Francia se rezaga

mayo 7, 2012 · Imprimir este artículo

Se acentúa el retraso de Francia en el nuevo escenario

Por Jorge Castro.

 

Francia se encuentra con la siguiente situación interna en este momento mundial: en los últimos 10 años, los costos laborales han aumentado casi 20%, sobre todo frente a Alemania, que es su principal socio comercial. Eran 8% menores a los de la República Federal en 2000, y ahora son 10% mayores.

Este aumento revela una pérdida equivalente, sólo que en sentido inverso, de productividad, núcleo estructural de lo que usualmente se denomina “competitividad”. En este período, las exportaciones francesas (U$S 653.900 millones / 25,5% del PBI en 2011/estimado) prácticamente no han crecido, mientras que las alemanas (U$S 1,5 billones / 46,1% del PBI) se han duplicado, sobre todo en lo que se refiere a automotores de alta gama y bienes de equipo y de capital de alta tecnología, dirigidos a los países emergentes.

En estas condiciones, no llama la atención que la tasa de desocupación en Francia sea la más alta de los últimos 20 años (9,8%); lo que sí es un dato original es que el desempleo nunca ha estado por debajo de 7% desde 1981 (gobierno de Francois Mitterrand).

Por último, Francia participa de una característica estructural que parecía exclusividad de la Europa periférica, epicentro de la crisis del euro. Posee un enorme déficit de cuenta corriente, el mayor, en términos nominales, de la Zona Euro (84.500 millones de euros en 2011), el doble que el de España (47.200 millones) y el triple que el de Italia (24.600 millones). Alemania, en cambio, no solo tiene el mayor superávit de cuenta corriente de la Eurozona (+5,6% del PBI), sino que, cruzado con el producto, es el primero del mundo, superior al de China.

La economía francesa crecería este año 0,5%, tras exhibir un crecimiento de cero por ciento (0%) en el primer trimestre. Por eso, mientras el déficit fiscal fue 7,7% en 2011, tiene el mayor nivel de gasto público de la Zona Euro (56% del PBI), superior al promedio de la OCDE (43,3%).

También disminuye la participación francesa en los mercados extra-Zona Euro. Era 18,5% del total en 1999 y cayó a 13,2% en 2011. Alemania representaba 33,6% en 1999 y trepó a 35,6% el año pasado. Coherentemente, las ganancias marginales de las empresas francesas o radicadas en Francia cayeron a 29% en 2011, el nivel más bajo de la Eurozona (42%) y uno de los menores del mundo avanzado, junto con los de Japón.

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Lo curioso es que esta situación es la de Francia como sistema económico, político y social, no la de las empresas trasnacionales francesas. Estas integran el segmento más competitivo de las firmas globales, con un porcentaje mayor entre las primeras 500 del mundo que cualquier otro país europeo, incluyendo Alemania.

El problema europeo es financiero y fiscal, y por esa vía desnuda la raíz de la crisis, que es la baja productividad y la incapacidad de innovar económica y socialmente.

Esto le impide integrarse competitivamente en la nueva estructura de la economía mundial, en la que no sólo el eje del proceso de acumulación se ha trasladado a los países emergentes, sino que el ciclo de la circulación se ha acelerado, debido a la irrupción de una nueva revolución tecnológica en Estados Unidos (Facebook, Twitter, Apple, Steve Jobs).

Las reformas estructurales en la Zona Euro (Italia y España), y el boom exportador alemán son la vía para converger con el nuevo eje de la economía global (China, India y Brasil). Se ha invertido, en síntesis, el proceso de convergencia en la economía mundial, después de la crisis global 2008-2009. En los 20 años previos, tras la unificación del sistema (1991), la convergencia, en términos de productividad e ingreso per cápita, se realizaba de abajo para arriba, del Sur hacia el Norte, de los países emergentes a los avanzados. Ahora, la convergencia se realiza de arriba para abajo, del Norte al Sur, donde está el nuevo eje de la acumulación global. Quizás se encuentre aquí el sentido -y el futuro- de la crisis europea, y la razón de ser de las dificultades de Francia.
Fuente: Clarín, 15/05/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Más información en: www.agendaestrategica.com.ar

 

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