Corea del Sur apuesta a su gente

junio 14, 2015 · Imprimir este artículo

Corea del Sur apuesta a su capital humano

Por Jorge Castro.

En su acuerdo con China, Seúl busca crear una estructura económica que absorba su fuerza de trabajo hipercalificada.

Corea del Sur apuesta a su capital humano

China y Corea del Sur suscribieron el 1° de junio un acuerdo de libre comercio tras tres años de negociaciones. Es el tratado de mayor relevancia para la República Popular, y la contraparte es la 5ª exportadora del mundo, con un PBI que es el 12° en el ranking global (US$1,67 billones).

Corea del Sur banderaCorea del Sur creció 8% anual entre 1962 y 1998, y sus exportaciones aumentaron 15% por año. El nivel de ingreso per cápita era US$300/año en 1960 y trepó a US$33.200 en 2014. El ingreso per cápita, sumado al alza de la productividad, en relación a EE.UU. ha seguido el siguiente ciclo: era 9% del estadounidense en 1970 y alcanzó a 62% el año pasado.

Sólo Japón y China han crecido a una tasa tan alta durante un período tan prolongado en toda la historia del capitalismo como Corea del Sur. Fue el “Milagro del Río Han”.

Acumuló capital durante 30 años a través del incremento del capital y el trabajo. Contribuyeron con 4,3 puntos porcentuales al crecimiento del producto (7,6% anual) entre 1970 y 2000, con un aporte de la productividad de todos los factores (PTF) de 3,3 puntos porcentuales.

El alza del PBI se redujo a 4,3% anual entre 2000 y 2010, con un aporte de capital/trabajo de 1,7 puntos porcentuales, y una caída de la expansión potencial de largo plazo, que pasó de 4% por año entre 1970 y 2000 a 2,25% de 2015 a 2025.

El vuelco de China al capitalismo (1978) transformó a Corea del Sur –alza de las exportaciones mediante– en el más relevante de los “Pequeños Dragones de Asia” (Taiwán, Hong Kong, Singapur), y le otorgó una dimensión global a su estrategia de desarrollo industrial.

El capital humano y tecnológico (infraestructura y equipos high-tech) han sido variables independientes en la estrategia coreana de desarrollo. Por eso es que 62,8% de los trabajadores dispone de grado universitario o terciario entre 25 y 34 años de edad, y constituye la fuerza de trabajo más calificada del mundo, por encima de la israelí y la norteamericana. Así, 38% son graduados en ingeniería, matemáticas y tecnología, y 15% posee PhD en universidades de los Estados Unidos.

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La infraestructura tecnológica está a la altura del capital humano. Seúl, cubierto por wi-fi, es el segundo centro de alta tecnología del mundo, después de Silicon Valley; y todas las grandes empresas high-tech han trasladado allí sus laboratorios (Google en primer lugar). De ahí que 82,7% de la población utiliza Internet, y 78,5% lo hace con smartphones, porcentaje que se convierte en virtual unanimidad (97,7%) en los jóvenes de 18 a 24 años. Los 51,3 millones de habitantes tendrán acceso a banda ancha 5G en 2020, un sistema 1000 veces más rápido que el vigente en EE.UU. (100 megabytes/segundo).

Corea del Sur es el país más densamente interconectado del sistema global, con epicentro en Seúl (10 millones de habitantes), situada a 30 km de la frontera con NorCorea, fijada por el armisticio de 1953. Volcado sobre el Paralelo 38° se haya desplegado un ejército norcoreano de 1,5 millones de combatientes, dotados de 60.000 cañones de 155 mm y misiles de alta penetración.

Más de 30% de los graduados universitarios no ocupan puestos de trabajo. Son desocupados sobrecalificados. La oferta de capital humano está por encima de la demanda. De ahí que el objetivo del acuerdo con China sea crear, a través del aumento de las exportaciones de alta tecnología y de inversiones high-tech en la República Popular, una estructura económica capaz de absorber el excedente en capital humano, la sobreinversión realizada. Se trata de repetir un nuevo “Milagro del Río Han”, multiplicado por las posibilidades de la época.

Fuente: Clarín, 14/06/15.

 

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