El éxodo de la élite china

febrero 25, 2012 · Imprimir este artículo

El éxodo de la élite china

Por Jeremy Page

 

BEIJING — Hace un año, el escritor Shi Kang se consideraba un hombre feliz.

Gracias a 15 novelas exitosas, era millonario, dueño de un apartamento de lujo y un Mercedes plateado nuevo. Estaba tan contento con su vida libre de preocupaciones en Beijing que ni siquiera había viajado a otros países.

Hoy, un año más tarde, Shi considera emigrar a Estados Unidos. El autor forma parte de un creciente grupo de chinos ricos que planean abandonar su país o ya están haciendo los arreglos para hacerlo.

Shi Kang, un exitoso escritor de novelas, empezó a pensar en vivir en Estados Unidos luego de visitar ese país el año pasado.

.»Allá, las cosas son reales», afirma Shi, quien está aprendiendo inglés. «Aquí, uno no sabe qué creer», agrega. «Me gusta mucho China. Pero si tengo hijos, no necesariamente querría que vivieran acá».

Con una fortuna de al menos US$1,6 millones, Shi es parte de la adinerada élite china que más se benefició con la versión de capitalismo del Partido Comunista. El escritor ha sabido aprovechar lo que posiblemente sea la mayor expansión ecoómica de la historia.

Y sin embargo, aunque el partido hace alarde del éxito económico del «modelo chino», muchos de sus exponentes más exitosos están cerca de la puerta de salida. Este grupo busca cosas que el dinero no puede comprar en China: aire más limpio, alimentos más seguros y una mejor educación para sus hijos. Algunos también expresan preocupación sobre la corrupción gubernamental y la seguridad de sus activos.

El movimiento representa la disolución de un contrato social no escrito entre el Partido Comunista y los ciudadanos chinos que ha mantenido al país cohesionado a través de cambios radicales desde que Deng Xiaoping lanzó las reformas de mercado en 1978: los gobernantes brindan crecimiento económico y los gobernados hacen pocas exigencias políticas. El mensaje subyacente parece ser que luego de tres décadas de un alza en la prosperidad, los chinos más ricos están buscando algo más allá de sus ganancias económicas, o las dan por sentado, y ahora ansían mejoras en su calidad de vida.

El movimiento sucede justo cuando el gobernante Partido Comunista prepara para octubre o noviembre un cambio de liderazgo, algo que se produce una vez cada 10 años.

El éxodo de la élite es una situación potencialmente problemática para los líderes del partido, ya que muchos de sus familiares han elegido desde hace tiempo vivir o estudiar en el extranjero. El vicepresidente Xi Jinping, quien se prevé sucederá a Hu Jintao como presidente, tiene una hija que estudia en Harvard, una ex esposa en el Reino Unido y una hermana en Canadá.

¿Qué hizo que Shi considerara mudarse al extranjero? Hace un año viajó por primera vez fuera de China. Al principio, sólo planeaba visitar a su novia que estudiaba en Nueva Jersey, EE.UU., pero terminó comprando un BMW X3 deportivo y haciendo un viaje en auto de 64.000 kilómetros por todo el país.

Sus primeras impresiones no fueron buenas: perdió una maleta en el aeropuerto de Nueva York y pensó que la ciudad era caótica. Pero cuando visitó las zonas rurales, mientras escuchaba a Beethoven a todo volumen en el auto, tuvo una epifanía.

«Tan pronto se sale de las ciudades, EE.UU. es en realidad un gran jardín», sostuvo Shi. «Es como una sinfonía: cuando los chinos escuchan estas melodías pastorales idílicas, no lo puede imaginar, porque China simplemente no tiene ese paisaje».

Shi, de 43 años, es famoso en su país por novelas como Loafing Around, que documenta las vidas complacientes de jóvenes en Beijing en los años 80. Su libro Strive, de 2007, fue convertido en una serie de televisión muy popular.

Lectura recomendada:  China emula la innovación de Estados Unidos

Mientras viajaba por EE.UU., escribió en su microblog (una especie de Twitter) sobre su fascinación con el paisaje estadounidense, al punto de que algunos lectores lo acusaron de ser anti-chino. Pero el gusto por estilos de vida extranjeros son comunes entre los ricos de China, que ahora se estima que incluyen alrededor de un millón de millonarios (en términos de dólares), y entre 150 y 300 multimillonarios (con fortunas de más de US$1.000 millones), según distintos estudios.

Una encuesta publicada en noviembre descubrió que 60% de los alrededor de 960.000 chinos con activos de más de 10 millones de yuanes (US$1,6 millones) pensaba en emigrar o estaba dando pasos para hacerlo. Los destinos preferidos en orden fueron EE.UU., Canadá, Singapur y Europa, según la encuesta del estatal Banco de China y Hurun Report, que analiza tendencias entre los acaudalados de China.

La mayoría de los sondeados mencionó la educación de sus hijos como el motivo principal, seguido de temores por la calidad del aire, la seguridad de los alimentos y la estabilidad financiera. Otra encuesta realizada el año pasado por la firma de consultoría en gestión Bain & Co. y el estatal Banco de Comerciantes de China mostró resultados similares.

Estadísticas recientes muestran una creciente demanda china por visas de inmigración para inversionistas que quieren reubicarse en EE.UU., Canadá y otros países occidentales. El programa estadounidense EB5 puede otorgar hasta 10.000 visas al año a personas que inviertan US$1 millón y generen al menos 10 empleos en EE.UU., o inviertan US$500.000 en una zona rural o de alto desempleo.

En el año fiscal 2011, EE.UU. recibió 2.969 solicitudes (cada una puede incluir a varios miembros de una familia) de China para el programa de inmigración EB5, comparado con sólo 787 dos años antes, según la agencia de inmigración estadounidense. Las postulaciones chinas representaron 78% del total global en 2011.

También el año pasado, Canadá recibió 2.567 solicitudes chinas para un programa similar, un aumento frente a sólo 383 en 2009, según las autoridades de inmigración del país.

Los funcionarios chinos se han dado cuenta. «Sin dudas, los altísimos costos de vida, el empeoramiento del medio ambiente, la poca cobertura social y la creciente carga impositiva en China son responsables en parte por esta pérdida», escribió hace poco Zhang Monan, una investigadora económica del Centro de Información Estatal.

«Es natural que para vivir, la gente elija un lugar donde crean que disfrutarán la mejor calidad de vida», escribió. «Sólo haciendo que el país sea más atractivo, China podrá retener este talento y su riqueza».

Los líderes del partido prometieron concentrarse más en temas de calidad de vida. El año pasado, por ejemplo, dijeron que prestarían más atención a mejorar los servicios públicos y resolver temas medioambientales en el plan actual de cinco años, vigente hasta 2015.

Pero algunos millonarios no se quedarán a esperar. Este año, Su Bin enviará a su esposa e hijo a Vancouver, Canadá, y espera seguirlos poco después. A los 46 años, Su dirige su propia empresa de tecnología aeroespacial y estima que su patrimonio neto es de unos 80 millones de yuanes, o US$13 millones.

El principal motivo por el que parte, afirma, es el ambiente de negocios. «El gobierno tiene demasiado poder», sostiene. «Aquí las regulaciones significan que los empresarios deben hacer muchas cosas ilegales. Eso ofrece una sensación real de inseguridad».

El segundo motivo para emigrar es la educación de su hijo. Quiere que aprenda a hablar inglés y a pensar con más libertad.
Fuente: The Wall Street Journal, 24/02/12.

Comentarios

Algo para decir?

Usted debe estar logueado para escribir un comentario.