Nueve consejos para disfrutar más de sus vacaciones

mayo 25, 2015

Nueve consejos para disfrutar más de sus vacaciones

Sus vacaciones de verano podrían costarle un dineral. Sin embargo, buena parte de la diversión ocurre ahora, antes de gastar el dinero.

Esa es una de las observaciones de las investigaciones académicas sobre el dinero y la felicidad. Gracias a esas investigaciones, tenemos una buena idea de cómo exprimirles más placer a los dólares que gastamos. ¿Quiere tener unas estupendas vacaciones? Pruebe estas nueve estrategias.

1. Comience a soñar. Un estudio de investigadores holandeses publicado en 2010 descubrió que las vacaciones incrementaban la felicidad. No obstante, el mayor impulso ocurría antes de que empezara el viaje.

“La mejor parte de las vacaciones es planearlas”, anota David Schkade, profesor de gestión en la Universidad de California en San Diego. “Uno contempla las posibilidades”.

Conforme reflexiona sobre lo que hará en las próximas vacaciones largas, se puede imaginar todos los lugares que podría visitar y todas las cosas que podría hacer y así, en efecto, disfrutar una gama de vacaciones distintas. Un consejo: No se lleve a su cónyuge en un viaje sorpresa. Quizás usted disfrute meses de anticipación, pero su pareja no los gozará.

vacaciones 012. Tome dos, o incluso tres. “Quizás tenga sentido tomarse tres vacaciones más pequeñas en lugar de una grande”, dice Sonja Lyubomirsky, autora de “The How of Happiness” (algo así como El cómo de la felicidad) y profesora de psicología de la Universidad de California en Riverside. “De esta manera, tiene tres períodos de anticipación”.

Las vacaciones no son baratas: el año pasado, los estadounidenses anticipaban gastar US$1.246 por persona, según una encuesta de American Express. AXP +0.61% ¿No está seguro de si le alcanza para tomarse múltiples vacaciones? Podría encontrar el dinero recortando otros gastos, especialmente en posesiones materiales.

Las investigaciones nos dicen que obtenemos mayor felicidad de experiencias que de cosas. Un motivo es que nos acostumbramos rápidamente a una casa más grande y a un mejor auto, por lo tanto nuestra felicidad inicial disminuye rápidamente. En cambio, recordamos las experiencias —como vacaciones— con mayor cariño con el tiempo, a medida que nos olvidamos de los problemas que experimentamos y los puntos positivos figuran con mayor prominencia en nuestra memoria.

3. Dé un poco. Las investigaciones señalan que nos sentimos más contentos si participamos en actos de bondad. Uno puede incorporar esta idea a sus planes de vacaciones uniéndose, por ejemplo, a una organización que construye viviendas en otra parte de su país o incluso en otra parte del mundo.

4. No vaya solo. El tiempo con amigos y familiares es un enorme aportador a la felicidad. ¿Quiere que sus vacaciones sean especiales? Quizás podría invitar a sus hijos adultos o hacer gestiones para ver a viejos amigos en sus viajes.

“El aspecto social es una parte sorpresivamente grande de por qué las experiencias son mejores”, dice Schkade. “Si está en un viaje de negocios y tiene un día para salir como turista, intente pasar tiempo con otra persona o únase a un grupo turístico”.

5. Saboree el momento. Uno puede aumentar la felicidad durante sus vacaciones si se detiene ocasionalmente a “oler las rosas”, aconseja Lyubomirsky. Eso podría implicar hacer una pausa durante su caminata por la sierra o su paseo por París, y valorar lo afortunado que es de estar allí.

6. Trabaje un poco. Debido a los smartphones y las laptops, es difícil escapar del trabajo por completo. Sin embargo, eso no es necesariamente algo malo, siempre y cuando lo separe. Por ejemplo, podría reservar 30 minutos al día para revisar e-mails urgentes de la oficina. Eso le dará un mayor sentido de control, y el tiempo fuera le podría ayudar a valorar más cuando apague su computadora y regrese a sus vacaciones.

7. Tome selfies. Más tarde, puede usar esas fotos para recordar los buenos momentos que pasó y extraer mayor placer del dinero que gastó.

“La gente toma muchas fotos del sitio, pero menos de ellos mismos allí”, dice Schkade. “Ese es un error. Esto hace que sea más difícil acordarse de uno mismo allí”.

8. Prepárese para el regreso. El estudio holandés antes mencionado halló que los buenos sentimientos de las vacaciones se evaporan rápidamente, probablemente porque las personas regresaron de inmediato al estrés de su trabajo.

¿Qué hacer? “Hay dos cosas que podrían funcionar”, me dijo en un e-mail Jeroen Nawijn, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Breda NHTV en Holanda. “Una es no reanudar el trabajo inmediatamente después de regresar a casa”, para reducir el estrés de desempacar, lavar la ropa, etc. “La otra es intentar evocar recuerdos del viaje al ver fotos, souvenires (y) publicar cosas en las redes sociales”.

