Cómo sobrevivir a un ataque cardíaco

abril 21, 2012 · Imprimir este artículo

Cómo sobrevivir a un ataque cardíaco

Por Melinda Beck

 

El consejo suena demasiado sencillo. La mejor forma de sobrevivir a un ataque cardíaco es:

1. Reconocer los síntomas.

2. Llamar al número de emergencias.

3. Masticar una aspirina mientras espera que los socorristas lleguen.

Sin embargo, cada año 133.000 estadounidenses mueren de ataque cardíaco y otros 300.000 mueren de un arresto cardíaco repentino, principalmente porque no recibieron ayuda a tiempo.

Aquellos que sufren un ataque cardíaco tienen mejores posibilidades cuando ingresan a un hospital en la hora en la que los síntomas aparecieron. Pero en promedio, los pacientes tardan en llegar entre dos y cuatro horas y algunos esperan días hasta que buscan asistencia médica. Las razones van desde la confusión pasando por la negación, hasta miedo de parecer como un tonto si después de todo no están teniendo una crisis de salud.

«Tenemos esta idea de no molestar a los médicos a menos que sea realmente necesario» dice Angelo Alonzo, un científico investigador en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Yale y director del estudio sobre el corazón de dicha institución, el cual está estudiando el por qué la gente que sufre un ataque al corazón no pide ayuda más rápido. Alonzo espera que 2.300 supervivientes completen su encuesta en la web. Además, piensa que las responsabilidades sociales también juegan un papel importante. «Si le pregunta a la gente que haría si tiene un dolor de pecho intenso, le dirán «llamaría al número de emergencias». Sin embargo, para la gente es muy difícil abandonar lo que están haciendo».

Los ataques de corazón ocurren cuando un bloqueo se forma en una de las arterias coronarias, privando a una parte del musculo cardíaco de riego sanguíneo. Los médicos pueden desbloquear la arteria con medicamentos y mediante un catéter, pero mientras más tiempo se tarda, más musculo muere. «El tiempo es musculo», dicen los cardiólogos. Incluso si el ataque cardíaco inicial no es fatal, un corazón dañado puede llevar a un fallo de congestión vascular. Esta es una de las razones por las cuales, 19% de hombres y 26% de mujeres, mueren en el lapso de un año después de haber tenido su primer ataque al corazón, según la American Heart Association.

El daño severo es suficientemente nocivo ya que puede interrumpir el ritmo cardíaco y llevarlo a un paro, situación en la cual el corazón deja de bombear sangre. En este punto, la victima solo tiene unos pocos minutos de vida si los testigos o los paramédicos no le reinician el corazón con un desfibrilador o con reanimación cardiopulmonar.

El paro cardíaco normalmente ocurre sin previo aviso. Solo un 7,6% de las personas que sufren uno fuera de un hospital viven lo suficiente para ser dados de alta, una tasa que no ha variado mucho en 30 anos, según un estudio de 2010 realizado por la Universidad de Michigan.

Reconozca los síntomas

En la mayoría de los ataques al corazón, las victimas tienen algún aviso pero los síntomas pueden ser confusos. El estereotipo hollywoodiense de ataque al corazón en el cual la víctima se aprieta el pecho en medio de una fuertes dolores, es solo uno de los posibles escenarios. La sensación en el pecho puede ser una simple presión, opresión o de alta tensión. La sensación se puede tener debajo del brazo izquierdo o en la mandíbula o en la espalda entre los omoplatos, particularmente en las mujeres. Un estudio mostro que 71% de las mujeres experimentan síntomas similares a los gripales y no tienen dolor alguno de pecho.

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Los hombres y las mujeres pueden padecer indigestión, nauseas, intensos sudores, falta de aliento con poco esfuerzo y una fatiga desmesurada.

«La gente a la que le está fallando el corazón normalmente se sienten muy cansados, así que se recuestan y se echan una siesta», dice Alonzo. «Eso no es una buena idea. Puede que no se despierten».

Alguna gente llama a su médico para discutir sus síntomas pero los expertos dicen que eso hace que se pierda más tiempo. Aunque solo tenga una lleve sospecha de que pueda estar padeciendo un ataque al corazón, busque ayuda tan pronto como sea posible.

Llame al número de emergencias

Cuando se deciden a ir a urgencias solo un 50% de las víctimas de un infarto de miocardio llaman al número de emergencias y llegan en ambulancia, según encuestas. En el estudio de la Universidad de Yale demuestra que hasta la fecha 41% de los encuestados dijeron que una persona los llevo en auto y 13% que condujeron ellos mismos.

Según Alonzo, algunos estaban preocupados por el costo de la ambulancia mientras que otros se sentían avergonzados de que los vecinos los vieran salir en camilla.

Sin embargo llamar al número de emergencias tiene ventajas importantes. Los paramédicos pueden usar un desfibrilador en caso de paro cardíaco. Algunos pueden empezar a administrar fluidos intravenosos y medicamentos. Pueden hacer electrocardiogramas para evaluar la extensión del daño cardíaco y notificarlo al hospital para que tengan los equipos preparados.

Tome una aspirina

Tiene sentido tomarse una aspirina, la cual previene que la sangre se coagule y puede ayudar a la arteria a abrirse parcialmente. Masticarla hará que la aspirina entre en el flujo sanguíneo más rápido que si se traga. La marca no importa siempre y cuando la píldora no esté recubierta. Tylenol, Advil y otros analgésicos cuyo componente principal no es la aspirina no tendrán el mismo efecto.

Si tiene un historial de enfermedad cardíaca o tiene un riesgo alto de padecer un ataque cardíaco tiene sentido el adquirir un desfibrilador casero, que cuesta US$1.200. «El ataque cardíaco es lo que le matara,» dice Douglas Zipes, otro antiguo presidente del American College of Cardiology. «Tenerlo en su propia casa es como tomar un seguro muy barato».

La rehabilitación adecuada

Desgraciadamente, los esfuerzos por sobrevivir a un ataque cardíaco no terminan cuando se llega al hospital rápido.

Los programas de rehabilitación cardíaca, que ofrecen planes de ejercicio y de dieta complementados con educación y grupos de apoyo, pueden ayudar a disminuir el riesgo. Muchos hospitales los ofrecen, pero están infrautilizados. En un estudio, solo 14% de los supervivientes de un paro cardíaco dados de alta optaron por el programa.
Fuente: The Wall Street Journal, 19/04/12.

 

Más información: https://www.economiapersonal.com.ar/2012/04/20/como-prevenir-un-ataque-cardiaco/

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