El primer fondo que cotiza en bolsa de Estados Unidos que les dio a los inversionistas la oportunidad de apostar a las fluctuaciones en el precio del oro fue el producto financiero de crecimiento más explosivo de su tipo cuando fue lanzado hace 10 años.

Hoy, SPDR Gold Trust,  más conocido por su símbolo GLD, es el que se achica con mayor velocidad.

Su trayectoria refleja el atractivo del metal dorado como inversión. Los activos de GLD se expandieron notablemente tras la crisis financiera de 2008, cuando los inversionistas buscaban un refugio e impulsaron la cotización del oro a máximos en 2011.

GLD, no obstante, conmemoró el martes su décimo aniversario con unos US$27.000 millones en oro en posesión, un descenso de US$50.000 millones frente al máximo de agosto de 2011. El precio alcanzaba US$1,191 la onza el miércoles tras el cierre de los mercados, cerca de sus mínimos de los últimos cuatro años.

“La gente realmente pensó que estaba realizando una asignación permanente (en el oro) y ahora quieren abandonarlo de forma permanente”, dijo Michael Shaoul, presidente de Marketfield Asset Management, que gestiona US$14.480 millones.

En los 10 años transcurridos desde el lanzamiento del fondo muchos se han preguntado si es mejor comprar oro que acciones estadounidenses. La respuesta depende del periodo elegido para comprar y si se vendió.

Los precios del oro cayeron 28% el año pasado, mientras que el índice bursátil S&P 500 acumuló un retorno de 32% incluyendo el reparto de dividendos, según la proveedora de datos Morningstar. El oro suma un descenso en torno a 1,7% este año y el S&P 500 ha subido alrededor de 12%.

No obstante, los inversionistas que compraron acciones del fondo a fines de noviembre de 2004, es decir cuando se lanzó, han tenido un mejor desempeño que quienes optaron por las acciones. GLD ha acumulado un alza de 157% en ese lapso, por encima del incremento de 113%, incluyendo dividendos, del S&P 500, según Morningstar.

Las acciones de GLD compradas después de octubre de 2007 han tenido un mejor desempeño que el retorno total del S&P 500 si hubiesen sido adquiridas al mismo tiempo y no hubiesen sido vendidas, según los cálculos de Morningstar que incluyen información hasta fines de octubre. No obstante, los inversionistas que compraron acciones de GLD después de esta fecha tuvieron una inversión menos rentable que las acciones, siempre y cuando no se hayan desprendido de sus posiciones.

De todos modos, muchos inversionistas y analistas sostienen que el fondo ha transformó el metal precioso desde una alternativa marginal para quienes veían calamidades e inflación a la vuelta de la esquina a una inversión principal.

El mercado del oro estaba cerca de un mínimo histórico cuando SPDR Gold fue lanzado en 2004. Los bancos centrales vendían sus activos y algunos cuestionaban el papel del metal precioso en el sistema financiero cuatro décadas después de que las principales economías del mundo dejaran de usar el oro para respaldar sus monedas. Reglas misteriosas y tarifas altas para almacenar y operar el oro físico mantuvieron alejados a muchos inversionistas individuales e institucionales.

oro-19-bajaEl Consejo Mundial del Oro, un grupo financiado por empresas mineras, intentaba reactivar la demanda al facilitar la compra y venta del metal físico y crearon un fondo que cotiza en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés), un producto de inversión relativamente desconocido en aquel momento. Los ETF venden acciones y usan los ingresos para comprar otro activo, como oro o acciones.

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GLD debutó en el mercado el 18 de noviembre de 2004 bajo la marca streetTRACKS, que luego fue rebautizada SPDR. Por el precio de una acción —unos US$44 en ese momento y US$114 hoy— los inversionistas pueden comprar participaciones de lingotes de oro almacenados en las bóvedas del banco británico HSBC  PLC en Londres.

Antes, muchos inversionistas debían comprar monedas de oro —a menudo a un precio mucho mayor— o reservar grandes cantidades de efectivo para apostar a los precios en el mercado de futuros.

Los compradores inyectaron más de US$1.000 millones al fondo en sus tres primeros días de operación, cifra que sigue siendo récord para el debut de un ETF. La popularidad del fondo fue reforzada por la crisis de 2008. Grandes cantidades de inversionistas buscaron un refugio ante la caída libre de las acciones o como un lugar para guardar efectivo y capear la recesión global. Luego de la crisis, la puesta en marcha de medidas de estímulo sin precedente por parte de los bancos centrales del mundo despertaron los temores de un alza de la inflación, lo cual incrementó el atractivo del metal.

Los precios del oro se cuadruplicaron en los primeros siete años de existencia del fondo. En diciembre de 2012, GLD tenía 1.353 toneladas de oro, siendo solamente superado por los gobiernos de Estados Unidos, Alemania, Italia y Francia. Hoy, el fondo posee 720 toneladas de oro.

“Volvimos a convertir al oro en un tema corriente porque todos podían comprar y vender”, dijo Stuart Thomas, quien ayudó a diseñar el fondo como director ejecutivo de World Gold Trust Services.

La perspectiva de un aumento de las tasas de interés en EE.UU. y el Reino Unido, junto con la recuperación de la economía mundial tras la crisis de 2008, han opacado el atractivo del oro. Hoy, el mayor EFT, el SPDR S&P 500, tiene activos por unos US$198.000 millones, más de siete veces lo que posee GLD.

“El oro se disparó porque aumentó el temor y comenzó a tener problemas cuando la confianza comenzó a repuntar”, afirma Jim Paulsen, director general de inversión de Wells Capital Management.

Algunos analistas sostienen que GLD ha creado una fuente permanente de demanda de oro que, de otra manera, no existiría, sumándole hasta US$200 por onza al precio del metal. Los inversionistas representan más de 30% de la demanda global de oro, comparado con 11% antes del lanzamiento de GLD.

Sin embargo, los días en que los inversionistas volcaban miles de millones de dólares al fondo y los precios batían una marca después de otra podrían haber quedado atrás.

“Ahora se parece más a cualquier otra clase de activo relacionado con los fundamentos de la oferta y la demanda y si son lo suficientemente atractivos para que los inversionistas quieran tener exposición (a ellos)”, aseveró Suki Cooker, analista de metales preciosos de Barclays.

Fuente: The Wall Street Journal, 20/11/14.

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