones de renta fija, y la otra mitad a las de renta variable.
Un punto de coincidencia entre los inversores conservadores y los moderados es que ambos persiguen un valor de rentabilidad sostenido, intentando conseguir algo de seguridad para su capital.
Los inversores agresivos son aquellos que se encuentran dispuestos a arriesgar su capital en una medida mayor que los dos primeros. Se trata de hombres y mujeres que, en la mayor parte de los casos, suelen contar con experiencia en inversiones.
Una conducta propia de este perfil es la de invertir un porcentaje alto, que puede llegar a ser del 80% de su capital, en renta variable.
Además, suelen apostar por compañías que no ofrecen tanta seguridad como las grandes multinacionales que eligen los inversores más cautos. Las compañías nuevas, con corta trayectoria como las startups, son las preferidas de este perfil.
Por supuesto que, estas empresas, tienen una mayor rentabilidad que las grandes compañías multinacionales en las que buscan seguridad los inversores conservadores. La contracara de la mayor rentabilidad, es la menor seguridad del capital.
De todos modos, antes de invertir, es conveniente conseguir un asesor financiero que ayude en la toma de decisiones, para hacer que estas sean lo más inteligentes posibles. Apps como Inviu no solo permiten hacer una gran variedad de inversiones en Argentina y en Estados Unidos, sino que también existe la posibilidad, en algunos casos, de contactarse con un asesor financiero que acompaña a determinados clientes a la hora de invertir.
El Plazo Fijo es una de las opciones más populares para invertir entre los argentinos. Se trata de una alternativa accesible, fácil y segura que vale la pena considerar para hacer crecer los ahorros.
Desde hace algunos años, el plazo fijo se ha convertido en una de las opciones de inversión más elegidas por los argentinos. Esto es porque es una alternativa segura no sólo para resguardar los ahorros de la inflación, sino también para hacerlos crecer.
Permiten además el ahorro en moneda extranjera, lo que resguarda el valor de los ahorros. Además, no es necesario contar con grandes cantidades de dinero para constituir un Plazo Fijo, sino que resultan ser opciones accesibles para la mayoría.
Hoy en día es posible constituir un plazo fijo a través de Internet, sin la necesidad de concurrir a un cajero automático o a la sucursal del banco. Se trata de una gestión ágil y sencilla que se puede realizar a través del home banking, y que no tarda más de unos pocos minutos.
Foto: Pixabay.
Es posible ingresar a las páginas web de las instituciones financieras para averiguar cuáles son las condiciones impuestas por los bancos, tales como la tasa de interés, o los montos mínimos y máximos establecidos, para poder encontrar la alternativa que resulte más conveniente en cada caso.
Simulador de Plazo Fijo
El simulador de plazo fijo es una herramienta ideal para quienes no cuentan con grandes conocimientos respecto del mundo financiero. Basta con ingresar unos pocos datos para poder conocer, con exactitud, el monto que se espera recibir al cabo del plazo seleccionado.
Por lo general, se puede encontrar en las páginas web de las instituciones financieras, y no es necesario ser cliente del banco para utilizarlo. Además, es posible realizar la cantidad de pruebas que se desee, cambiando los parámetros seleccionados.
Ingresando el monto y el plazo, el simulador plazo fijo devolverá la suma precisa de dinero que se obtendría luego de transcurrido el período de tiempo indicado. La plataforma, en estos casos, calcula la tasa de interés plazo fijo y realiza las cuentas de manera automática.
Foto: Pixabay.
Características del Plazo Fijo
Las condiciones establecidas por las instituciones financieras son diferentes en cada caso. Por lo general, el monto y el plazo mínimo y máximo, suelen estar definidos de antemano por cada banco.
De todos modos, los montos mínimos no suelen ser factores prohibitivos: en algunos bancos son de cien pesos en online banking, y de mil pesos en la sucursal. En otros, directamente es mil pesos el límite mínimo a través de todos los medios.
El plazo mínimo, por lo general es de 30 días, aunque puede variar. Lo mismo ocurre con el máximo, que suele ser de 365 días, aunque en algunos casos es diferente.
Foto: Pixabay.
En cuanto a la moneda, la mayor parte de los bancos permiten que sea en pesos o en dólares, siendo en esta segunda moneda, al igual que en pesos, el límite mínimo variable. En algunos bancos, como para tener una referencia, el límite más bajo es de mil dólares.
Respecto de los vencimientos, hay algunas cuestiones que es conveniente tener en cuenta antes de constituir el plazo fijo. En primer lugar, hay que saber que no se pueden cancelar los plazos antes del vencimiento, ya que esto puede realizarse únicamente en un tipo de plazo fijo distinto del tradicional, que es el llamado “plazo fijo precancelable UVA”, y puede anularse la operación a partir de los 31 días.
Del mismo modo, también puede mencionarse que el único plazo fijo que permite cobrar los intereses mensualmente es el Plazo Fijo Tradicional con pago periódico de intereses. En el resto de los casos, los intereses se cobran todos al vencimiento del mismo.
Fuente: Redacción. 2021
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IMPORTANTE: El inversor debe siempre requerir información de diversas fuentes independientes, a fin de formarse su propia y fundada opinión.