Los pronósticos erróneos sobre el petróleo
febrero 7, 2016 · Imprimir este artículo
Las proyecciones de Wall Street sobre el petróleo fueron demasiado optimistas
Si quiere saber hasta dónde caerán los precios del petróleo, no le pregunte a Wall Street.
Los analistas de los grandes bancos han estado revisando a la baja sus proyecciones sobre la cotización del crudo después de que los precios descendieron a menos de US$30 el barril en enero, su nivel más bajo en 12 años. Hasta noviembre, los bancos estimaban que el contrato Brent, la referencia internacional del crudo, promediaría US$57 el barril en 2016. La cifra ha caído a US$50 y lo podría seguir haciendo.
J.P. Morgan Chase & Co. redujo el 15 de enero su proyección de precios para el primer trimestre por segunda vez en dos meses. El banco prevé que la cotización del Brent promedie US$31,50 en 2016, frente a vaticinios previos de US$51,50, en diciembre, y de US$54,75, en octubre.
“Tenemos esa sensación nauseabunda que se produce en las primeras etapas tras subirse a una montaña rusa”, reconocieron los estrategas de J.P. Morgan David Martin y Upadhi Kabra en un informe enviado a sus clientes.
Credit Suisse Group AG y Citigroup Inc. también han revisado sus proyecciones durante las últimas semanas. El banco suizo anticipa un precio promedio del crudo Brent de US$36,25 el barril este año, un descenso de 38% frente a la proyección anterior de US$58 el barril hecha en septiembre.
El revisionismo que se ha apoderado de Wall Street en torno a los precios del petróleo es parte de las repercusiones de la política de crédito barato que han seguido la Reserva Federal y los bancos centrales de otras economías desarrolladas, que podría haber distorsionado los precios de los activos y, ahora que la Fed empezó a subir las tasas de interés, está provocando una volatilidad imprevista en los mercados.
El período de tasas de interés ultrabajas causó una poderosa alza bursátil a pesar del magro crecimiento. Los economistas han tenido dificultades para entender las bajas tasas de inflación en las economías desarrolladas y los bajos rendimientos de los bonos. Pocos analistas previeron la desaceleración de China, que ha causado estragos en los mercados de materias primas y las economías en desarrollo.
Los precios del petróleo son particularmente difíciles de predecir, en parte porque años de crédito barato permitieron a los productores estadounidenses de energía de esquisto seguir extrayendo por más tiempo de lo previsto pese al derrumbe de los precios. El margen entre un mercado con exceso de oferta y uno con falta de suministro puede ser muy estrecho, mientras que obtener información precisa, y desenlaces previsibles, de una diáspora de productores y consumidores globales puede ser complicado.
Jan Stuart, economista de energía global de Cedit Suisse, dice que las proyecciones del banco fueron arruinadas el año pasado por la decisión de Arabia Saudita de aumentar la producción en un momento en que los mercados globales físicos ya tenían un exceso de crudo. La persistente producción en Estados Unidos también fue un factor. “Subestimamos la inercia en el sistema”, reconoce Stuart.
De todos modos, el deplorable historial de las previsiones llama la atención en un momento en que el petróleo encabeza la lista de prioridades de los inversionistas. “Nadie tenía la más mínima idea de dónde estaba el fondo”, se lamenta Stephen Schork,presidente de la consultora de petróleo Schork Group. “Era muy difícil incorporarlo a un modelo”.
Wall Street predijo correctamente una tendencia importante de los precios del petróleo: el comienzo de una etapa en que superaron los US$100 el barril hace una década. El analista de Goldman Sachs Inc. Arjun Murti acaparó los titulares de la prensa en marzo de 2005, cuando vaticinó que el precio del crudo podía llegar a US$105 el barril. En ese momento, la cotización rondaba los US$55 el barril. Tres años después, había perforado la barrera de US$100 y alcanzó un máximo de US$146 en julio de 2008. Murti predijo ese año que los precios podrían ascender a US$200 el barril.
El fin de un ciclo alcista de varios años, sin embargo, ha dejado perplejos a los analistas de los bancos. El petróleo, que hasta mediados de 2014 se mantuvo mayormente por encima de US$100 el barril, empezó un prolongado declive que le restó 75% de su valor en 18 meses.
De los principales bancos de Wall Street, Citigroup ha sido el más acertado a la hora de proyectar el derrumbe de los precios. La entidad vaticinó que el crudo podía descender a US$75 el barril en marzo de 2014, una época en que se cotizaba a casi US$110 el barril.
Mientras el derrumbe de los precios se profundizaba a fines de 2014, los analistas no demoraron en pronosticar un repunte en el segundo semestre de 2015. “Sospechamos que el sector reaccionará relativamente rápido al nuevo entorno geopolítico del precio del petróleo”, manifestó Credit Suisse en diciembre de ese año. “Asumimos que los precios pueden repuntar más en el segundo semestre de 2015 ante la reducción del exceso de suministro”, añadió. La entidad pronosticó un precio promedio de US$79 el barril durante ese período.
Aunque el mercado repuntó en el segundo trimestre del año pasado, los precios han estado en caída libre desde entonces y los escenarios de recuperación han sido postergados por un año más.
Los mercados de crudo son presas de las preocupaciones en torno al enfriamiento de la demanda china y un exceso de oferta que se podría acentuar cuando Irán aumente su producción y sus exportaciones tras el levantamiento de las sanciones en su contra.
Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y los productores estadounidenses han seguido produciendo en grandes cantidades mucho más allá del momento en que los analistas y los inversionistas esperaban recortes de producción con el fin de estabilizar los precios.
La decisión de la Fed de empezar a subir las tasas de interés indica que la era del crédito barato podría estar llegando a su fin, lo que renueva las presiones sobre el mercado.
Algunos bancos han previsto precios mucho menores. Goldman Sachs sacudió los precios cuando previó en septiembre que los precios, que en ese entonces rondaban US$45 el barril, podrían caer a US$20 el barril.
Barclays PLC y Société Générale SA figuran entre los bancos más pesimistas. El primero proyecta un precio promedio de US$37 el barril y el segundo de US$43 en 2016. Otros bancos, no obstante, prevén una cotización cercana, o incluso superior, a US$60 el barril.
La semana pasada, Citigroup dijo que la cotización del Brent promediaría US$40 el barril en 2016. En noviembre, el banco había previsto US$51 el barril.
—Georgi Kantchev contribuyó a este artículo.
Fuente: The Wall Street Journal, 05/02/16.
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