La crisis económica es un riesgo para el euro

marzo 15, 2013 · Imprimir este artículo

La crisis económica es un riesgo para el euro
Por Nicholas Hastings

Puede que la crisis de deuda de la eurozona haya terminado.

Pero el euro aún está en riesgo debido a la crisis económica que ha dejado atrás.

Y a medida que la crisis se profundiza, más divididos están los políticos de la eurozona sobre la forma de hacerle frente.

Alemania insiste con mayores medidas de austeridad para las naciones deudoras para ayudar a aliviar sus problemas fiscales.

Sin embargo, las naciones deudoras están pidiendo más tiempo para evitar que sus economías caigan aún más en una recesión.

Alemania argumenta que el ahorro, y no el gasto, es la respuesta.

No obstante, las naciones deudoras apuntan a la recuperación económica de Estados Unidos como evidencia de que es necesaria una postura fiscal más relajada.

El problema para los países prestatarios es que Alemania aún tiene el control del dinero y no está dispuesta a permitir despilfarros en este momento.

De hecho, datos recientes que muestran que la economía alemana sigue avanzando por delante de sus socios de la eurozona, incluida Francia, refuerzan el argumento de que la austeridad funciona.

Esta semana, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, fue capaz de presentar un presupuesto equilibrado un año antes del plazo requerido y usó esto como evidencia de que la postura alemana es la correcta.

La experiencia alemana se compara con las continuas decepciones económicas que se registran en el resto de la eurozona. El presidente francés, Francois Hollande, tuvo que admitir que el ratio déficit-PIB de su país será de 3,7%, muy por encima de su meta de 3%.

Portugal advirtió que su economía se contraerá otro 2,3% este año.

Y con el desempleo de Grecia en 26%, las autoridades griegas ahora están rechazando los términos del rescate que requieren más despidos de empleados públicos.

Lectura recomendada:  Construyendo puentes para el euro

Sondeos recientes muestran que la actividad manufacturera y de servicios en toda la región, salvo Alemania por supuesto, está cayendo.

En reveladores comentarios, el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, advirtió que el estancamiento económico y los altos niveles de desempleo podrían generar una «rebelión social».

Algunos podrían decir que esto ya ha sucedido en Italia, donde las elecciones de comienzos de este mes le dieron un apoyo significativo a un partido liderado por un comediante que rechaza las prácticas políticas habituales y han dejado al país en la práctica varado sin un gobierno.

Mientras los políticos discuten si el régimen fiscal de la eurozona debería ser relajado, existen pocas señales de que el Banco Central Europeo se esté preparando para proporcionar algún alivio a través de un mayor expansionismo de la política monetaria.

Por el contrario, después de la reunión del banco la semana pasada, su presidente, Mario Draghi, pareció dejar en claro que ahora la pelota está en el área de los políticos.

Entonces, ¿qué es lo próximo que se puede esperar?

Las naciones deudoras continuarán gritando falta mientras sus economías continúan hundiéndose.

Y Alemania probablemente continúe oponiéndose a aumentar los gastos, al menos hasta que se realicen las elecciones de septiembre.

Entonces podría ser posible que un nuevo gobierno alemán con un nuevo mandato adopte una postura ligeramente más conciliadora hacia el crecimiento sin perjudicar sus propias perspectivas políticas internamente.

En tanto, más daños económicos, más disputas sobre términos de rescate de la deuda y más incertidumbre sobre cómo saldrá la eurozona de este caos asegurarán mayores presiones de venta para la moneda única.

Fuente: The Wall Street Journal, 15/03/13.

Comentarios

Algo para decir?

Usted debe estar logueado para escribir un comentario.