9. Comparta con los demás. ¿No está seguro de si quiere irse de viaje con sus amigos? De todas formas puede compartir sus vacaciones con ellos al invitarlos a cenar cuando regrese. Esto le dará la oportunidad de sacar las fotos de nuevo, entretenerlos con sus anécdotas y obtener un poco más de felicidad de sus dólares gastados en las vacaciones.

Fuente: The Wall Street Journal, 19/05/15.

 

 

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El e-mail en vacaciones

agosto 23, 2014

Las vacaciones del jefe, con correo electrónico

¿Qué hizo el presidente ejecutivo durante sus vacaciones de verano? Muy probablemente, trabajó.

arroba 01Muchos en la cúpula gerencial dicen que no pueden darse el lujo de desconectarse por completo de sus labores ni siquiera por un corto periodo de tiempo. Algunos están demasiado comprometidos con su trabajo como para dejarles la administración de la empresa a sus lugartenientes mientras ellos se ausentan, señalan consultores de liderazgo.

A otros ni se les cruza por la cabeza posponer grandes proyectos o dejar de reunirse con clientes o inversionistas importantes. Aunque algunos cuantos presidentes ejecutivos aprecian los efectos renovadores de alejarse de la oficina por unos días, muchos cancelarían cualquier vacación antes de dar la impresión de no estar conectados.

Para aquellos que son «adictos a estar de cuerpo presente», la idea de tomar unas vacaciones puede generarles más ansiedad que alivio, dice Judith E. Glaser, presidenta ejecutiva de la firma de capacitación Benchmark Communicactions Inc.

Estos ejecutivos temen perder poder e influencia si no están disponibles para reuniones y tomar decisiones, explica. Glaser recuerda un ejecutivo del sector bancario que programaba su horario para que se tomaran decisiones importantes sólo cuando él pudiera estar presente.

En diciembre del año pasado, April Todd-Malmov, jefa del mercado de seguro de salud del estado de Minnesota, en Estados Unidos, renunció luego de ser criticada por irse de viaje a Costa Rica por dos semanas. Su personal había manifestado que estaba preparado para cubrir su ausencia, pero sus detractores políticos dijeron que fue irresponsable ausentarse cuando había problemas con el sitio web de la entidad.

Algunos empleos son simplemente demasiado importantes como para hacer una pausa.

Este mes, el presidente de EE.UU., Barack Obama, viajó a Martha’s Vineyard a descansar después de ordenar ataques aéreos en Irak, pero tuvo que volver a la Casa Blanca por dos días en medio de sus vacaciones familiares de dos semanas para asistir a reuniones.

El mes pasado, cuando el operador celular estadounidense Sprint Corp.  intentaba adquirir su rival T-Mobile US Inc.,  las conversaciones se enfriaron mientras el presidente ejecutivo de la casa matriz de T-Mobile, la alemana Deutsche Telekom AG  , pasaba vacaciones en Costa Rica, según fuentes al tanto. Por razones no relacionadas, Sprint luego abandonó su intención de compra.

Un reciente sondeo de la firma de contratación Korn/Ferry International  encontró que sólo 3% de más de 250 ejecutivos de distintos sectores estaba dispuesto a desconectarse por completo durante sus vacaciones. Una encuesta de este año realizada a 571 ejecutivos por BlueSteps.com, un servicio en línea de manejo de carreras de la Asociación de Consultores de Búsqueda de Ejecutivos, produjo un resultado similar.

Para Richard Torrenzano, presidente ejecutivo de la consultora de comunicaciones durante crisis Torrenzano Group, es esencial estar disponible cuando sus clientes lo necesitan.

Por ello acondicionó su bote de 18 metros de largo con una antena especial para asegurarse de que estaría conectado con su sede central en Nueva York durante sus frecuentes viajes en velero. Su firma de 50 empleados, con oficinas en seis ciudades, ha asesorado a empresas como la aseguradora MetLife Inc.  y la firma financiera Morgan Stanley.  

Muchos jefes prefieren renunciar por completo a sus vacaciones. Según el sondeo de Korn/Ferry, 84% de los ejecutivos ha cancelado un viaje debido a razones laborales.

«Algunas veces, cuando uno planea vacaciones, no sabe exactamente en qué situación estará su empresa», dice Jane Park, presidenta ejecutiva de la compañía de productos de belleza Julep Beauty Inc.

Park tuvo que interrumpir unas vacaciones en Canadá en febrero para asistir a una reunión crucial con inversionistas en Seattle. La ejecutiva confiesa además que durante un viaje a las montañas en agosto del año pasado, se fue a escondidas a su auto para revisar el e-mail debido a lo que describió como «una necesidad desesperada de saber exactamente qué estaba pasando» en la oficina.

Los líderes y su personal pueden sacar provecho de periodos de descanso, señala Jennifer Deal, una investigadora del Centro para el Liderazgo Creativo, que ha examinado la forma en la que ejecutivos lidian con el tiempo que pasan fuera de la oficina. Deal señala que desconectarse puede permitirles a los empleados ser más creativos y estratégicos y a pensar a largo plazo. Sin un descanso, «es difícil ver más allá de la tormenta inmediata», dice.

