La batería Powerwall de Tesla entregará el control al consumidor

mayo 20, 2015 · Imprimir este artículo

La batería Powerwall de Tesla entregará el control al consumidor

Tesla

Independencia respecto a la red eléctrica, energía limpia, ahorro de costes y fuente de energía flexible; todas estas cosas pueden haber conseguido un impulso mayor desde hace unas pocas semanas. La responsable de todo eso fue Tesla Motors, empresa de San Carlos, en California, que lanzó una línea de baterías para el almacenamiento de energía que se venderá directamente al consumidor. Elon Musk, consejero delegado de Tesla, más conocido por el trabajo pionero realizado con los coches eléctricos de la empresa, sorprendió ahora a los observadores de la industria con los precios de las baterías de almacenamiento de energía. Estas deberían ser más baratas a medida que aumente la producción —una de las principales dificultades para hacer viable la tecnología de almacenamiento en baterías—, aunque sea demasiado pronto para decir en qué momento el mercado absorberá esa escala.

Las baterías Powerwall de Tesla con capacidad de 7 Kwh (kilovatios/hora) cuestan US$ 3.000 y las de 10 Kwh, US$ 3.500, sin contar con los costes del transformador y de la instalación. La batería fue diseñada para ser usada como reserva ante la falta de luz de la red eléctrica en los hogares del consumidor, pero puede ser igualmente útil para fines comerciales como alternativa a las empresas de energía.

Cambio de paradigma

“El cambio de paradigma que estamos presenciando consiste en que el consumidor está dejando de ser un agente pasivo que recibe un precio fijo por la electricidad y, a continuación, consume la cantidad que desea”, dijo Ruben Lobel, profesor de Gestión de las Operaciones y de la Información de Wharton. “Pero esa batería de almacenamiento, junto con otras innovaciones, como la red inteligente, están situando al consumidor en la primera línea de ese proceso convirtiéndolo en un agente inteligente del sistema”.

tesla logoLa industria de baterías de almacenamiento tiene ahora el potencial de dar un salto respecto a sus ingresos anuales de US$ 200 millones convirtiéndose en una industria multimillonaria, según explica Madhur Behl, candidato al doctorado en la Escuela de Ingeniería y de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Pensilvania.

Lobel y Behl discutieron las implicaciones de las innovaciones de la batería de almacenamiento para los usuarios residenciales y comerciales, así como las compañías de suministro, durante el programa de Knowledge@Wharton en Wharton Business Radio, canal 111 de SiriusXM.

Lobel explicó que las innovaciones traídas por las baterías de almacenamiento pueden ayudar a hacer más inteligente al consumidor, permitiéndole reaccionar ante la falta de energía de la red o ayudándolo a tomar decisiones de consumo durante las horas normales y punta. “La red no puede simplemente imponer al consumidor lo que desea. Las compañías proveedoras de estos servicios tienen miedo de perder ese poder”, observó.

¿El precio es adecuado?

El concepto de uso de baterías en edificios residenciales y comerciales e incluso en compañías de suministro ya existe desde hace algún tiempo, dijo Behl. “Queda por saber si el precio fijado es el correcto y si el paquete disponible es realmente factible y escalable”. Behl añadió que el coste total puede duplicar el precio de la batería, lo que incluye los costes del transformador y de la instalación.

La adopción de baterías de almacenamiento puede crecer si los precios son módicos, lo que podría ser facilitado por el aumento de la producción. Lobel dijo que Musk había comprometido 1/3 de la capacidad de Tesla Gigafactory, en Nevada, a las baterías de almacenamiento (el resto está reservado a las baterías de coches). La fábrica, de US$ 5.000 millones, está en construcción y debe entrar en funcionamiento en 2017.

Lobel dijo que la búsqueda del consumidor de baterías de almacenamiento variará según el mercado y las regulaciones locales. Por ejemplo, las baterías podrían ser una alternativa útil en los mercados en que los usuarios de paneles solares puedan vender el exceso de electricidad a la red local a precios de venta al público. En algunos mercados, dijo él, los usuarios de paneles solares encuentran resistencia por parte de las compañías suministradoras que reaccionan con recargos adicionales. “Las baterías nos permiten depender menos de la red”, dijo.

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Las baterías serán más exitosas en los mercados donde el precio de la energía es más elevado, señaló Lobel. “En California, eso probablemente sería viable porque los precios de la electricidad son muy altos. Pero, en Tejas, en que el precio del Kwh de la energía es de cuatro céntimos, es probable que las baterías aún no merezcan la pena”.

La expectativa de Behl es que las baterías sean adoptadas a gran escala por los grandes edificios comerciales, aunque es posible que algunos mercados residenciales también se anticipen y empiecen a usarlas. Él explicó que los grandes edificios comerciales, en general, tienen que pagar una “tasa de demanda” a las compañías generadoras de energía o un impuesto proporcional a su consumo durante las horas punta.

Vencer la incertidumbre

“Hay un dicho que circula en el ámbito de la generación de electricidad: ‘Todos los kilovatios no son creados iguales’”, dijo Behl. “A medida que la carga aumenta a lo largo del día, el generador necesita recurrir a fuentes de electricidad más antiguas e ineficientes, por eso es más cara”.

El usuario podría cargar sus baterías de almacenamiento por la noche, un horario de uso menos intenso, y después utilizar la energía almacenada en las horas punta, explicó Behl. Él podría participar también en programas de respuesta a la demanda que muchas compañías proveedoras ofrecen y por medio de los cuáles pagan incentivos a los usuarios para que reduzcan el consumo de energía en horas punta.

La Universidad de Pensilvania participa en ese sistema de respuesta a la demanda, dijo Lobel. Siempre que los precios de la electricidad suben, la institución recibe una llamada de su operador de transmisión regional y responde reduciendo el uso de aparatos que consumen mucha energía, como las neveras, etc. “Los termostatos de todo el campus son ajustados para responder y reducir la carga del sistema”. De igual manera, las empresas pueden responder a los aumentos de la demanda. En ese caso, las baterías servirían como alternativa, añadió.

Lobel y Behl también concuerdan con la observación de Musk de que la tecnología empleada en la batería puede desencadenar cambios fundamentales en la manera que tienen las personas de pensar acerca del uso de la energía. “A largo plazo, el almacenamiento en baterías será beneficioso para la red”, dijo Behl. “Las fuentes de energía solar o renovable son erráticas. No existen garantías, aunque, según dijo Musk, el sol se levante todos los días a la hora prevista. Lo que no sabemos, es si habrá nubes o no”. De igual manera, las instalaciones de energía eólica tampoco cuentan con la seguridad de que haya siempre viento, dijo.

“La instalación de una batería en el lugar donde se encuentra el usuario final disipará esa incertidumbre”, dijo Behl. Toda la electricidad generada por esos usuarios, y que no haya sido usada, se podrá guardar y utilizar por la noche, añadió. Él destacó que la llegada de las baterías de almacenaje también puede ser beneficioso para las empresas suministradoras. “Tal vez a ellas no les guste el hecho de que el consumidor no les compre electricidad todo el tiempo, pero eso hace la demanda menos volátil”, dijo.

Fuente: Wharton University, 18/05/15.

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