La equivalencia no sirve para hacer pronósticos
marzo 30, 2014 · Imprimir este artículo
La equivalencia no sirve para hacer pronósticos.
Por Juan Carlos de Pablo.
¿Cuál será la tasa de inflación del próximo trimestre o la del año en curso? Ésta es una pregunta cuya respuesta interesa vivamente a todos cuantos viven en la Argentina. Al respecto, algunos economistas trimestralizan o anualizan la inflación verificada en el primer bimestre del año, es decir, calculan el equivalente trimestral o anual, respectivamente, de lo que ocurrió en los meses de enero y febrero pasados. ¿Para qué sirve, y para qué no sirve, hacer este referido cálculo?
Para saber más sobre esto entrevisté al japonés Shizuo Kakutani (1911-2004), quien generalizó un teorema de punto fijo originalmente planteado por Luitzen Egbertus Jan Brouwer. Ambos merecen figurar en el Libro Guinness de los Récords, porque la prueba original de Brouwer ocupó cinco páginas, y la de Kakutani, apenas tres. A mediados del siglo XX, Kenneth Joseph Arrow y Gerard Debreu utilizaron los teoremas de punto fijo para explicitar de manera rigurosa las condiciones requeridas para que exista un equilibrio general competitivo.
Por favor, explique intuitivamente el concepto de equivalencia.
-Uno de los indicadores del tablero de los automóviles es el velocímetro. ¿Qué significa que la aguja marca 70 kilómetros? No que el rodado y su conductor recorrerán 70 kilómetros en la próxima hora (este último podría parar para comer, en cuyo caso en los próximos 60 minutos no recorrerá nada). Significa que si durante la próxima hora el auto siguiera a la velocidad que desarrolla en ese instante, en la próxima hora recorrerá 70 kilómetros. En otros términos, el velocímetro del auto calcula la equivalencia horaria de la velocidad que el rodado tiene en ese preciso instante.
-¿Cómo se usa la equivalencia en economía?
-Si los precios aumentaron 10% en dos meses, y continuaran subiendo a la misma velocidad durante los próximos diez, la tasa anual de inflación sería de 77%. Si el PBI de una economía aumentó 87% durante una década, subió 6,5% equivalente anual.
-¿Para qué sirve calcular la equivalencia?
-Para comparar. Ejemplo: qué producto bruto interno (PBI) creció más rápido, ¿el del país A, que aumentó 45% en 8 años, o el del país B, que subió 60% en 12 años? No es fácil contestar a simple vista. Respuesta: el PBI del país A creció 4,8% equivalente anual, mientras que el del país B subió 4% equivalente anual. Ergo, el PBI del país A creció más rápido que el del país B, si ignoramos qué ocurrió con el PBI del país A durante los 4 años que siguieron a los 8 para los cuales se cuenta con información.
-Por lo que veo la equivalencia es un concepto «teórico».
-En el sentido que usted lo dice es tan teórica la tasa de inflación equivalente anual como la información que surge del velocímetro del auto. No conozco quejas de los conductores, referidas a que el velocímetro es «teórico». Se trata de saber usar la información.
-¿Sobre la base de qué se puede pronosticar la tasa de inflación?
-Sabemos sobre la base de qué no se puede pronosticar. Que en los últimos 12 meses los precios mayoristas hayan aumentado 24% me dice muy poco acerca de lo que pueden llegar a subir en los próximos 12. Al mismo tiempo, si estoy en un proceso de aceleración, la anualización de la inflación verificada en un período más reciente resulta más realista que la inflación de los últimos 12 meses, pero de suyo la equivalencia tampoco sirve para hacer pronósticos.
-¿Qué se necesita para pronosticar la tasa de inflación de manera confiable?
-Nada más ni nada menos que un modelo macroeconométrico, basado en la realidad, que incorpore las futuras medidas del gobierno. Pero olvídese; tal modelo no existe y no va a existir.
-¿Cómo tomamos las decisiones, entonces?
-Estando todo el día «al pie del cañón» para operar en una realidad inevitablemente muy fluida, y por consiguiente enormemente cambiante. Las autoridades siguen exigiendo información histórica sobre precios, costos, producción, ventas, que ni a los propios empresarios les sirve para adoptar decisiones. En la Argentina 2014 los empresarios están tan ocupados que a veces no les queda tiempo para trabajar, y eso que con la expectativa de caída del volumen de venta y producción motivos de fuerte preocupación no les faltan.
-Don Shizuo, muchas gracias.
Fuente: La Nación, 30/03/14.
