El negocio de los neumáticos en Argentina
agosto 10, 2017 · Imprimir este artículo
A los neumáticos no les llegó su «Airbnb»
Es prácticamente imposible encontrar una industria que no esté atravesada por las innovaciones tecnológicas. Sin embargo, el negocio de neumáticos que comenzó hace 30 años Roberto Méndez hoy permanece firme. Un sector que se caracterizaba por ser informal, con poca diferenciación y los usuarios optaban por «la gomería del barrio».
Neumen cuenta con treinta locales, emplea a 450 personas y actualmente mantiene una facturación promedio de $ 100 millones de pesos al mes.
El mes que viene inaugura un nuevo local en Florencio Varela y para el próximo año proyecta aperturas en Alberdi, Olivos y Berazategui.
No ve ninguna amenaza a su negocio en el boom del e-commerce, si bien venden cubiertas por MercadoLibre y desde su página web, el precio es el mismo que en las gomerías y el volumen es menos de 1% de su negocio.
El servicio de instalación sigue siendo tan importante como el producto, «no es nada agradable circular con las gomas antes de que se coloquen en el auto», argumentó Méndez y aclaró que usan la web para responder las consultas de los clientes que cada vez más quieren tomar decisiones informadas antes de adquirir algo nuevo.
Detectar oportunidades es mas fácil desde adentro
Antes de crear su negocio de manera independiente, Mendez trabajó para la firma Cincotta como vendedor. «Ahí me di cuenta que nadie, en toda la industria, ofrecía financiar neumáticos. Desde un primer momento, lo pensé más como una oportunidad desde el aspecto financiero que comercial», dijo el emprendedor a La Nación.
Su primer jugada fue contratar a cuatro vendedores con experiencia en el rubro y enseñarles a ofrecer los neumáticos con pagos en varias cuotas. Se acercaban a gomerías, empresas de transporte y colectivos; cobraban comisiones sobre las ventas realizadas.
Corría el año 1980 y el crecimiento fue inmediato. «Nos fue tan bien que recibíamos acusaciones de ser piratas del asfalto o poco transparentes pero lo único que hacíamos mejor era financiar las ventas». De esa manera, empezó a ganarse clientes importantes como empresas de transporte y de colectivos que representaban negocios de mayor escala.
Años después abrió el primer local que se instaló en Avellaneda, en la calle Crisólogo Larralde. El segundo salto fue identificar su marca con la firma Pirelli (de origen italiano; hoy está en manos de capital chino), sinónimo de calidad en la industria para mejorar su imagen empresarial. Pirelli tiene presencia en el país hace 100 años.
Profesionalizarse es una obligación
«Yo no soy gomero. Siempre lo miré como una empresa y no como un pequeño taller», definió Méndez de como logró diferenciarse de su competencia. En la era del casual friday y de la ropa deportiva adaptada a la vida urbana, Méndez no cede con la formalidad: «Voy con corbata desde mi primer día, y aún hoy, los encargados del local usan corbata los cinco días de la semana sin excepción».
Aunque incomode a sus empleados se trabaja los sábados, «Soy estricto pero siempre digo que los horarios no los elegí yo, los puso la competencia y no podemos quedarnos atrás», señaló y también dijo que del 15 de diciembre al 15 de febrero nadie en su empresa puede tomarse vacaciones. «En ese sentido somos como las heladerías. No podemos achicarnos en plena temporada», sumó.
Poner el énfasis en la atención al cliente
Una limpieza rigurosa de los locales y no permitir que el cliente abra la puerta de su propio auto -siempre asistidos por un empleado de Neumen- parecen detalles menores, pero para Méndez es la base de su negocio. «Alguien entra a un local y en los primeros dos minutos forma un preconcepto de la empresa. Revertir esa idea cuesta una barbaridad», argumenta el emprendedor.
Nunca subestimar a la competencia
«Cualquier negocio parece brillante antes de sumergirse en él. Antes de emprender, lo importante es preguntarse ‘¿Por qué cierran tantos locales?’. Si tenés una respuesta a esa pregunta podés empezar a considerar el negocio», dijo, tajante, Méndez.
Hoy en día, en su opinión, la dificultad que se agrega es que el peso del alquiler creció en desmedida con respecto a otros costos. «En capital un muy buen local con IVA incluido requiere de $300.000 mensuales para empezar a hablar. Por eso es casi imposible para alguien nuevo entrar a competir con las grandes empresas instaladas», explicó con conocimiento de causa.
En Neumen aproximadamente el 50% de los locales son alquilados.
No detenerse aún cuando la economía no arranca
Con respecto a la situación económica del país dice que empezó a sentir «algunos problemas» recién hace dos meses por la inflación generalizada. Sin embargo, permanece optimista: «los países no cierran. Es una situación dura, pero en Argentina hemos estado mucho peor y somos reconocidos por aprender a sobrevivir los vaivenes financieros». No es fanático de los autos, ni le importan demasiado, pero agradece que para el resto de la gente sea una prioridad para mantener su actividad. «La gente se priva antes de ir a comer afuera que de circular en auto. Cambiaron muchas cosas, pero se siguen vendiendo autos, y hasta que no se invente una mejor manera de transportarnos, se van a seguir necesitando cambiar las cubiertas», reconoció.
Considerar otros escalones del negocio
Méndez es representante en Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia de las máquinas John Bean para alineación y balanceado del auto. «Me sirve para siempre tener la última tecnología en Neumen; recién seis meses más tarde pueden tener otros».
Fuente: La Nación, 09/08/17.
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