¿Qué hizo el presidente ejecutivo durante sus vacaciones de verano? Muy probablemente, trabajó.

arroba 01Muchos en la cúpula gerencial dicen que no pueden darse el lujo de desconectarse por completo de sus labores ni siquiera por un corto periodo de tiempo. Algunos están demasiado comprometidos con su trabajo como para dejarles la administración de la empresa a sus lugartenientes mientras ellos se ausentan, señalan consultores de liderazgo.

A otros ni se les cruza por la cabeza posponer grandes proyectos o dejar de reunirse con clientes o inversionistas importantes. Aunque algunos cuantos presidentes ejecutivos aprecian los efectos renovadores de alejarse de la oficina por unos días, muchos cancelarían cualquier vacación antes de dar la impresión de no estar conectados.

Para aquellos que son «adictos a estar de cuerpo presente», la idea de tomar unas vacaciones puede generarles más ansiedad que alivio, dice Judith E. Glaser, presidenta ejecutiva de la firma de capacitación Benchmark Communicactions Inc.

Estos ejecutivos temen perder poder e influencia si no están disponibles para reuniones y tomar decisiones, explica. Glaser recuerda un ejecutivo del sector bancario que programaba su horario para que se tomaran decisiones importantes sólo cuando él pudiera estar presente.

En diciembre del año pasado, April Todd-Malmov, jefa del mercado de seguro de salud del estado de Minnesota, en Estados Unidos, renunció luego de ser criticada por irse de viaje a Costa Rica por dos semanas. Su personal había manifestado que estaba preparado para cubrir su ausencia, pero sus detractores políticos dijeron que fue irresponsable ausentarse cuando había problemas con el sitio web de la entidad.

Algunos empleos son simplemente demasiado importantes como para hacer una pausa.

Este mes, el presidente de EE.UU., Barack Obama, viajó a Martha’s Vineyard a descansar después de ordenar ataques aéreos en Irak, pero tuvo que volver a la Casa Blanca por dos días en medio de sus vacaciones familiares de dos semanas para asistir a reuniones.

El mes pasado, cuando el operador celular estadounidense Sprint Corp.  intentaba adquirir su rival T-Mobile US Inc.,  las conversaciones se enfriaron mientras el presidente ejecutivo de la casa matriz de T-Mobile, la alemana Deutsche Telekom AG  , pasaba vacaciones en Costa Rica, según fuentes al tanto. Por razones no relacionadas, Sprint luego abandonó su intención de compra.

Un reciente sondeo de la firma de contratación Korn/Ferry International  encontró que sólo 3% de más de 250 ejecutivos de distintos sectores estaba dispuesto a desconectarse por completo durante sus vacaciones. Una encuesta de este año realizada a 571 ejecutivos por BlueSteps.com, un servicio en línea de manejo de carreras de la Asociación de Consultores de Búsqueda de Ejecutivos, produjo un resultado similar.

Lectura recomendada:  Descansar no es una opción, es una necesidad

Para Richard Torrenzano, presidente ejecutivo de la consultora de comunicaciones durante crisis Torrenzano Group, es esencial estar disponible cuando sus clientes lo necesitan.

Por ello acondicionó su bote de 18 metros de largo con una antena especial para asegurarse de que estaría conectado con su sede central en Nueva York durante sus frecuentes viajes en velero. Su firma de 50 empleados, con oficinas en seis ciudades, ha asesorado a empresas como la aseguradora MetLife Inc.  y la firma financiera Morgan Stanley.  

Muchos jefes prefieren renunciar por completo a sus vacaciones. Según el sondeo de Korn/Ferry, 84% de los ejecutivos ha cancelado un viaje debido a razones laborales.

«Algunas veces, cuando uno planea vacaciones, no sabe exactamente en qué situación estará su empresa», dice Jane Park, presidenta ejecutiva de la compañía de productos de belleza Julep Beauty Inc.

Park tuvo que interrumpir unas vacaciones en Canadá en febrero para asistir a una reunión crucial con inversionistas en Seattle. La ejecutiva confiesa además que durante un viaje a las montañas en agosto del año pasado, se fue a escondidas a su auto para revisar el e-mail debido a lo que describió como «una necesidad desesperada de saber exactamente qué estaba pasando» en la oficina.

Los líderes y su personal pueden sacar provecho de periodos de descanso, señala Jennifer Deal, una investigadora del Centro para el Liderazgo Creativo, que ha examinado la forma en la que ejecutivos lidian con el tiempo que pasan fuera de la oficina. Deal señala que desconectarse puede permitirles a los empleados ser más creativos y estratégicos y a pensar a largo plazo. Sin un descanso, «es difícil ver más allá de la tormenta inmediata», dice.

David Haffner, presidente ejecutivo del fabricante diversificado Leggett & Platt Inc. desde 2006, asegura que unos días fuera del trabajo afina su toma de decisiones y conserva la «batería interna» de un obsesionado de los detalles como él. Haffner, de 61 años, hace viajes de pesca con amigos cada año a lugares remotos de Alaska, Canadá y el Caribe. Dice que durante esas excursiones suele apagar el celular pero deja un número de teléfono de emergencia a su esposa y asistente.

Fuente: The Wall Street Journal, 22/08/14.
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