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Lea el último libro de Juan Carlos de Pablo:
“Los argentinos de mi generación, en materia económica sufrimos en carne propia un par de experiencias bien dramáticas: la hiperinflación de 1989 y la crisis bancaria de 2001. Buena parte del resto del tiempo también vivimos en condiciones turbulentas, pero nada que ver con los referidos eventos.
A quien le ocurrió, le resulta imposible olvidar la cárcel, el destierro o algún episodio que puso en riesgo su vida. Lo mismo pasa con la serie de episodios narrados y analizados en esta obra.
Pero el paso del tiempo hace que a los jóvenes les resulte difícil imaginarse lo que efectivamente ocurrió, particularmente si los mayores, cuando nos preguntan, sólo atinamos a contestar: “fue horrible”.
La referencia al paso del tiempo es deliberada. Porque, créase o no, ¡ya transcurrió un cuarto de siglo en el caso de la hiperinflación, y más de una en el de la crisis bancaria!
Para luchar contra esto me tomé el trabajo de describir ambos eventos de manera bien detallada. Para lo cual no solamente presté atención al material publicado, a las disposiciones adoptadas y a las estadísticas, sino que además revisé las tapas de los diarios correspondientes a ambos períodos. Única manera de captar la forma en que se fue desenvolviendo la contundente realidad.
La lectura del texto que resulta de esto es casi exasperante, pero a la vez es necesaria para que el lector pueda recrear en su mente la dinámica de los acontecimientos, así como la dificultad en encontrarle la vuelta para volver a situaciones más normales… según estándares argentinos (si a usted le resulta exasperante leer esto, imagínese lo que fue vivirlo).
Esperemos que el material sólo tenga que ser usado como curiosidad o en los cursos de historia económica, y no ser consultado con la avidez con la cual en 1989 leíamos sobre otras hiperinflaciones, o en 2001-2002 sobre otras corridas bancarias.
Quienes practicamos el vicio de la escritura, no paramos. Lo cual implica que mientras esta obra transita el proceso de edición, otra ya comenzó a gestarse.
Bodas de oro profesionales es el título de la próxima. El 17 de diciembre de 1964 aprobé la última de las materias de la licenciatura en economía, en la Pontificia Universidad Católica Argentina, por lo cual me estoy aproximando al medio siglo de actividad profesional. Quiero volcar en el papel impresiones referidas a mi propio proceso de aprendizaje, los cambios que se fueron produciendo en la profesión a lo largo de los últimos 50 años, así como recordar con afecto y admiración a algunos colegas que no lograron ocupar en la “tabla de posiciones” profesional, el lugar que –según mi opinión– merecían. Pero no será una simple retrospección. Como digo, la próxima obra la estoy incubando, por ahora espero que disfrute la que acaba de llegar a sus manos.”
Juan Carlos de Pablo
ÍNDICE
Prólogo
VIVENCIA I:
LA HIPERINFLACIÓN DE 1989 7
¿A QUÉ LLAMAMOS HIPERINFLACIÓN? 9
HIPERINFLACIONES EN OTROS PAÍSES 10
LA INFLACIÓN EN ARGENTINA HASTA
COMIENZOS DE 1989 10
LA HIPERINFLACIÓN DE 1989 11
Contexto político 11
Bitácora 14
Conciencia de que “algo distinto” estaba ocurriendo 32
Medidas adoptadas 34
Hasta el 3 de febrero de 1989 35
a. Controles directos de precios. 35
b. Política fiscal. 39
c. Política monetaria. 43
A partir del 6 de febrero de 1989 46
a. Controles directos de precios. 49
b. Política monetaria. 52
A partir de comienzos de abril de 1989 53
a. Controles directos de precios. 53
b. Política fiscal. 59
c. Política monetaria. 61
Resultados 64
ESTABILIDAD, NUEVA HÍPER, ESTABILIDAD. 68
¿QUÉ APRENDIMOS? 69
VIVIENCIA II:
LA CORRIDA BANCARIA DE 2001 73
UN PAR DE CONSIDERACIONES RELEVANTES 75
Contexto político 75
La corrida de 1995 77
HASTA NOVIEMBRE DE 2001 85
Bitácora 85
Medidas adoptadas 104
Evolución de los depósitos 105
Evolución de otras variables 106
DESDE DICIEMBRE DE 2001 107
Bitácora 109
Medidas adoptadas 126
Evolución de los depósitos 131
¿QUÉ APRENDIMOS? 132
Anexo Datos 137
BIBLIOGRAFÍA 169
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Autor: JUAN CARLOS DE PABLO
Editorial: BARBARROJA
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