Los efectos del crédito en China
febrero 16, 2016 · Imprimir este artículo
Por qué el auge del crédito en China no sería tan bueno como parece
El monstruo del crédito de China se despertó rugiendo en enero, pero hay razones para creer que ese poderío es solo aparente.
El nivel de financiación total en la economía creció notoriamente en enero, empujado por los préstamos bancarios y las hipotecas de propiedades comerciales. El stock total de financiamiento social, la medida más amplia del crédito tomada en cuenta por el gobierno, creció ese mes 12,7%, el ritmo más rápido en 10 meses y un gran salto desde diciembre. Quienes apuestan al alza de China (y de las materias primas) pueden entusiasmarse pensando que las políticas de estímulo están finalmente dando sus frutos.
Pero el crédito ha estado fluyendo a la economía durante algún tiempo, con poco efecto. La medida de financiación social supuestamente subestima el crecimiento del crédito desde que el año pasado Beijing puso en marcha un canje de deuda del gobierno local. Este programa reemplaza los préstamos bancarios a los vehículos financieros de los gobiernos locales, que están incluidos en la financiación social total, por bonos, que no están incluidos.
Tomando en cuenta esos bonos, Capital Economics destaca que la creación de crédito en realidad comenzó a subir a mitad del año pasado. Esto hace que la cifra de enero sea un tanto impresionante, ya que ese mes no hubo nueva emisión de bonos de gobiernos locales. Sin embargo, la respuesta de la economía real ha sido débil hasta el momento.
Una razón para ello puede ser que, si bien las tasas de interés reales están cayendo, no están bajando lo suficiente como para que los prestatarios industriales se animen a pedir un crédito. La tasa de interés activa promedio ponderada, según la medida del Banco Popular de China, fue 5,27% en el cuarto trimestre, una disminución significativa respecto del 6,78% del año anterior. Pero si se considera la caída de los precios de los bienes producidos por la economía, la tasa de interés real para el sector industrial se mantiene por encima del 11%. Con crecientes niveles de deuda que ya rondan el 220% del PIB, gran parte de la nueva deuda está destinada a saldar deuda vieja, no a financiar nueva actividad productiva.
También hay factores estacionales. Enero es normalmente el mes más importante para el crecimiento del crédito porque es cuando los bancos reajustan las cuotas de los préstamos. Un Año Nuevo Lunar más temprano este año también significó que más préstamos tuvieron que concentrarse en menos semanas.
ANZ destaca que las compañías chinas continúan cancelando deuda internacional en dólares y reemplazándola con nueva deuda tomada en yuanes en el circuito interno. Eso podría ser bueno en términos de reducción de los riesgos de una devaluación de la moneda china, pero no es una verdadera medida de crecimiento del crédito.
Una posible respuesta es que el aumento de crédito aún tiene que llegar a la base de la economía y que el crecimiento repuntará en los próximos meses. El aumento del gasto público registrado desde mediados del año pasado apoya el razonamiento a favor de un futuro rebote.
O podría ser que todo el estímulo esté simplemente amortiguando lo que de otro modo habría sido un ciclo mucho más pronunciado hacia abajo. Si esto es así, más crédito sólo podría significar más de lo mismo.
Fuente: The Wall Street Journal, 16/02/16.
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