David Haffner, presidente ejecutivo del fabricante diversificado Leggett & Platt Inc. desde 2006, asegura que unos días fuera del trabajo afina su toma de decisiones y conserva la «batería interna» de un obsesionado de los detalles como él. Haffner, de 61 años, hace viajes de pesca con amigos cada año a lugares remotos de Alaska, Canadá y el Caribe. Dice que durante esas excursiones suele apagar el celular pero deja un número de teléfono de emergencia a su esposa y asistente.

Fuente: The Wall Street Journal, 22/08/14.
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Descansar no es una opción, es una necesidad

junio 3, 2014

Descansar no es una opción, es una necesidad

Por Sarah E. Needleman

El mes pasado, Brandy Greygor hizo algo impensable para una emprendedora que recién comienza con su negocio: se tomó unas vacaciones de una semana.

«Lo necesitaba porque estaba agotada», dice Greygor, una madre de 35 años con dos niños que también trabaja medio tiempo para una empresa de consultoría desde su casa en Kentucky.

Pero no fue fácil separarse del negocio de venta minorista de accesorios que lanzó hace casi un año para complementar sus ingresos, Sassy Mama Boutique. «Mi preocupación era que recibiría pedidos cuando estaba de vacaciones y no iba a poder satisfacerlos», explica.

Ya sea quedándose en casa o viajando, tomarse un descanso cuando está creando un negocio es clave, dicen los expertos. Los emprendedores tienden a trabajar intensas y largas horas al comienzo y pueden fácilmente terminar agotados. Además, desviarse de una rutina normal es una oportunidad para pensar respecto a un negocio desde un nuevo punto de vista, lo que puede ser útil para decidir en qué dirección llevarlo.

«Hay que tomarse algo de tiempo libre», dice Mark Green, un consultor de pequeñas empresas en Oregón. «De otra forma, uno está simplemente yendo de una tarea a otra sin despejar la mente», opina.

Pocos meses después de inaugurar en 2009 YourLittleFilm.com, un negocio de edición de videos, Logan Hale se tomó tres días de vacaciones. Se quedó en un terreno de camping cerca de su casa de Los Ángeles y pasó el tiempo caminando, meditando y comiendo en una pequeña cafetería. El siguiente verano, hizo lo mismo y volverá a hacerlo este año.

Cada escapada, dice Hale, de 34 años, le permite volver renovado y con una estrategia clara en su mente para llevar su compañía al siguiente nivel. Por ejemplo, dedicó la primera pausa que se tomó a analizar maneras de ejecutar su plan de negocios, que hasta ese momento era simplemente una idea en etapa de prueba. Al año siguiente, se concentró en expandir el mercado que estaba compuesto por familias para incluir a clientes corporativos. Y en su próximo descanso planea analizar cómo hacer crecer su negocio para que sea algo más que un emprendimiento de una sola persona.

«Cuando estoy trabajando y mi cabeza está hundida en la laptop día tras día, siento que estoy constantemente mirando árboles y nunca viendo el bosque», cuenta Hale, un ex organizador de eventos independiente que sufrió con la recesión. Pero una vez que está solo y fuera de su casa puede «obtener esa perspectiva», explica.

Para algunos emprendedores, una manera simple de descansar es tomar un poco de tiempo libre cuando hacen viajes de negocios. Eso es lo que hace Walt Ribeiro, cuando va a conferencias y exposiciones por su trabajo en su empresa de Nueva York, que vende partituras para orquestas y grabaciones de canciones populares a las que les hace arreglos.

Durante un reciente viaje a Mineápolis, Ribeiro cenó en un famoso restaurante y recorrió el sistema de puentes peatonales interconectados que tiene la ciudad. El emprendedor, de 27 años, lanzó su negocio en 2009, previendo que iba a ser despedido de una compañía dedicada a organizar premiaciones, lo que ocurrió un mes después. Dice que todavía no puede costear unas vacaciones tradicionales y que encontraría muy difícil volver a trabajar en su nueva empresa luego de desconectarse por más de unos pocos días.

Otra forma de mantener las cosas en orden en una nueva empresa durante las vacaciones es aprovechar la tecnología moderna. Con los teléfonos inteligentes y otros aparatos móviles que se conectan a Internet, usted puede revisar su correo electrónico, actualizarse en las redes sociales y realizar otras tareas desde donde lo necesite.

Mientras tanto, tenga presente que las vacaciones pueden incluso presentar oportunidades para hacer contactos, dice Andy Birol, un consultor de pequeñas empresas en Pittsburgh. «Usted está rodeado de personas que no tienen su cabeza hundida en su trabajo y que están igualmente abiertas a nuevos estímulos», señala. «He cerrado negocios en un jacuzzi en Bermuda y he conocido clientes en un tren que me llevaba al glaciar Joseph, en Nueva Zelanda».

Greygor, la minorista de accesorios, colocó una nota en su página de Internet explicando que todos los pedidos serían enviados el día que regresara. La pequeña empresaria justo recibió más pedidos la semana que estuvo de vacaciones que antes. Los envió en cuanto volvió y ni un solo cliente se quejó por la demora.

«Después de todo… el mundo no se termina cuando uno se va de vacaciones», dice.
Fuente: The Wall Street Journal, 2011.