Trabajadores de salud llevan a cabo un simulacro preventivo en Monrovia. TK

Los estragos económicos causados por el ébola en África están empezando a salir a la superficie.

Desde el cobre congolés que atraviesa la frontera Botswana hasta los autos usados conducidos a Nigeria, el flujo de bienes que cruzan muchas fronteras africanas se está congelando a raíz de temores de que los comerciantes podrían llevar o contraer el mortal virus. La desaceleración del comercio ocurre en adición a un descenso en el turismo y la suspensión de vuelos comerciales a ciudades de África occidental al igual que Nairobi, un centro aéreo del continente.

El resultado es que una economía continental en aceleración se ha ha topado con un obstáculo enorme. El Fondo Monetario Internacional proyectó que África subsahariana crecería 5,4% este año, pero ahora advierte que el ébola golpeará fuertemente las tasas de crecimiento en los países directamente perjudicados.

El brote de ébola comenzó en Guinea hace ocho meses y que desde entonces se ha propagado a Sierra Leona, Liberia y Nigeria. Otro brote independiente de ébola ha surgido en la República Democrática del Congo.

La Organización Mundial de la Salud advirtió que la epidemia probablemente se intensificará y más de 20.000 personas podrían contagiarse. Ya han muerto al menos 1.900 personas.

ebola peligroEl impacto económico del ébola se ha vuelto tan severo que el FMI está advirtiendo que los países afectados podrían necesitar ayuda de emergencia. Guinea, Liberia y Sierra Leona han abierto agujeros en sus finanzas para intentar frenar la epidemia, y un bajón dramático en el comercio, concretamente en el de madera y hule, empeorará esos problemas.

«Lo que ya está claro en esta etapa es que el crecimiento probablemente se ralentizará marcadamente», apuntó Gerry Rice, un vocero del fondo.

El Banco Mundial y el FMI señalaron antes en este mes que la epidemia recortaría todo un punto porcentual de la tasa de crecimiento de Guinea, reduciéndola a 3,5%.

La economía de Sierra Leona tenía presupuestado crecer este año a un ritmo de 13,9%, mientras que Liberia crecería un 5,9%, predijo el FMI a principios del año. Aunque el fondo aún no ha especificado cómo cree que el brote afectará esas tasas de crecimiento, se prevé que el impacto será significativo, retrasando a economías frágiles que empezaban a presentar convincentes expansiones económicas.

La institución con sede en Washington ya está financiando programas de ayuda para los tres países de África occidental afectados por el virus. Sierra Leona se beneficia de un programa de unos US$96 millones del FMI, mientras que Guinea obtendrá un crédito de US$200 millones y Liberia uno de US$80 millones. Las reglas del FMI le permiten aumentar o extender ese tipo de préstamos.

La agricultura representa un 40% de la producción económica en Liberia y en Sierra Leona, y un cuarto en Guinea, y el sector ha sido bastante afectado por la epidemia, a medida que los agricultores se ven obligados a abandonar los campos y no pueden transportar productos por las fronteras ya que muchas han cerrado, según Manji Cheto, vicepresidente de la consultora Teneo Intelligence con sede en Nueva York. Lo que podría ser peor es la pérdida de empleos y por tanto ingresos vitales, en el sector: en Sierra Leona, por ejemplo, 70% de la fuerza laboral es empleada por el sector agrícola.

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Nigeria, que este año superó a Sudáfrica como la mayor economía del continente, se encuentra mejor posicionada para absorber el impacto de la epidemia del ébola, que en este momento parece limitada a dos ciudades, Lagos y Port Harcourt.

Aun así, el ébola está amilanando a aquellos que contribuyen a impulsar el comercio con Nigeria. Un agente de aduanas nigeriano dijo que los ingresos por tarifas de importación de autos usados han disminuido significativamente. Parte del motivo es la mayor vigilancia por la enfermedad en las fronteras —incluyendo las cuarentenas para personas con fiebres altas— ha desacelerado el comercio y a los potenciales clientes, según un funcionario, quien pidió no ser identificado ya que no tenía autorización de hablar con los medios de comunicación.

Y no se trata solo de los autos. «Muchos de mis clientes de países vecinos han dejado de venir», anotó Yusuf Adamu, un vendedor de electrónicos de 56 años en Nigeria. «Cuando me comunico con ellos por teléfono se quejan de las estrictas medidas de examinación del ébola».

El ministerio de salud de Zambia indicó el viernes que estaba revisando las regulaciones de viaje para personas que ingresan al país desde Congo, el último país de verse golpeado por el ébola.

Desde el 25 de agosto, las autoridades de Botswana han bloqueado la entrada de más de 100 camiones que transportan cobre desde Congo.

El tráfico en la frontera entre Ruanda y Congo ha caído drásticamente, a medida que los viajeros se mantienen alejados debido a las largas filas de revisión.

Más de 10.000 personas cruzan la frontera entre Ruanda y Congo todos los días para hacer negocios, pero un vendedor de minerales congolés, Siraje Bigirimana, dice que va a reservar una habitación de hotel en Ruanda hasta que la situación sea segura.

«Es muy caro operar en tal situación», apuntó Bigirimana.

El ministro de Salud ruandés Agness Binagahwo indicó que Kigali envió tropas y trabajadores civiles de salud para asegurar que toda la gente que cruza la frontera sea examinada. Toda la gente con una fiebre de 37,5 grados Celsius o más son rechazados en puntos de cruce.

«Nadie pasa sin ser examinado», dijo Binagahwo.

Fuente: The Wall Street Journal, 0909/14.