Cuando se trata de recibir asesoramiento financiero personal, la mayoría de las veces está ausente un factor trascendente, el componente emocional de la vida de una persona. Este es el gran desafío al que se enfrentan los profesionales para lograr adquirir un nuevo acercamiento hacia un tipo de asesoramiento financiero personal conocido como la Planificación Financiera Personal (Financial Life Planning).
La Planificación de Vida (Life Planning) parte de una premisa que, a primera vista, puede parecer obvia: los asesores financieros deberían descubrir, en primer lugar, cuáles son las metas más profundas y esenciales en la vida de los clientes antes de hacer extensivas sus recomendaciones financieras. Parece una premisa lo suficientemente clara, ¿verdad? Entonces, ¿qué la hace tan diferente?
Tradicionalmente, los planificadores financieros habían estado enfocados en los números, los presupuestos, los impuestos, inversiones y toda aquella planificación relacionada con el dinero, sin explorar o tener en cuenta el contexto más amplio, complejo y también emocional que compone la vida de una persona.
Del mismo modo, del lado de un potencial cliente existen preconceptos: creen que un Planificador Financiero sólo estará interesado en los aspectos financieros y económicos de su vida, brindando únicamente herramientas que contribuirán al ordenamiento y el control del dinero.
La Planificación de Vida tiene un enfoque más holístico e integral. Su filosofía está basada en el concepto de que cada ser humano se propone vivir una vida con significado, propósito, metas y valores. Por lo tanto, la tarea del Planificador Financiero debería comenzar con el descubrimiento de las aspiraciones y deseos únicos de cada cliente, un proceso no siempre sencillo, ya que se encuentra teñido por los miedos, inseguridades o resistencias de la persona por compartir algo tan íntimo y significativo (aun a sabiendas de que esto será sumamente provechoso para una eficaz y satisfactoria planificación).
Muchos de aquellos deseos, anhelos y objetivos más profundos que tomaron forma en algún momento de la vida suelen están bloqueados en nuestros interior, o han sido olvidados. Optar por lo seguro y lo predecible, frente a los miedos y las presiones que se presentan en la adultez es habitual. Pero luego, con el correr de los años, aquellas decisiones tan seguras y predecibles pueden parecerse más a una camisa de fuerza que a un camino que posibilite el crecimiento y la concreción de metas.
Es entonces cuando muchos aspectos de la vida comienzan a parecer aburridos y carentes de sentido. Cuando logramos recordar aquellos primeros propósitos suele embargarnos la impotencia.
Los Planificadores de Vida son vitales en el proceso de contribuir para lograr atravesar la estructura “segura y predecible” y encontrar el camino de regreso a aquellas sensaciones y objetivos que deseamos rescatar como motores impulsores del cambio.
Si tuviera todo el tiempo o el dinero que necesitara, ¿qué haría?
¿Qué querría hacer o ser para que, al final de mi vida pudiera sentir que he vivido plenamente?
¿Cómo quiero ser recordado por mis amigos, mi familia y mis hijos?
Las respuestas a estas poderosas y profundas preguntas suelen ser muy reveladoras.
Un accionista de Wall Street decide dejar su trabajo para abrir una posada y dedicar parte de su tiempo a la pintura. Aquel contador adicto al trabajo finalmente se toma las tan postergadas vacaciones para poder compartir tiempo de calidad con sus hijos y su esposa. Una gerente de mando medio de una mediocre empresa de servicios se propone concretar su verdadero anhelo y abre el restaurante con el que siempre soñó. Un docente agotado por la sobrecarga horaria, los problemas de conducta de sus alumnos y el mal salario, se toma una licencia sin goce de sueldo, logrando así redescubrir su pasión por la enseñanza, dejar su trabajo y buscar uno más acorde con sus expectativas como docente.
Una y otra vez, los Planificadores de Vida descubren que sus clientes llevan consigo metas y anhelos olvidados, postergados, enterrados que, en algún momento de sus vidas, formaron parte del diseño del futuro que deseaban tener, despertando entusiasmo y vigor.
Las aspiraciones largamente postergadas son recuperadas y traídas de vuelta al frente de batalla, mientras que todas aquellas obligaciones que minan las energías y no son trascendentes son puestas de lado para enfocarse en el rescate de un nuevo proyecto de vida.
Conclusiones
Con el adecuado asesoramiento, es posible disipar aquellas ansiedades, viejas creencias y preconceptos tan ligados al dinero que nos impulsan en la persecución de más y más y, en lugar de ello, lograr una auténtica conexión con aquellos sueños y aspiraciones que realmente nos importan, tanto para nuestro bienestar personal, como para el de aquellos que nos rodean y constituyen nuestros afectos y vínculos más profundos.
De lo contrario, un valioso tiempo, que ninguna cantidad de dinero -por grande que sea- puede de comprar, se habrá perdido.
Comentarios
Algo para decir?
Usted debe estar logueado para escribir un comentario.